"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

lunes, 31 de diciembre de 2012

Gente corriente.

Un tweet de una atleta de fondo con mucho talento y futuro, me ha llevado a ver el Informe Robinson del mes de diciembre, el de las “chicasde Londres”. No lo había visto aún, y casi siempre los pillo unas semanas más tarde. La verdad es que se han hecho un hueco entre los deportistas por la manera cuidada y emotiva que tienen de contar sus historias. Para mí, ninguno como el del intento de rescate de Iñaqui Ochoa de Olza y también me emocioné muchísimo con el del 20 aniversario de los medallistas de BCN 92 (y II). El pasado mes, una emotiva previa del que seria un reportaje sobre la maratón de NuevaYork (realizado antes de la celebración de la misma), acabó con un giro inesperado del documental, por la suspensión de la prueba, poniendo una emotividad increíble sumada a la mística de la carrera.

Al ver el documental de Diciembre, he podido entender una vez más, que el camino a los sueños, pasa únicamente por la decisión personal de invertir tu vida en convertir tu sueño en realidad. Todas chicas con talento, todas con un denominador común: un esfuerzo personal sin fisuras, y muchas veces sin medios, para conseguir desde la más absoluta normalidad llegar a ser medallista olímpica.

Cuando acabé de ver el informe, lo primero que me salió de dentro fue decir: Pero si son chicas normales! Y si, salvo en algún caso concreto de estar delante de una estrella mundial del deporte, lo que veía era gente corriente explicando su lucha diaria para llegar a conseguir su sueño. Yo conozco a muchas chicas y chicos con las mismas posibilidades, muchos de los que convivimos en este mundillo vivimos rodeados de atletas así! Por que ellas si y otros no? En casi todos los casos ocurre lo mismo. Esa respuesta la encuentran los propios deportistas al final del camino. Como se explica en cada historia, como no iban a triunfar después de darse cuenta del esfuerzo realizado? Cada una de esas deportistas explicaban el como habían podido llegar ahí, dándose  cuenta de que ese “como”, ese trabajo en la sombra, esas horas y horas de trabajo diario, mensual, etc..era la causa de conseguir esos resultados. En deporte, los “hipertalentos” son habas contadas, el grueso de los campeones son gente tan anónima como la que sale en IR, gente como la que estamos acostumbrados a ver trabajar diariamente, gente como hay aquí, en Francia, Italia, etc…gente corriente con un sueño concreto y una determinación a conseguirlo a prueba de cualquier situación, de cualquier circunstancia, de cualquier fracaso, etc….Gente normal dispuesta a levantarse cuantas veces haga falta después de caerse y a volver a intentarlo mejor si cabe que la anterior vez.

Sumado a este capítulo, hoy leo el artículo de El País donde Carlos Arribas, habla de los cambios en la vida de Arturo Casado. Más de lo mismo, normalidad absoluta, rodearse de cosas sencillas y un planteamiento serio en el esfuerzo diario, son la mejor y casi única receta para lograr resultados, al menos la que más me convence. Mientras, en cada grupo de entrenamiento, dentro de esa normalidad corriente donde se mueven todos los deportistas, nosotros, los entrenadores, tenemos que convencer diariamente que si se puede, que no envidiamos nada de los demás, que no somos peores. Que simplemente, la diferencia es esa determinación y la inteligencia para querer lograr ese sueño. Eso sí, sin cámaras ni periódicos delante. En silencio y en el duro trabajo del día a día, como debe ser!

Con esta “actu” despido el año. Un buen año, una buena temporada, pero no la mejor. Esa está por llegar! Atentos a los próximos meses!


domingo, 23 de diciembre de 2012

Navidad, punto de inflexión.

Cada temporada en Septiembre lanzo la misma respuesta a aquellos que me preguntan sobre la previsión de la temporada de aquellos atletas que entreno: “si pasan de manera organizada de navidad, acaban bien la temporada”.

El período navideño, siempre ha supuesto el punto de inflexión sobre aquellos atletas que tienen claro sus objetivos y los que no. Es un período donde toda la dinámica cambia. Entran en un espacio vacacional donde su rutina se ve rota en el sentido de la desorganización de no tener ya obligaciones de estudios, ni cumplir horarios exigentes.

Cambian todas las rutinas….menos las deportivas! El horario y el tipo de trabajo sigue siendo el mismo, pero con el problema de que ya no se ha de compartir con otra actividad formativa, sino con la dinámica del resto de compañeros ajenos al deporte y eso entra en conflicto con el orden y organización que había establecido hasta entonces.
La decisión de cómo llevar este período, además, es completamente autónoma. Seguir con pautas correctas o no vendrá dado por el grado de compromiso que tiene uno mismo con su deporte.

Si bien tenemos que saber que nuestro entrenamiento deberá ser compartido ineludiblemente con las obligaciones familiares de estos días de fiestas, el resto del tiempo de este período debe intentar ser organizado de la misma manera a la que estamos acostumbrados. Horas de sueño y organización horaria de estas horas, actividades diarias, obligaciones y responsabilidades, no deben variar porque otras personas ajenas a nuestra actividad decidan que es tiempo de “dolce far niente” o como se dice ahora y está tan de moda “Carpe diem”.

Con los años he podido comprobar que atletas que gestionaban bien este período salían reforzados en su preparación, y en cambio otros que entraban en una dinámica completamente vacacional, incluso dejaban su actividad a la vuelta de vacaciones………..hasta darse cuenta de su error y lo volvían a intentar al siguiente septiembre.

A pesar de entrenar a gente de un nivel importante, al ser un entrenador de club, esta es la experiencia que año tras año he podido comprobar en muchos atletas de club, incluso en algunos de estos importantes! Parece curioso, pero el “profesionalismo” enseñado por los diferentes atletas en períodos de trabajo, y que debería acentuarse en períodos vacacionales, sufre un bajón en días como estos.

No deja de ser sintomático que simplemente por tener unos días más relajados en cuestión de obligaciones, eso pueda llegar a activar una actitud más “pobre” que cuando el estrés semanal domina los períodos de entrenamientos y pedimos a gritos unos días como estos, justamente para………..entrenar duro!

Cuento esto mas como vivencia pasada que no presente, porque me da la sensación de que por primera vez en mucho tiempo, el 90% del grupo está centrado en su trabajo deportivo con responsabilidad. En todo caso, a la vuelta a la normalidad del mes de  Enero, primeras competiciones de pista cubierta, donde el entreno, el como se ha realizado, y el como se ha empleado todo este tiempo, pondrá rápidamente a cada uno en su sitio. Esperemos que con marcas esperanzadoras!


miércoles, 19 de diciembre de 2012

“Errar con éxito.”

Ser entrenador de atletismo requiere ser responsables de decisiones complicadas. Somos los responsables de atletas que se juegan, individualmente, todo un proyecto anual o plurianual, un proyecto en el tiempo. Cada temporada supone una parada de un viaje de largo recorrido que esperamos cumplir con la consecución del objetivo deseado. Por ello, nuestro papel está lleno de decisiones, pero decisiones consensuadas sin lugar a dudas! Decisiones sobre el camino elegido y presentado al atleta y aprobado por él. Decisiones sobre la programación anual elegida y presentada al atleta y aprobada por él. Decisiones sobre el plan de competiciones elegido, presentado al atleta y aprobado por él. Decisiones sobre el devenir de los entrenamientos y argumentados día a día al atleta y apoyados por él. En consecuencia, todo un rosario de decisiones, presentadas y argumentadas al atleta y aprobadas y apoyadas por él, como es normal dentro de un equipo….……mientras salgan bien!

Digo mientras salgan bien ya que es común que cuando las cosas no salen tan bien como un atleta espera, este gire su mirada y responsabilice a su técnico de la no consecución de un objetivo, obviando que esa decisión fue consensuada. Es más, demasiadas veces, haciendo gala de una buena dosis de mala memoria, se olvida que las decisiones fueron consensuadas y esgrimen una “obligatoriedad técnica” para haberlas hecho.

Muchas veces he sentido estar más solo que la una cuando un atleta me ha reprochado alguna acción sobre la preparación o la competición, olvidando que, me otorgó su confianza para acertar o errar, o, decidimos conjuntamente sobre algo errado.

Es el riesgo de querer hacer algo grande, sin ser nada aún, como me pasa. Somos técnicos sin crédito para errar, sin confianza para valorar en su justa medida lo que se consigue.

El caminar buscando el éxito en este deporte no es un camino de rosas, al contrario, es un camino lleno de dificultades, de un constante caer y levantarse. Y caer significa errar. Y errar, significa que no se tomaron las mejores decisiones, individuales y en equipo. Y levantarse significa reconocer los errores sin reproches, tener memoria, y seguir andando. Este simple significado de las palabras que componen el camino al éxito no deberían nunca olvidarse. Ni renegar de los errores del pasado, de todos se aprenden, ni confundirlos. Algunos que parecen que lo fueron, en realidad fueron una gran enseñanza o un gran logro, siempre en equipo, por más que vinieran por malas sensaciones o experiencias.

El trabajo de entrenador, está lleno y salpicado de estos errores. Imposible acertar siempre en todos los campos! Y solo se puede llevar a cabo, bajo una profunda confianza en él, sabiendo que habrán muchos errores en el camino y asumiéndolos como propios del equipo. No puedo entender como el ego de un atleta y su egoísmo pueden pretender reprochar a un técnico que intentó “joderle” con tal o cual decisión.
Me he encontrado a lo largo de los años con algunos casos de estos, los cuales me han hecho reflexionar muchísimo si vale la pena tanto esfuerzo, tanto trabajo y tantos “gestos” (demasiados, durante muchos años) durante tanto tiempo, para que se valore de esta manera el trabajo de un entrenador.

