"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

lunes, 28 de diciembre de 2015

"Quiero todo esto."

Cada fin de semana, al volver a casa después del entrenamiento o de una competición, escucho en el coche el mismo programa de radio, “Tot es comedia” un programa sobre cultura de la cadena SER y presentado por la periodista Rosa Badía . En cada edición se cierra el programa de la misma manera. Un personaje famoso de la cultura, actor, escritor, director de cine, etc… hace su propio poema basado en el de José Agustín Goytisolo titulado “Quiero todo esto”. Para quién no lo conozca es un poema donde el autor plasma todo aquello que quiere en la vida y en su vida con una visión actual, crítica, humorística, comprometida, etc… http://www.viulapoesia.com/pagina_2.php?itinerari=26&tipus=2&subtipus=2&idpoema=351
De tanto oir siempre el mismo final de programa, hace tiempo que me propuse hacer mi propio “quiero todo esto” y evidentemente centrado en nuestro mundo particular. Hoy ha llegado el día que me atrevo con ello y espero no defraudar a mucha gente, y si sorprender, explicando que es lo que yo “quiero”. Allá voy!

Quiero correr.

Quiero correr, mejor, quiero volar, pero sobre la pista.

Quiero entrenar y superar aquello que hice de joven.

Quiero que mis ídolos vuelvan a entrenar y quiero entrenarlos.

Quiero una final Olímpica de milquinientos de ensueño.

Quiero ver en esa final a Bannister, Landy, Haeeg, Elliot, Snell, Ryun, Walker, Keino, Ovett, Cram, Coe, Aouita y El Guerrouj.

Quiero que la gane el mejor y que sea yo quien decida quien lo es. Quiero correr esa final también!

Quiero ser el fotógrafo de la famosa foto de Seb Coe en Moscú con 4 brazos, y la del niño rogándole un autógrafo a su ídolo, en Oslo.

Quiero ser quien le regaló a Steve Ovett su mítica camiseta de la URSS y quien regaló su famosa gorrita a Dave Wottle.

Quiero que cada 6 de mayo retransmitan la Milla en la que Bannister bajó de 4 minutos. Y que se hagan tertulias y debates sobre la carrera.

Quiero ganar la Dream mile de los Bislett’s Games. Y al año siguiente que la gane uno de mis atletas. Y al siguiente, porque no? Repetir!

Quiero hacer el circuito europeo verdadero. Quiero correr en Oslo, Zurich, Bruselas, Coblenza, Berlín, Niza, Turku, Estocolmo y en el Crystal Palace.

Quiero también ser un “finés volador”. Quiero ir a Volodalen con Olander y hacer dunas con Cerutty en Port Sea. Quiero correr en hierba con Lydiard.

Quiero volver el tiempo atrás y rehacer ciertas “deudas pendientes” y merecedoras.

Quiero que Jorge Gonzalez Amo sea el primer español sub 3:40 en 1500.

Quiero ver ganar al “Taca” Prieto un mundial de cros.

Quiero que Carme Valero, sea campeona del mundo de cros el mismo año que campeona olímpica. 

Quiero que ese año sea 1976.

Quiero ver a Mariano Haro girar la vista atrás y ver a todos sus rivales en la final olímpica de los 10.000 metros.

Quiero burlarme de todos los dopados. Quiero que sepan que son un fraude, quiero que desaparezcan del mundo del deporte.

Quiero que salgan todos los nombres del presente y del pasado y poder decirles bien alto y a la cara “SOIS UN FRAUDE” sin sentirme el culpable yo y las victimas ellos, como ocurre ahora.

Quiero que me acompañen para decirles eso, TODOS los atletas españoles.

Quiero que el señor Odriozola se