Por suerte, los atletas íntegros, solidarios y agradecidos, al menos en mi caso, son una gran mayoría. Y valoran mi trabajo, como se ha de valorar. Y aunque parezca mentira, la sucesión de errores comprendidos, asumidos, y corregidos por parte de ambos (atleta y entrenador) siempre tiene el mismo final: una buena decisión técnica presentada por un entrenador comprometido con su atleta y aprobada por un atleta comprometido con su entrenador, que llevan a la consecución de los objetivos deseados! Es lo que podríamos llamar: “Errar con éxito”!
 
 
 

martes, 11 de diciembre de 2012

Evolucionando bajo la misma filosofía.

Siempre he mantenido que un sistema de entrenamiento ha de estar vivo, ha de evolucionar, ya que las adaptaciones que produce dejan de ser útiles pasado un tiempo y debemos variar el estímulo. Por otro lado, la ambición de querer mejorar, supone que hay que seguir investigando dentro de ese programa como mejorar y optimizar las cargas de entrenamiento.

Siempre tengo la preocupación de buscar como perfeccionar mi sistema de entrenar, mi método, mi cóctel! Esta temporada pasada, después de los resultados de mis atletas, me senté a reorganizar todos los contenidos para encontrar más rendimiento. Sentía que habíamos llegado a un punto en que esa organización estaba a punto de agotarse. Incluso, había sesiones que ya estaban “quemadas” para mis atletas, y era difícil buscar una mejora ante una sesión que ya no es que no motivase, es que se abominaba de ella.  

Si bien las cargas y estímulos iban variando progresivamente estos años pasados, los períodos se mantenían intocables hacía ya demasiado tiempo. Después de verano me convencí que debía buscar la mejora que deseamos en la distribución del trabajo que hacíamos. Dicho y hecho! Rápidamente empezó a fluir la idea de una nueva organización y como acometerla!

Y eso es lo que he hecho este año con la preparación de mis ochocentistas, principalmente. Con la misma idea, con los mismos contenidos, he reorganizado los períodos especificando aún más el entrenamiento de los atletas de esa prueba. He suprimido alguna cosa que no me convencía, he desechado aquellas sesiones “tipo” que ya causaban hastío, variando sobre todo con distancias no tan “quemadas”, he reorganizado alguna sesión hasta dejarla más de acuerdo con mis ideas y he adelantado la aparición de algunos medios que veíamos más adelante. El resultado, sobre el papel, me convence mucho. Creo que así podemos ser más competitivos y aspirar a esos segunditos que nos faltan para estar muy satisfechos con las marcas que consigamos.

Algunas de las acciones donde he actuado:

  • Disminución del período básico I (de 9 a 6 semanas)  y aumento de los período     específico/fundamental (de 9 a 12 semanas) y precompetitivo (de 6 a 9 semanas). Sin intentar perder la parte aeróbica, toda la periodización gana en “lactacidad” y por consiguiente en especificidad para la prueba.
  • Disminución del nº de sesiones de fuerza general  y aparición temprana de las sesiones de fuerza específica.
  •  Especificación del trabajo de velocidad, menos sesiones en medios inespecíficos y más incidencia en fuerza veloz.
  • Aparición más temprana y aumento de las sesiones de trabajo mixto (ritmos equivalentes y superiores al VO2max)
  •  Aparición más temprana de trabajos de carácter lácticos y aumento del nº total de sesiones de este tipo.
  •  Cambios de distancias a trabajar en fraccionados lácticos con objetivo de descarga psicológica.
  •  Supresión de sesiones con medios que no han demostrado su eficiencia en el rendimiento.     

Mis atletas que habían trabajado con el modelo anterior andan perdidos de cómo van apareciendo las cargas. Organizadas, pero de manera diferente a como aparecían otros años. Un ejemplo es la semana que acaba de entrar. Hemos acabado un período de entrenamiento, y el lunes hemos entrado en uno nuevo variando bastante los medios. Nunca antes tan pronto habíamos hecho esto, y aún andan un poco incrédulos que este lunes ya se hayan iniciado unas sesiones que antes debían esperar más tiempo.

Espero con impaciencia que resultado da esta nueva periodización y si los atletas se adaptan y se sienten identificados con ella. Al menos al padre de la criatura le pinta bien la cosa y tiene buenas vibraciones!


viernes, 7 de diciembre de 2012

Complicada mentalidad crossista.

Supongo que por la mentalidad que tengo de afrontar el principio de temporada, no somos especialistas en cross y por ello no solemos rendir demasiado en esta especialidad. No la preparo y casi cada año solamente hemos participado en las pruebas de Noviembre y Diciembre, en las menos importantes y solo de carácter autonómico. No suelo viajar por el circuito de la ANOC. La razón técnica de esta falta de competitividad es clara. Suelo comenzar la temporada de manera suave y muy progresiva, por lo tanto, el acumulo de un volumen mínimo y decente para esta especialidad raya por su ausencia. No por ello somos cojos y negados, nos defendemos bastante bien, pero no al nivel que podría suponerse si la preparación fuera mínimamente específica para esta especialidad.

Anteriormente, cuando el grueso del grupo estaba en categorías de formación si hacía una campaña muy completa de cross. En esa época conseguí reunir, sobre todo un grupo de chicas que consiguieron medallas nacionales por equipos y una selección junior para un europeo. Con el paso del tiempo, me he ido especializando más en mediofondo corto y, evidentemente, tanto el perfil de mis atletas como su preparación se han ido alejando más de esta disciplina.

Tengo un sentimiento encontrado. Por un lado me encanta entrenar en la naturaleza, busco siempre campas, sitios verdes donde poder rodar, sitios que por donde vivimos no hay! Por el otro, estoy alejado de una disciplina que en su esencia me encanta, aunque tenga una pequeña opinión crítica de su situación actual. Se ha convertido para muchos atletas de nivel en el sitio donde desarrollar el sexto o séptimo día de entrenamiento, y no me gusta. El cross es competición, y como tal, hay que competir. Entiendo que actualmente sea un buen sistema de sustento de vida de muchos atletas, pero creo que estamos matando la gallina de los huevos de oro. Algunas carreras llenas de figuras parecen como días normales de oficina. Creo, y es mi opinión, que no debería ser así. Seguramente el sistema de cómo está montado haga difícil cambiar la mentalidad de la actual situación. A mi me gustaría, mas competitividad y quizás el sistema sea dando muy buenos premios por puestos y no fijos de salida. Así, no veríamos el peregrinaje semanal de todos los atletas al mismo sitio “a fichar”, y podríamos verlos entrenar y solamente competir en aquellos crosses elegidos por ellos para demostrar su excelente estado de forma y luchando por unos premios ganados en carrera. Se que tiro posibles piedras en el tejado de mis propios atletas, pero mi visión la enmarco más desde la preocupación técnica de cómo acaba influyendo en el rendimiento de los atletas el devenir semanal actual y desde la de aficionado que no solamente va a ver a las estrellas del barro, sino que busca unos duelos que un tanto por ciento muy bajo de los atletas de élite están ofreciendo.

Por otro lado,  referente a la especialidad y alguna de las pruebas que preparo, dicen como tópico de la especialidad de que el campo a través enseña a sufrir, a correr agónicamente y que es una preparación ideal, en este sentido, para todas las pruebas de mediofondo y fondo. No lo creo así! El cross, si enseña ese aspecto es solo para las carreras de fondo! Las sensaciones agonísticas de un ochocentista son absolutamente diferentes y no se encuentran en ninguna carrera de cross, sino en la gestión mental de los entrenamientos de capacidad láctica. Esas sensaciones, está claro que son específicas a cada prueba y no la podemos achacar exclusivamente a la singularidad del cross.

Llevamos entre 9 y 12 semanas de entrenamiento y hemos salido a competir un par de veces, algunos ninguna aún. Nuestra próxima salida, este domingo,  9 de diciembre, cross de Granollers, referencia desde hace años del calendario catalán de campo a través. Creo que será hora de que todo el grupo haga piña y esté dispuesto a luchar en él! Hay gente que espera su oportunidad para demostrar que no se le ha olvidado correr!


lunes, 3 de diciembre de 2012

Un bambú japonés.

Hoy no escribo yo, hoy toca explicar una de esas historias que circulan frecuentemente por la red y que quizás alguno haya leído alguna vez. La historia bien merece la pena para la ocasión.

Un bambú japonés

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada, halándola con el riesgo de echarla a perder, gritándole con todas sus fuerzas: ¡Crece, por favor! Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles. Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece más de 30 metros.

¿Tardó sólo seis semanas en crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas para desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años. Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno, y que éste requiere tiempo…

Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta. Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y coherente y saben esperar el momento adecuado.

De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante. En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos, ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.

Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice. El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.

Tiempo… ¡Cómo nos cuestan las esperas! ¡Qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos…! Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento, apuramos al chofer del taxi… nosotros mismos hacemos las cosas apurados, no se sabe bien por qué… Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés… ¿Para qué? Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación. Gobernar aquella toxina llamada impaciencia, la misma que nos envenena el alma. Si no consigues lo que anhelas, no desesperes… Quizás sólo estés echando raíces…


jueves, 29 de noviembre de 2012

Tu las haces volar!

Semanas de entrenamientos plácidos y llega el frío. El volumen de las cargas aumenta, los ritmos son difíciles de mantener. El entrenamiento invernal hace acto de presencia. Con una lenta progresión, llegamos a semanas de carga aeróbica, kilómetros, trabajo genérico a nivel aeróbico, fuerza y velocidad. El clima se hace duro y el trabajo es importante, mala combinación, ya todo no sale solo, hay que esforzarse!

Empieza el sacrificio, la lucha mental interna diaria, los días de lluvia como ayer, o de viento y frío como hoy. Aparte, aparecen asociadas las molestias comunes a los periodos de entrenamientos intensos. También aparecen las dudas. Mucha tralla es imposible que salga toda bien, por tanto, hay días buenos y días..….menos buenos.

Mantener los objetivos bien presentes es complicado, hay que tener los cinco sentidos bien despiertos para estar motivados y tener esos objetivos siempre en mente. Cada uno con su pequeño o gran reto, cada uno sabiendo que debe pedirle a su cabeza, cada uno sabiendo como gestionar su actitud.

No siempre sale bien, no siempre se reacciona bien. A veces, tiramos trabajo sin pensar lo que supone hacerlo. El estrés nos domina, los problemas cotidianos, la fatiga, muchas variables negativas acaban por hacer pagar los platos rotos a nuestro soñado objetivo. Hay días que nos traicionamos a nosotros mismos. Hay días que simplemente olvidamos el sacrificio que tanto hemos hecho durante mucho tiempo.

Sin embargo, caemos rápidamente en la cuenta de lo que realmente queremos es volver a todo aquello que nos apasiona, a nuestros sueños. Nos caemos y nos volvemos a levantar. Aprendemos mil lecciones una y otra vez cada cierto tiempo. Nuestro deporte curte, lo vivimos de manera apasionada, nos entregamos enteros!

Y de repente, ese mal día, un mal día, pasa, los tiempos salen como de costumbre, nos sentimos nuevamente con el brío y las ganas de comernos el mundo. El reto de un nuevo y duro entreno está ante nosotros. Un calentamiento largo, inacabable, todo hecho con mimo, rectas finales para empezar con ritmo, cambio de zapatillas, voladoras! Y en ese momento de duda, de no saber como vamos a responder, si cumpliremos el ritmo deseado o no, un compañero, para sacarnos una sonrisa, para lanzar un mensaje motivador, para hacer piña ante esas series largas que tanto cuestan, suelta….Tu las haces volar!


sábado, 24 de noviembre de 2012

No tengo memoria suficiente.

No tengo memoria suficiente para recordar todas las acciones que como entrenador he dedicado a mis atletas. Cuantas miles de horas en tantos años dedicados a fondo perdido, al principio en unos niños que, generalmente, llegaron a ser adultos. Horas de ordenador, horas de entrenamientos, horas de viaje, cientos de gastos! Miles de anécdotas y recuerdos de unas mismas personas a lo largo de los años… Ser entrenador, principalmente es eso. Es casi vender tu propia vida, sacrificarla más de lo debido, aunque se quiera, para invertirla en unos locos bajitos o adultos, sin pedir nada a cambio, que muchas veces acaba de manera traumática y otras de manera feliz, pero que en cualquier caso te acaba compensando, a pesar de que algunas veces te cruces con personas que no valoran el trabajo de los técnicos, tu trabajo durante muchos años.

He aprendido hace tiempo, que no puedo pedir que valoren mi dedicación, porque no lo harán en un tanto por ciento alto ningún atleta. Tantos entrenamientos diarios durante tantos años, convierte lo excepcional en rutina y eso hace perder la perspectiva real del trabajo de uno…o más bien diría de las locuras que uno llega a hacer dedicadas todas a los atletas que uno entrena. Sin embargo, creo que a ningún entrenador le importa eso, ya que somos un colectivo muy enamorado de su trabajo. Siempre espero que si alguien no valora en su justa medida mi trabajo y dedicación, el siguiente atleta que tenga si lo hará.

Parte de la memoria usada por mí también está dedicada a aquellos entrenamientos que valoré positivamente de mis atletas. Sacrificios muy duros por parte de ellos, que yo, como entrenador, se lo que han costado. Intento ser positivo siempre, y solo se me tuerce el gesto cuando no se ha entrenado bien, y lo digo. Es curioso, olvido con facilidad cuando trabajamos mal, y me cuesta menos olvidar los buenos días e incluso los normales.

Para mí, las simples sesiones diarias, el simple gesto de ir a entrenar día a día, implica un respeto exquisito hacia el trabajo del entrenador. Cada sesión, metida de una cierta manera en un ciclo de entrenamientos, lleva detrás horas de buscarle sentido a un rendimiento futuro. Me cuesta concibir que, de manera insconciente o no, se acabe convirtiendo una unidad programada con un fin, en cualquier cosa por dejación en el trabajo. Hoy me paso de ritmo y no acabo un fraccionado,  hoy no hago sesión de fuerza porque me quedo dormido, hoy decido rodar por mi cuenta y el trabajo técnico no es importante, etc,etc….Es una simple falta de madurez y no se piensa en la valoración hacia el trabajo del técnico. Horas perdidas que nadie va a recuperar. Lo peor, es ver a los tres días el mismo atleta salirse de manera increíble en una sesión bordada, sin darse cuenta todo aquello que tiró anteriormente.

Estamos metidos en pleno período básico, y escribo estas rayas recordando el esfuerzo intenso de mis atletas en el trabajo fraccionado de hace dos días. Todos haciendo un duro sacrificio, todos acabando extenuados, todos con mi apoyo ante tal esfuerzo, pero unos cumpliendo escrupulosamente con sus objetivos y con un respeto absoluto hacia nuestro trabajo y otros sin darse cuenta de lo estéril de su esfuerzo por falta de …….

John Anderson, entrenador de David Moorcroft, incidía tanto o más que de su programa de entrenamiento, su ideario filosófico, del cual me identifico plenamente:
“El elemento psicológico determina la diferencia entre el mejor resultado y sencillamente un buen resultado.

La necesidad de desarrollar una fuerte base de actitudes y objetivos que sean compatibles con la percepción de la vida y su significado, provee una plataforma desde la cual se podrán obtener todos los éxitos.

El éxito no solo podrá ser identificado en términos de sesiones de carrera y progamas de entrenamiento, sino debe ser visto en el contexto total de la persona, las actitudes, creencias y filosofía de aquel individuo y de los que conviven con él.”


lunes, 19 de noviembre de 2012

…a base de caerse y volverse a levantar…

Han pasado dos semanas ya de la celebración de la NO Maratón de Nueva York. Dos semanas en la que, una vez más, he probado el gusto amargo de la decepción. Decepción esta vez, muy especial. Una carrera preparada con tanto cariño no merecía tener este final. El destino, en forma de catástrofe climática y discutida decisión política, ha querido que no pudiésemos tener la oportunidad de demostrar que estábamos preparados ante semejante reto. Ha sido la última caída……y me he vuelto a levantar.

En este deporte, como en la vida, mejoramos y nos formamos a base de fracasos, a base de caerse y volverse a levantar corrigiendo aquello que nos hemos dado cuenta que no hicimos bien. No se los demás, pero yo no tengo ninguna varita mágica y la base de mis conocimientos y mi manera de entrenar está, con los años, más en el ensayo/error que en la aplicación de teorías de personas de renombre. Siento que me he formado y tengo aún inquietud para ir reciclándome. Busco la mejora constante de las partes que menos me convencen de lo que aplico (siempre se puede mejorar aquello que hacemos), y busco métodos de aplicación de las cargas que me convenzan más de los que desarrollo. Sin embargo, nada me ha hecho aprender más que ir cayendo tras un error de programación, un mal planteamiento, o cualquier circunstancia de la que haya sido responsable. Y cada vez me he vuelto a levantar!

Este año es especial en ese sentido. Tengo muchos atletas que de una forma u otra han caído y mi trabajo de esta temporada consiste en levantarlos y tirar hacia adelante. Cualquiera ha sido la circunstancia de esta caída. Un mal año atlético, una lesión crónica, dos años inactivos por una operación, una gestión negativa de la actitud a nivel de entrenamientos y de competición, un problema psicológico, una mala experiencia como la de NY, etc... Los cuadros son variados pero todos tienen un punto en común, quieren levantarse y salir adelante en lo que más les gusta. Unos cuantos han venido de fuera a confiar en mí, pero otros, y ello les honra, han querido seguir confiando en su entrenador, entendiendo que la parte técnica y el apoyo que les dí, no era responsable de su caída y que lo programado tenía sentido y se hacía un buen trabajo.

Y en ello estamos. Mis nuevos atletas se han adaptado bien al sistema y parecen contentos con lo que les he ofrecido, creo que estamos haciendo aquello que les conté que haríamos, por tanto, no se sienten engañados y están muy motivados y expectantes ante cual va a ser su rendimiento futuro. Mis atletas que volvieron a confiar en mí, han empezado a corregir errores, y estamos cumpliendo con los deberes que nos hemos puesto para superarlos. Aquellos problemas a los que no llegamos por falta de conocimientos, hemos puesto remedio externo para rematarlos también. Y aquellos atletas, que, tras una lesión, han vuelto a apostar por su deporte, están sacando todo lo que llevan dentro sin apenas problemas.

Siguiendo en la misma línea de anteriores actualizaciones, esto demuestra sin más que, por encima de todo, la resolución de problemas sale de la decisión de unos mismo de encararlos y buscar la solución. Nos caemos y nos volvemos a levantar creyendo tener la lección aprendida. A veces, volvemos a caer, e increíblemente nos volvemos a levantar insistiendo una y otra vez! Estoy seguro que es la base donde asentar un salto importante en el rendimiento. Está claro que es una cuestión de dinámica, de actitud y de modelo de conducta. Es lo que necesito para formar personas que sean atletas y les transmito que la resolución de esas caídas son la entrada a lo que sueñan. Ellos confían en mí, yo confío en ellos! Sin esta reciprocidad no tiene sentido todo este escrito.


lunes, 12 de noviembre de 2012

El "como" por delante del "que".

“He respetado escrupulosamente, siempre, todas las sesiones de mi programa. Las tenia presente todos los dias, todos los meses, todos los años. Es por eso que he llegado a ser un medallista de élite. No es suficiente con estar bien dotado para ganar, pero si estar bien decidido a llegar hasta el final.” Michel Jazy

Hoy empezamos con una cita que siempre me ha gustado. Es del mítico campeón francés Michel Jazy, que entre finales de los cincuenta y principio de los sesenta fue uno de los dominadores del mediofondo mundial. Hago referencia a ella porque esta semana hemos acabado, en mi grupo de entrenamiento, el primer mesociclo de carga de esta nueva temporada.

Una vez más, he podido comprobar que el control mental de las emociones y la aplicación de la inteligencia condicionan la realización de las cargas programadas. El rendimiento no viene dado en unas letras y números escritas de mil variadas formas, la hoja de entrenamiento. Es de ingenuos pensar que solo por hacer “esa hoja” sin más, tenemos asegurado el “marcón” a final de temporada. La hoja de ruta, no es el qué, sino el como! Y estas dos semanas de carga intensa, hemos tenido varios “comos”, y aunque estemos a principio de temporada, se puede observar que camino hay reservado para cada atleta que entreno en función de su propia gestión del entrenamiento y sus actitudes. Es evidente que debería estar también en función del sacrificio que pone cada uno en sus objetivos: el, “que estoy dispuesto a sacrificar para llegar donde quiero”. Es así en bastantes casos. Veo disciplina en gente que ha apostado demasiado en esto y se nota la responsabilidad y la madurez de la decisión adoptada en su día de intentar conseguir sus sueños haciendo un sacrificio económico muy importante. También veo madurez y seriedad en arreglar tics de conducta que llevaron a perder la competitividad y a estar en una situación que no es merecedora por las marcas y la calidad que atesoran ciertos atletas. Estamos poniendo el “como” para volver de donde no deberíamos haber salido nunca.

Michel Jazy lo reflejaba con claridad en la cita referenciada al principio. Cada día el “como” estaba por delante de la carga, del “que”. Cada día Jazy, así como la mayoría de atletas que consiguen llegar, sabía perfectamente que actitud había que aplicar a cada sesión para después recoger lo sembrado e intentar batir records del mundo.  Cada día tenía la claridad suficiente para entender quien era él, que quería para sí, y como tenía que trabajar para conseguirlo. Un campeón, un atleta con una oportunidad única, un atleta que quiere llegar a la élite, sabe que realizará cada día sesiones conjuntas e iguales a las de sus compañeros de entrenamientos, pero muy diferentes en planteamiento. Y ese es un problema. Tener la madurez necesaria para saber que tipo de planteamiento hay que aplicar en todas las sesiones es capital para llegar. Creo que no solo me pasa a mí, pero la mayoría de atletas, menos ese reducidísimo grupo que quiere llegar o está en la élite, se dispersan muchísimo y olvidan gestionar correctamente el mejor camino para ellos. Por consiguiente, su rendimiento no es el que podrían conseguir. Es menos grave en atletas que no tienen el talento suficiente para conseguir grandísimos resultados (para muchos no deja de ser una pasión algo masoquista, me incluyo entre ellos!), pero puede ser determinante en gente que pierde oportunidades. He visto atletas completamente dispersos por verse afectados por cualquier circunstancia exenta de gravedad excesiva, en lo deportivo (lesiones o enfermedades detectadas o no que condicionan el rendimiento, el excesivo respeto a sesiones de entreno, el miedo escénico de ciertas competiciones, etc..) y en lo personal (las riña entre compañeros, la marcha de compañeros conflictivos, la gestión de los celos entre atletas, etc..)

Los atletas han de entender imperiosamente que el “como” piensan trabajar día a día, y no el contenido de la sesión, es la que va a condicionar claramente su futuro rendimiento. Aprender a gestionar esa base de actitudes para trabajar diariamente con madurez e inteligencia en dos semanas tan duras como hemos tenido, es la llave para poder marcar el futuro a corto y medio plazo. A largo plazo siempre hay otras posibilidades, como un simple cambio de aires, aunque ese dominio de la gestión de las actitudes habrá de aparecer aquí, en Paris o en Pernambuco!

Y ahora, a por una tranquila semana de descarga!


miércoles, 31 de octubre de 2012

Quien sino podría hacer estas locuras?

Hoy hemos realizado nuestro primer entreno de la temporada bajo la lluvia. Unos 12 de mis atletas han venido a entrenar y a realizar su sesión de potencia aeróbica debajo de una buena cortina de agua. A veces me pregunto por que y para que? Si, cual es el mecanismo irracional que decide llevar nuestro cuerpo hasta el agotamiento, incluso lloviendo? Ninguno de mis atletas ha venido obligado a entrenar, y sin embargo ahí estaban el 90% de los atletas comprometidos con ellos mismos. Que pasó con el resto? Quizás ellos mismos se lo tengan que preguntar y responderse. Algo nos mueve a tener la necesidad de practicar algo tan duro como atletismo, sacrificar muchas cosas, tener muchas decepciones y alguna que otra alegría. Seguramente sean los sueños de querer llegar alto, muy alto, o simplemente están enamorados de la actividad que hacen, cuestión común a todos ellos, ya que sino no tendría ningún sentido luchar día a día de manera absurda para no sentirse mínimamente realizado.  A pesar de saber lo difícil que es el camino, de manera entre responsable e inconsciente, cada día estamos ahí de manera muy ilusionada, sabiendo que unos los tienen más fácil que otros, pero dispuestos a coger un sitio en cuanto tengamos la más mínima oportunidad. Dicen que a veces “dios le da pan al que no tiene dientes”. En nuestro deporte también es así, y gente con muchísima capacidad para llegar, mal asesorada, o gestionando mal sus problemas, o simplemente con una actitud inadecuada para la oportunidad que tiene, deja escapar lo que ansiaba simplemente por no verse con la tesitura de querer luchar diariamente con su propio esfuerzo y sacrificio de una manera comprometida en los buenos…….y malos momentos.
Estoy seguro, que este grupo de gente comprometido consigo mismo no tendrá ningún sentimiento de frustración si no consiguen en el futuro sus sueños. Lo dieron todo en aquello que querían, con ilusión y sacrificio. Ese es el mejor de los premios que pueden recoger: las experiencias recogidas durante años practicando un deporte duro pero que llena al máximo.

Pero hay aún gente que nos podría dar una lección por encima del esfuerzo de atletas como los míos. Son aquellos que no tienen ninguna oportunidad de tener un sueño deportivo, son aquellos que trabajan, tienen ocupaciones, y también están enamorados del atletismo a su manera, los runners! Entreno a cuatro increíbles runners, ruteros, “popus” como quieran llamarlos, que cada día, o cada dos, entre sus actividades diarias, siempre tienen un hueco para salir a entrenar. Es de admirar, cuando me comunico con ellos, como escriben de sus dificultades para realizar sus entrenos y como los sacan adelante, como gestionan temas como las lesiones, o sus problemas particulares. Y hablamos de entrenos de volumen considerable, ya que estos cuatro atletas/trabajadores preparan cada uno su particular prueba de Maratón. Para tres de ellos, será esta semana cuando se vean las caras con sus 42 kms que les han quitado el sueño en las últimas semanas como niños pequeños. Con una mezcla de ilusión y susto o miedo, esperan su “hora”, con las dudas de saber si están preparados o si van a acertar con el ritmo inicial de carrera.
Será en la meca de las maratones, New York! Una experiencia inolvidable, segurísimo!

Entre mis chicos corriendo debajo de la lluvia ilusionados con conseguir metas importantes y mis “popus” dejando prueba de la admiración que hay que tenerles por su increíble esfuerzo silencioso, inadvertido por el resto de personas, no puedo mas que convencerme que estoy en el sitio indicado y en el momento indicado para disfrutar de lo que realmente me apasiona, mi verdadero “leiv motiv”. Porque en el fondo, de apasionados va este tema. Quien sino podría hacer estas locuras?


jueves, 25 de octubre de 2012

Ocho semanas de trabajo y….ahora empezamos a entrenar!

Llevo ya 8 semanas de trabajo con mi nuevo grupo de entrenamiento. Digo nuevo, aunque sea el de siempre, porque tengo 8 atletas nuevos con respecto al año pasado, de los que entrenan regularmente con objetivos motivantes tanto para ellos como para mi.

La dinámica de trabajo ha cambiado bastante, tal como he expresado anteriormente en algún comentario. Poco que ver con otros años, una nueva dinámica. Ni mejor ni peor, simplemente diferente por los diferentes caracteres de algunos de mis nuevos atletas.
Y después de estas 8 semanas de entrenamiento, nos adentramos ya en lo que yo llamo “empezar a entrenar en serio”, con el primer período de acumulación en el que ya tocaremos todos los medios que tengo programados en un buen ejemplo de multilateralidad para tener un desarrollo completo de todas las cualidades que me interesan trabajar y en el grado de especialización que tengo marcado para cada sistema energético.

Así, el trabajo aeróbico va a ser primordial en esta etapa, tanto en el sentido resistencia como en el sentido potencia. Como sabéis, a mi me gusta que esa horquilla del ritmo de una y otra expresión sea la mínima, así que induciré al trabajo de resistencia cercano al umbral anaeróbico y al de potencia, por el contrario, incidiré en un buen acumulo de volumen un poco por encima de ese umbral. Si bien creo que la máxima mejora se produce poniendo en crisis el sistema trabajado, y así trabajo la resistencia aeróbica, en el caso del trabajo de potencia soy más conservador, y prefiero acumular el máximo de kms a un ritmo que considero ideal. Por el contrario, donde si apostaré  por un ritmo importante será con el desarrollo de la misma potencia aeróbica pero con distancias más cortas en forma de interval training extensivo, con distancias que nos permitan acercarnos a ritmos específicos de la prueba de cada uno, 200 metros para ochocentistas y 300 metros para milleros y una recuperación corta de apenas 60 segundos.

Junto a este trabajo aeróbico, el desarrollo de la fuerza mediante cargas submáximas en el gimnasio, y el desarrollo de la velocidad mediante bastantes medios como subidas, saltos horizontales, ejercicios de técnica de carrera, etc..todo ello lastrado y bajo el formato de resistencia a la velocidad, serán la otra parte importante de este período. Como entrenamiento complementario, el trabajo diario de técnica de carrera, vallas, pies, con innumerables “drills” y el reforzamiento de la cintura pélvica, acabaran de dar forma definitiva al esquema de este ciclo de trabajo. Este esquema es mas o menos el mismo que he seguido otros años, aunque cada atleta que transita en mi forma de entrenar va progresando año a año en el volumen y la carga a trabajar y en la especificad de su trabajo individual. Este año, por eso, he realizado algún cambio, tanto en la duración del ciclo, solo seis semanas para mis ochocentistas, como en algún contenido, haciendo la preparación de mis atletas, más específica a su prueba. Con ello, pretendo que lleguen a la pista cubierta, sin prepararla específicamente, pero si con más armas para poder defenderse dentro de ese trabajo mas o menos genérico que van a suponer todos los meses de invierno. Por el contrario, su rendimiento en cros, si el atleta no tiene un perfil fondista, va a verse diezmado un poquito, pero no creo que sea cosa que preocupe a los chicos, más bien al revés!

Lo dicho, a pesar de estas 8 semanas………..este lunes empezamos a entrenar.
 
 
 

domingo, 21 de octubre de 2012

Evaluación continua.

Desde mi manera de ver la programación anual de un atleta, la consecución de objetivos programáticos de manera continua es primordial para conseguir las marcas que nos hemos propuesto a principio de temporada. Cada período de entrenamiento tiene su fin y unas líneas básicas a conseguir. Realizamos las sesiones buscando unas mejoras concretas para poder transitar hacia el siguiente período. Tenemos que conseguir los objetivos planteados en cada período para entrar con garantías en el siguiente. Y esta consecución no es más que la realización de las sesiones tal como están programadas. Puede parecer una declaración ridícula, pero no lo es tanto desde el momento de que los atletas no ven esta realidad a veces y dejan de realizar algunas sesiones que tenían una razón de ser en el microciclo semanal o en el mesociclo de rigor. El objetivo final tiene que tener una evaluación continua a través de la consecución de los objetivos de cada período y por consiguiente con la realización de las sesiones tal como estaban proyectadas.

Son innumerables las veces que atletas entrenados por nosotros, no acaban de entender del porqué de los resultados conseguidos, alejados de lo que se habían propuesto. Tampoco se ocupan quizás de echar la vista atrás y de ver/recordar, que partes del entrenamiento se dejaron, confiados de recuperar el terreno perdido más adelante o pensando que no era grave realizar de cualquier manera alguna sesión, o directamente ignorándola por razones no muy claras.

Esa evaluación continua yo la realizo con la cantidad de trabajo realizado de cada sistema energético que programo, no por la intensidad de ese trabajo, al menos durante los primeros meses. Me marco cuanto de cada sistema quiero acumular para entrar en el siguiente período y a partir de ahí cuantifico cuanto me estoy dejando de cada sistema para poder evaluar, reprogramar y aplicar correcciones al entrenamiento. El problema está que, a veces, un atleta por dejadez, ignorancia, o cualquier circunstancia no muy clara se llega a dejar un tanto por ciento importante de un trabajo concreto. Como poder pasar al siguiente objetivo si no hemos conseguido los del anterior período de manera clara? Soy de los que pienso, que poca corrección podemos hacer ahí. Hemos empezado a lo que yo llamo vulgarmente, “dejarnos marca”. Ya no podremos conseguir el objetivo 10, el súmmum!

La consecución de los objetivos planteados están al alcance, pues, de aquellos atletas maduros que entiendan que hay un trabajo a desarrollar, con un volumen óptimo y unas sesiones concretas para conseguir esos objetivos. Al fin y al cabo, como digo siempre, el resultado final viene dado por el nivel de inteligencia de quienes practican de una manera regular nuestro deporte. En atletismo, por desgracia, no podemos vivir de rentas de un buen entreno o esperando al examen final, como en otras disciplinas académicas. Aquí, o te examinas continuamente de manera correcta o deambulas durante el año por los diferentes períodos hasta encontrar tu sitio final con la marca concreta que te has “currado” día a día, de manera poco acertada.

Estamos a punto de cambiar de período. La mayoría ha cumplido con creces sus objetivos. Otros no tanto y parece que su propio trabajo no va con ellos, al menos han reaccionado delante de sesiones de manera muy poco convincente. 

Y es que para superarte y trabajar bajo una evaluación continua, hay que tener ganas de “estudiar” y estar al día y con ganas de empaparte de todo aquello que sabes te hará mejorar!


viernes, 12 de octubre de 2012

Crear sinergias de comportamiento positivas.

Soy de los que creo que las grandes marcas no se consiguen en la pista, sino fuera. Tanto para el que tenga un talento innato como para un atleta que necesite un largo de período de trabajo duro y constante, yo tengo claro que la cualidad que más diferencia el acceso a una gran superación personal es la inteligencia. La inteligencia para saber gestionar una base de actitudes impecables, y saber trasladarla al rendimiento deportivo. En una época con una evidente crisis de valores a nivel adolescente, donde ha imperado el egoísmo por encima de la solidaridad, encontrar jóvenes con las aptitudes necesarias para poder desarrollar un trabajo serio de rendimiento deportivo, cada día es más difícil. Resumiendo, creo firmemente que una persona con nulo interés para desarrollar inquietudes culturales o de formarse académicamente o una persona sin principios, ni hábitos, ni una mínima educación de valores básicos, no están capacitadas para llegar muy lejos. He tenido atletas así y ninguno salió adelante. He tenido atletas que han considerado que eso no era tan importante y se han estrellado temporada si y temporada también contra el muro que suponía su negativa actitud. De manera crítica, he tenido atletas incapaces de controlar ese tipo de comportamientos y la sensación de fracaso personal ha sido tan grande que su actitud ha acabado por verse acentuada y sumida en un callejón atlético sin salida.

Por tanto, mi misión es crear sinergias de comportamiento positivas, luego, el trabajo en la pista pondrá el rendimiento y la calidad individual de cada atleta en su sitio.

Para crear estas sinergias, nada mejor que interactuar entre las diferentes personas implicadas en el proyecto. Crear lazos, relacionarse a través de actividades sanas, no solo ayuda a fomentar el compañerismo, sino que de manera indirecta, ayuda a convertirse en más solidarios y en dejar de lado ese perfil tan egoísta que a veces nos encontramos en la juventud actual.

Esta temporada la hemos empezado realizando más salidas de grupo que otros años, para conseguir esos objetivos. La verdad es que muchos de los nuevos atletas nos lo han puesto fácil, porque nos han enseñado una manera de actuar más amable de lo que estábamos acostumbrados, y tienen mucho interés en compartir momentos y actividades grupales. Ha sido tan fácil, que de manera espontánea y sin mi intervención, la cantidad de interacciones ha sido muy elevada.

Parece mentira, pero si, creo que actividades colectivas como esas ayudan a rendir más a nivel individual, crea bases de valores importantes, como la amistad y resta egoísmo e individualidad a la personalidad del deportista. Finalmente, la interacción de las personas acaban despertando intereses e inquietudes que de otra manera sería más difícil por no decir imposible! Por tanto, a través de estas relaciones mejoramos la actitud del atleta, su seriedad por el trabajo, su inteligencia para gestionar sus cosas y por consiguiente, un máximo rendimiento.

Estas primeras semanas de temporada hemos tenido muchas actividades conjuntas. Quizás la más completa haya sido la excursión al valle de Nuria que hicimos el sábado 6 de octubre. Fue un magnífico día donde lo pasamos genial y nos cansamos bastante después de una exigente caminata a través de senderos del pirineo catalán. No faltó de nada, incluido un papel conjunto de todo el grupo, a la virgen de Nuria, con el deseo de conseguir la mejor de las marcas con la que podemos soñar. Hasta eso hace la dinámica de grupo, que una mayoría no creyente y no practicante se encomiende a una virgen pidiéndole ayuda!

Sin más, os dejo con un pequeño video de nuestra salida a Nuria, un día para recordar con una buena sonrisa.


martes, 2 de octubre de 2012

Un comienzo diferente.

Cada año inicio una nueva temporada (odio el término “pre-temporada”, eso no existe! O se entrena o no se entrena, así que dicho término podría aplicarse mejor al periodo de….vacaciones?)  con objetivos renovados para todos mis atletas. El primer objetivo procedimental (como diría mi buen compañero Vicente Úbeda, ;-) ) es lograr el mejor ritmo aeróbico posible y llego a ese óptimo ritmo aeróbico, individual a cada atleta, a través de un trabajo en progresión. Si, objetivo procedimental, no físico, la capacidad física está ahí, lo que trato de mejorar, y es a lo que me refiero,  es la actitud para mejorar dicha capacidad. Nos falta acabar esta semana, para casi todos, para dar por concluido este período y creo que estamos cumpliendo con esa misión, como cada año.

Como cada año? Mmmmm, no, creo que no. Esta temporada ha tenido un inicio diferente. Si bien, los inicios de cada temporada suelen ser alegres, motivadores, con la gente con muchas ganas y ambición, este año, aparte, con bastante asombro por mi parte, lo hemos iniciado con mucha solidaridad entre la gente. Tenemos mucha gente nueva que ha traído nuevos vientos y nuevas actitudes. Y estas han sorprendido por lo positivas.

Parece que la competitividad entre compañeros, los posibles celos, “las sensaciones de preferencias”, el típico “el entrenador le hace más caso a él que a mi¨ no están presentes y hay un aura de compañerismo que pocas veces había visto en un grupo donde la gente corre mucho. No es que otros años mis atletas se llevasen mal, no es eso, al contrario, eran buenos compañeros, pero la dinámica con la que hemos empezado es bastante diferente a otras temporadas pasadas. Esto pasa en todos los grupos, somos compañeros, pero….Los caracteres y personalidades de cada atleta no son iguales y bastantes veces, a pesar de tratar de inculcar una filosofía y dinámica de trabajo, hay gente que espera de mi únicamente un trabajo físico. Es normal cuando se consigue un grupo de entrenamiento con gente de mucha calidad, donde los diferentes egos intentan hacerse un sitio. Lo difícil de gestionar, y lo digo hace tiempo, es intentar tener un grupo así a partir de un simple grupo de mediofondo de club y esa es mi misión, y la creo posible! Seguir creciendo desde abajo del todo!
Sin embargo, hay pocas dudas ya, la gente nueva ha encajado en la filosofía de trabajo del grupo y esto me da seguridad y poder para poder desarrollar mi trabajo de manera eficiente. Está claro que si vamos todos a una, si dejamos de lado las actitudes poco inteligente y poco razonadas y egoístas, vamos a progresar en conjunto, de manera lineal, ya que la ayuda está presente en cada sesión de entreno. También, una característica que no había pasado hace mucho tiempo es el carácter dinamizador de parte de la gente que ha llegado. De hecho, no nos dejan respirar y estamos haciendo más vida social que ninguna otra temporada! La idea está clara y parece que todos los presentes cada día en entreno están por la labor: “HEM DE FER PINYA!”

En la vertiente técnica poco que contar. El trabajo desarrollado hasta ahora es poco elaborado. Simples sesiones aeróbicas con una progresión en el volumen, incidiendo en el ritmo. Trabajo de reforzamiento de la cintura pélvica, técnica en cada sesión con mi colección de “drills”, iniciación del trabajo de velocidad y fuerza y poco más. Eso sí, con mi particular manera de trabajar todos esos medios (el arte de entrenar). Nada con lo que podamos intuir futuros rendimientos, si bien, como he dicho al comienzo, todo el mundo está cumpliendo con el objetivo principal de este período y su nivel aeróbico es el que buscaba para cada uno de ellos. Mención especial para uno de mis nuevos atletas en este aspecto. El que me generaba mas dudas, ya que subir de distancia a un corredor de 200-400, siempre es muy complicado, ha disipado todos mis miedos en una semana. Su nivel aeróbico es absolutamente de nivel 10 para su apuesta.

Así que explicado nuestro comienzo de temporada, permítanme disfrutar del momento que tenemos, de la dinámica que hemos implantado entre todos, del día a día. Es una joya preciada, cuidémosla!


jueves, 27 de septiembre de 2012

Sacado de contexto….millones de Tarreses!

Hace días alababa a una entrenadora que ahora mismo está dentro de una polémica importante. La alababa por las palabras que había dirigido a la prensa después de tener éxito en la competición deportiva más importante que existe: Los Juegos Olímpicos!

Sus palabras fueron de gratitud hacia sus deportistas por haber creído a pies juntillas la ruta trazada por ella, en los buenos y los malos momentos y que esa fidelidad a una hoja de ruta había acabado con una medalla para sus deportistas.

Resulta que esa hoja de ruta era más que muy dura y la polémica en la hora del adiós de esa entrenadora ha saltado por unas declaraciones de ex integrantes de la selección nacional de ese deporte. Estas declaraciones han tenido mucho eco en la sociedad. Sin embargo, las actuales integrantes del equipo, han declarado que no son exactamente ciertas las acusaciones contra esa entrenadora. Estas últimas declaraciones apenas han tenido eco. Ya hemos colgado en la plaza del pueblo a la otrora exitosa entrenadora.

No voy a defender a la Tarrés, ni pretendo hacer corporativismo barato, entre otras cosas porque desconozco como trabajaba aunque ella no ha escondido jamás su dureza, ni sus deportistas han escondido jamás su libertad para haber escogido trabajar con ese método.

Pero si voy a defender la figura de los entrenadores en general. Ayer leía en una red social como una persona le comentaba a otra en relación al tema Tarrés: “yo me creeré siempre la versión del deportista de élite”. Yo a esta persona le diré, educadamente, que yo siempre me creeré al entrenador, estaré a su lado hasta que me demuestren de verdad, y el admita, que era un incapaz social y deportivo. Al entrenador honesto con su trabajo, eso sí, no al ambicioso a cualquier precio, dispuesto a lo que sea, incluso a traspasar la línea de la legalidad para llegar a sus fines poco éticos pero bañados seguramente en oro ( y no me refiero a la Tarrés, sino a otros especímenes amantes de las farmacias). Y argumentaré porqué, aunque me deje cientos de detalles para que mi argumentación pueda ser completa.

El deportista es por naturaleza egoísta, muy egoísta. Solo piensa en él. Pocos tienen sentido grupal, a pocos les importa una dinámica de grupo, pocos son agradecidos por el esfuerzo diario de la persona que los lleva. He tenido la temporada pasada mas de una docena de atletas. NINGUNO, NINGÚN DÍA durante la temporada se dignó a preguntarme como estaba, fuera el estado que fuera a entrenar. Podría alargar esta situación a las demás temporadas y al 95% de colegas. Cada uno de mis deportistas ha subido simplemente por él, y solo por él, cada día a entrenar. Y yo, como todos mis colegas, hemos acudido diariamente a entrenar por quien? Por nosotros? No! Por nuestros atletas, evidentemente. Todos mis esfuerzos han ido dedicados a ellos. Yo no he ganado ni perdido nada con los resultados de mis atletas, me he quedado absolutamente en la misma situación. Mis atletas, durante toda sus temporadas han pagado religiosamente sus masajes, sus zapatillas, todo cuanto necesitaban y lo ven lógico!……..Todo? No, un detalle, jamás ni pagaron ni se atrevieron a acercarse a preguntar, “creo que te debo algo aparte de mi gratitud por haberme entrenado.” La mayoría de entrenadores de nuestro deporte da un servicio profesional y recibe una ayuda simbólica de sus clubes de procedencia. Con esto, no pretendo reivindicar ningún pago, ni nada por el estilo, solo quiero mostrar una actitud casi endémica de los deportistas, aunque nos llevemos la mar de bien en el día a día.

He entrenado durante los 15 últimos años, igual que la Tarrés, igual que otros muchos entrenadores. Y yo también en algún momento he intercambiado duras palabras con algún atleta. Es inevitable en tanto tiempo! Sacadas de contexto, podría aparecer igual que la Tarrés en la prensa, pero creo que acompañado de cientos de entrenadores, empresarios, trabajadores, padres y madres, etc…si sumamos, tenemos millones de Tarreses, a pesar de que cada uno se mire su ombligo y no esté dispuesto a darse cuenta. Pero también he tenido que sufrir la mala educación de ellos, y lo que es peor, muchas veces duras palabras dichas a mis espaldas, incluidas, muchas, demasiadas, mentiras. Lo mismo que el resto de mis colegas y seguramente incluida la Tarrés. Pero eso no trasciende, ni trascenderá jamás en ningún sitio. No mientras seamos lo que somos. El último eslabón de la cadena. El último, el que nadie se fija mucho, el que menos importa, pero el que tiene el arte, la sabiduría y el buen hacer para conseguir ese rendimiento que acaba por conseguir los sueños de los deportistas. Somos muy prescindibles para todo este tinglado que dice gestionar  algo llamado deporte y para todos sus seguidores “entendidos”. Cuanto se equivocan!

Señor “persona creyente de los deportistas de élite”, un consejo. La próxima vez, lea, piense, intente ser cauto, ecuánime, y sobre todo, infórmese de lo que tengan que decir todas las partes. Si una de ellas no lo hace, espere pacientemente, no se forme una opinión rápidamente y menos de la parte egoísta del conflicto. Le dejo una de mis frases que dirijo a mis deportistas cuando su actitud no es la mejor y se lo tengo que reprochar. “No me dedico a joder a mis atletas, no puedo perder el tiempo en eso, ni gano nada con ello. Tenemos un compromiso mutuo, y no lo estás cumpliendo”
 
 
 

lunes, 24 de septiembre de 2012

Temporada 2012-2013 3.0

Entramos en la 3ª semana de entrenamiento de la nueva temporada y aún no he dicho una sola palabra sobre ello. Tiene un motivo la espera. Hasta este fin de semana no estamos todo el grupo completo y valía la pena esperar ya que tenemos muchos cambios, y algunos sorprendentes, inesperados incluso!

Y creo que no hay mejor sitio para presentar a mi grupo de entreno para la nueva temporada que una rodada por Canyamars, nuestro bosque fetiche y un buen sitio para integrar tanta gente nueva y gente que ha vuelto a apuntarse en este nuevo proyecto. Todos son bienvenidos y todos empiezan con unos objetivos motivadores y con ganas de trabajar largos meses a por ellos.

Tengo el placer de haber recibido 8-10 atletas nuevos en mi grupo de entrenamiento de los cuales 3 vienen con registros importantes. La pareja de andaluces Juan Sarria con una marca personal en 400 m.l de 48’’39 en 400 viene dispuesto a dar el salto de prueba y apostar por los 800 metros. Junto a él, Almudena Rodriguez sevillana, especialista en 1500 y atleta completa con marcas de 2’08’’45, 4’23’’55 y 9’44’’02, se han desplazado a vivir a Mataró y han depositado toda su confianza en mí para poder dar el salto de calidad que tanto esperan. Me siento abrumado y muy halagado por ello. Atravesar todo el país para recalar en mi grupo no me había pasado hasta ahora. No os podéis imaginar hasta donde ha de llegar mi grado de compromiso por semejante apuesta! Por otro lado, una balear que ha trasladado su residencia a Catalunya para estudiar, Atteneri Tur, también ha depositado su confianza en mi después de un año en blanco por problemas de espalda y viene dispuesta a mejorar sus 4’27’’64 que tiene como mejor marca personal en los 1500 y sus 9.43.8 que atesora en 3000 metros lisos.
Otros atletas con buenas marcas, pero algo más modestas, también han recalado en el grupo con la motivación de ver una gran mejora en sus prestaciones. Carlos Diaz, Eric Reüll, Esther Tomás han empezado su temporada con mucha motivación y no les pienso defraudar!

Sin embargo, hay cosas que me han hecho mucha ilusión, como ha sido la vuelta de tres atletas que habían abandonado la práctica del atletismo y que la ilusión de volver a sentir lo que es correr lo has traído de vuelta a nuestro grupo. Me motiva especialmente que aguanten toda la temporada y que podamos sacarles un rendimiento que les llene y les compense el esfuerzo empleado. Son Carlos Robles, Uri Ciurans y Judith Llavero.

Para acabar con las altas, 4 novatillos dispuestos a saber y experimentar de que va esto del mediofondo y fondo han sido valientes y se han presentado sin manías a ver que pasa por aquí. Son Lydia, Sara, Xavi y Mireia. Veremos con ganas si mejoran rápidamente!

No puedo olvidar a las personas que formaban parte de mí y siguen depositando su confianza en mi sistema, a pesar de que con algunos de ellos no hemos tenido los resultados esperados este último año. Gracias a Mary, Marina, Eva, Clara, Oriol, Joan, Moha, David, Carlos, Kiki y Adrià por seguir confiando en mí! Mas que eso, por seguir CREYENDO en mi. Algunas de estas personas que acabo de nombrar, ha demostrado ser honesta, y ha sabido ver que su falta de rendimiento no estaba ni en el sistema, ni en el entrenador, ni tan siquiera en un ciclo acabado, sino que la respuesta estaba en su actitud. Espero daros todo cuanto esperáis de vuestro entrenador. Motivación y compromiso no me faltará, os lo aseguro!

Seguramente, estadística comprobada con los años, no todos estén aquí llegados navidad, espero, con ilusión y trabajo, intentar motivar a todos mis atletas para demostrar que los números a veces se equivocan.

Como podéis comprobar, no todo han sido altas. Han habido algunas bajas importantes que echaré mucho de menos. Por la circunstancias que hayan sido, tengo atletas que han dejado de confiar en mí. Siento haberos fallado si así lo consideráis. En todo caso, os seguiré apreciando mucho y como he dicho antes, se os echará de menos. Alex Rodríguez y Victoria Sauleda, principalmente, han buscado una nueva oportunidad fuera de aquí.

Pero este tren sigue, y muchos objetivos nos esperan. Hay que ponerse a currar mirando adelante, hay que ser optimistas y amar este deporte. La vida, en todas sus facetas, nos pone a prueba y esta es una más. Si nos hemos caído, nos volvemos a levantar. Superación es la palabra que toca afrontar ahora. A por ella, pues!


sábado, 15 de septiembre de 2012

Atletismo de diferentes velocidades.

Es difícil cumplir mis objetivos como entrenador. Quiero llegar a tener uno o varios grandes atletas a partir de un grupo formado en un simple club. Es difícil gestionar un grupo a varias velocidades, es problemático por las singularidades de los atletas que uno entrena. No todos son de la misma calidad, no todos tienen la misma oportunidad, ni todos piensan invertir su vida en lo mismo. De hecho, muy pocos me plantean, a pesar de entrenar muy duro, querer llegar a ser internacionales absolutos. Viven con los pies en el suelo, no tienen ambición o simplemente viven acomodados esperando que les caiga por arte de magia unos resultados que si no se buscan con ahínco no se encuentran. Creo más bien que creen que eso no va con ellos, lo ven lejos y no lo ambicionan. Es simplemente un sueño que seguramente creen que no llegará. El problema está cuando alguien SI me plantea querer llegar, SI me plantea ambicionar y querer sacrificarse. Ahí surge un atletismo de diferentes velocidades.

El problema surge, seguramente, porque sus compañeros ven a ese atleta igual a ellos, y no diferente. En resumen, ven que sus opciones de llegar a algo está muy lejos y no entienden el sacrificio que está dispuesto a hacer este atleta por su sueño.
Tampoco entienden el sacrificio que hago yo, con el objetivo de mi atleta y con mi compromiso a ayudarle a conseguir su sueño. He tenido problemas por entender algún atleta que no debía dar la dedicación pertinente a otro atleta a pesar de querer llegar muy alto.

Es difícil entender por parte de algunos atletas los deseos de sus compañeros, y mi implicación en ellos. Surge una vena egoísta que acaba degenerando en problemas, y más adelante en posibles abandonos con o sin reproches.

Yo siempre he sido muy claro al empezar a entrenar a un atleta. Mi compromiso será el mismo que el propio compromiso y objetivos que se marque el atleta para si mismo. Por tanto, si un atleta me pide y se marca como objetivo llegar muy alto, mi compromiso es proporcionarle el entrenamiento con el que pueda conseguir sus objetivos. Por consiguiente, solo empezar la temporada, cada atleta tiene sus objetivos, sabe el de sus compañeros y yo me empleo a fondo para que cada uno consiga el suyo. Ahí marcamos las diferentes velocidades. Porque, es acaso lo mismo intentar ser internacional absoluto, con intentar una mínima junior o un atletismo autonómico? No es lo mismo y no se entiende del todo. Requiere de una dedicación diferente por parte del atleta y de una atención diferente por parte del entrenador, al nivel del objetivo planteado.

El trabajo de un entrenador también esta en hacer comprender que este deporte es muy duro, y que la decisión de algún deportista de invertir su vida en él es digno de admirar. Siempre nos marcamos objetivos difíciles pero realizables, por tanto, muchas veces caemos y tenemos que volver a levantarnos. Ahí es donde algunos entendemos la lucha y sacrificio de ese atleta y donde otros ven solo incapacidad para esos objetivos y desvalorizan el objetivo de dicho atleta.

Si este o cualquier grupo quiere llegar a tener esa calidad a la que aspiro yo, deberá entender y apoyar al 100%, tal como hago yo, a aquellos atletas que deseen y sueñen con querer llegar muy lejos. No hay mejor manera que hacerlo que animando a aquellos que tengan la oportunidad de tener ese éxito porque lo persigan y entendiendo y apoyando sin fisuras que tener varias velocidades de atletismo en un grupo no ha de suponer conflicto alguno, sino más bien al contrario, y celebrar con orgullo y como si fueran propios todos aquellos éxitos que se consigan. 


martes, 11 de septiembre de 2012

Como hacer soñar a cuantos nos rodean?

Día importante ayer. 10 de Septiembre de 2012, día elegido para el inicio de una nueva temporada y día de importantes decisiones que cambiarán en un grado alto el devenir de este grupo.

Día de mucho calado y significado. Reunión con algunos de mis atletas con importantes decisiones que cambiaran el futuro conjunto de ellos conmigo. Día de poner sobre la mesa mis impresiones, de explicar cuanto me compensan algunas de las cosas que me rodean, de explicar que ya no pueden ser muchas actitudes y de escuchar las inquietudes, preocupaciones, motivos y decisiones tomadas por ellos. Día de recibir a gente nueva y dirigir mi primer entrenamiento de esta nueva temporada. Día de explicar con motivación, una programación anual realizada con mimo, independientemente del nivel del atleta. Día de comprobar que gente esperada no hizo acto de presencia y que quizás esta aventura atlética ya no motive lo suficiente. Día de llamadas, de confirmación de compromiso, de órdenes de entrenamiento, de citas atractivas de posibles compromisos atléticos cercanos y futuros. En pocos días estaremos todo el grupo junto en marcha, con importantes y motivadoras incorporaciones y retos atractivos.

Y día de reflexión y confirmación de mis principios y valores por encima de unas simples sesiones físicas. Por la noche, nada más indicado que una de esas sesiones de motivación importante con la visión de Invictus, grandioso mensaje de cómo poder cambiar tu destino a partir de tus sacrificios, convicciones y valores. Película llena de frases poderosas, que generan identificación al 100% a la causa por la que este entrenador lucha día a día, durante unos cuantos años ya.

“Como podemos soñar con algo grandioso, cuando no tenemos nada con lo que soñar? Como hacer soñar a todos cuanto nos rodean?”

“No oís? Escuchad a vuestro país! Es ahora o nunca! Este es nuestro destino!”

Hoy, martes 11, día festivo y otra señal en el mismo sentido. Vuelvo a recordar a Asun Estruch leyendo el mundo deportivo. Que gran mujer, que personalidad e intensidad en todo lo que se aplicaba. Hoy, recordándola, he visto reafirmado mi camino como entrenador y el sentido que quiero darle a este camino. Somos un equipo, un grupo, con una formación, unos compromisos y unos valores a inculcar. Quiero ser más que unas simples series de mil, quiero ser más que unas simples marcas. Quiero entrenar a superar problemas y disfrutar de todas las batallas interiores ganadas. Quiero enseñar a valorar cuanto vale el sacrificio que realizamos y como hemos de disfrutarlo. Quiero que veamos las caras del triunfo y la cara del trabajo y la derrota. Y por supuesto, en el ámbito en que trabajamos, quiero lograr los objetivos marcados para todos mis atletas, que todos se sientan realizados y aquellos que no lo consigan dentro de 10 meses, que estén preparados para levantarse y volver a intentarlo. Estoy plenamente convencido que así se consigue correr mucho más de lo que podemos llegar a creer. Las marcas no están en la pista, están en nuestro interior!

Hoy hago mío el final del poema de finales del 19, que sirve de lema a la película y que inspira mi compromiso, mi libertad y mi liderazgo en lo que llevo a cabo:
 
“Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma”



martes, 28 de agosto de 2012

Cualquier tiempo pasado se puede mejorar!

Ha acabado una muy larga temporada 2011-2012. La verdad es que soy de los favorables a tener una temporada larga similar a esta cada año. Me explico. No tiene ningún sentido que en un deporte formado por una gran mayoría de estudiantes, la mejor forma física y los entrenamientos más intensivos se deban buscar justo a final de curso, en plena vorágine de exámenes. Yo sería partidario de empezar las temporadas más tarde, en Octubre, y utilizar los meses de vacaciones, Julio y Agosto, para desarrollar todo el calendario estival, exactamente igual que lo que podemos encontrar en los calendarios del resto de países europeos.  Creo que así llegaríamos a un mejor rendimiento del atleta. Que nos quedaríamos sin playita y sin viaje a las Molucas? Bueno, “sarna con gusto no pica”, dicen…

Mi valoración final de esta temporada es de un notable, un 7 diría. Es difícil conseguir el 100% de los objetivos planteados para todos mis atletas. Ha habido éxitos, muy buenas y buenas marcas, y, como en todo grupo de entreno, problemas. Con los datos fríos en la mano, podemos decir que se han logrado muy buenos cronos con bastantes atletas, hemos vuelto a ganar un campeonato de España, hemos logrado ser internacionales absolutos y sacado medalla en un campeonato de España absoluto. Hemos seguido pisando la final absoluta de una prueba muy difícil como los 800 metros. Hemos sido partícipes de un gran record de 4x400. Hemos recuperado a un atleta después de dos años lesionado y hemos logrado muchas marcas personales (a propósito, se que debo unas cuantas pulseras, pero no estábamos todos para hacer fiestita y celebrarlo, así que en septiembre saldo mis deudas!). Pero no todo se justifica con simples marcas en carreras. Hemos tenido diversos problemas que nos han mermado el rendimiento muchas veces. Y tenemos que arreglar eso y valorar que es lo mejor para el atleta y porque no, lo mejor para este entrenador y este grupo de entreno.

También hay sitio para otro tipo de valoraciones, muy positivas. Hay gente que hay que valorar el esfuerzo descomunal que ha hecho esta temporada. Tengo atletas que solo han vivido entre sus estudios y los entrenos, dejando de lado el resto de actividades. A esos atletas les debo un reconocimiento, creo que el trabajo que han hecho ha sido excepcional en ese sentido. Tengo atletas que han bordado la programación que hemos llevado a cabo. Diseñada en septiembre y siendo una verdadera apuesta arriesgada, hemos sabido llevarla a cabo de manera impecable, y se ha visto en el resultado final de toda la temporada. En la vida, hay muchas caras y se pueden valorar las cosas desde muy diferentes prismas.

Me preocupa aquellos atletas que lo han intentado y que no han conseguido ningún rendimiento en su temporada, y más para el que ha encontrado una forma excelente pero ni así ha podido estar a su nivel. Hay que solucionar los problemas de actitud, los miedos, presiones externas, etc… que han condicionado el rendimiento de estos atletas. Son con los que más responsabilizado me encuentro, no he sabido arreglar sus problemas por más que ellos pusieran la mejor de sus voluntades.

También habrá que poner sobre la mesa los diferentes egos de mis atletas. En un deporte individual, el ego de cada uno es el que parece decidir el camino de cada deportista. Aquí chocamos en la filosofía de la cuestión, ya que no considero a este deporte, individual, sino de equipo. Equipo formado mínimamente por dos personas, atleta y entrenador, amén de otros posibles integrantes ( grupo de entreno, fisio, médico, psicólogo, club, etc….). Este ego existe, aquí y en todas partes, y ha mermado en alguna ocasión de manera determinante el rendimiento de algunos de mis atletas. Nos sentaremos a hablar, pondré sobre la mesa el problema y se resolverá de acuerdo a los intereses individuales del atleta o en beneficio de la filosofía de este grupo de entreno. Hay vicios de hace muchos años que han llegado a su fin en este sentido.

Vienen tiempos duros, de más sacrificios si cabe. Eso hace que la valoración del futuro esfuerzo tenga que ser aún más importante. Eso lo han de entender todos en este grupo de entrenamiento, valorar en su justa medida el esfuerzo de cada integrante de este grupo. Por eso, renovado mi compromiso con mi grupo y sabedor del esfuerzo que voy a hacer, sabiendo las dificultades que me voy a encontrar, quiero atletas fieles, responsables, justos y con inexistencia de egoísmo y egos orgullosos.
A cambio, yo les ofreceré a todos mis atletas, mis años de experiencia, mis conocimientos, mi plena dedicación y motivación  y les diré que para mí, cualquier tiempo pasado, se puede mejorar.



domingo, 19 de agosto de 2012

Competiciones “aperitivo”.

Hace meses programé con mis atletas un calendario de competiciones para conseguir sus marcas. Situadas de manera estratégicas en su calendario han ido pasando con mayor o menor suerte con cada atleta que entreno. Ahora mismo, solo aguantan entrenando mis tres atletas que acudirán al campeonato de España absoluto y hace meses decidimos que una semana antes del campeonato, después de estar entrenando entre 4 y 6 semanas sin competir, competiríamos en el meeting de la Flanders Cup “Meeting voor Mon” en lo que yo podría llamar “meeting aperitivo”. 
Si, los mítines “aperitivo” son aquellos que ponen en movimiento la dinámica de la competición, pero sin renunciar a hacer marca personal. Estas en plena forma y quieres probarte antes de que llegue el objetivo que te habías marcado. La prueba se ha saldado con un notable alto. Así es como lo podríamos puntuar con el siempre presente carácter insatisfecho de todos los atletas después de correr, siempre piensan que podrían haber corrido más! Una tercera mejor marca personal de siempre para Alex y una segunda mejor marca de siempre para Mary marca ese notable alto. Uno porque no ha podido refrendar lo que creemos que valemos vendo las últimas sesiones que hemos realizado. La otra porque después de sus dos últimas traumáticas competiciones en un fin de semana negro, ha podido recuperar sensaciones perdidas con un muy buen tiempo. Podrían haber dado un salto cualitativo pero no ha podido ser y sin embargo, al tener la sensación de ser un meeting de puesta a punto para el absoluto, la valoración después de correr es muy positiva. No habrá tiempón, pero todo está OK para el asalto de la semana que viene en Pamplona.
 
La temporada se ha hecho muy larga, y sin embargo la estamos sacando adelante como no podíamos esperar, ya que llegamos bastantes frescos de piernas y mente y con muchas ganas de competir en el nacional. Los tiempos nos siguen saliendo y hemos sabido competir también. No solo así de bien llegamos, sino también cumpliendo a rajatabla, cada uno, su diferente programación realizada allá en el mes de septiembre  y que hemos comprobado que lo que decidimos en cada caso, tres programaciones muy diferentes con los tres atletas, ha estado mas o menos acertado.  O este entrenador tiene una varita mágica a la hora de programar o los atletas están muy por encima de cualquier programación y cuando hay talento y ganas lo demás no importa. Solo así se entiende de que nos encontremos en una buenísima forma y con ganas con programaciones tan dispares como:

1/ Toda una programación anual atrasada para llegar frescos a final de agosto estirando los períodos de entrenamiento más de lo habitual y escogiendo muy bien las pruebas a competir, que han sido 10.

2/ Una programación con una puesta en forma para la segunda quincena de julio y con un mesociclo de 4 semanas de preparación para el absoluto con la característica de organizarla con muy pocas competiciones, solamente 6 en esta temporada al aire libre.

3/ Una programación dirigida a debutar con el equipo nacional a principio de junio, con una puesta a punto a final de mayo (se consiguió), una búsqueda de un buen crono a principio de julio (un desastre, mejor no hablar) y un mesociclo de 6 semanas de preparación para el campeonato absoluto con 10 competiciones en total en esta temporada al aire libre.

Ya se ve, nada que ver una con la otra y sin embargo a una semana del absoluto los tres están frescos y con ganas de trasladar a la pista los tiempos de entreno de estas semanas.

Ahora solo quedan dos sesiones con “picante”, un lunes donde cada uno de mis tres atletas elegirán que sesión de trabajo anaeróbico quieren hacer, dependiendo del tipo de que distancia a entrenar les motive más de cara al fin de semana y un miércoles donde les espera un pequeño interval de doscientos metros fácil de sacar adelante. Ya no hay tiempo para más. Han sido 4, 5 y 6 semanas para cada uno de mis tres atletas de duro entrenamiento, una competición “aperitivo” para buscar sensaciones para dos de ellos, y entramos en la semana final.

Estoy en pleno agosto y sin embargo no me encuentro saturado. Apenas podré descansar después de acabar la semana que viene. El 10 del siguiente mes vuelta a empezar para todos aquellos que acabaron su temporada en julio. Para estos tres atletas que aún siguen vivos, cuatro semanas de cura de engorde al más puro estilo Ovett. Olvídense de correr, no hay nada más cómodo que un buen sofá donde estirarse, aunque me consta que no hará falta ni que dé la orden.



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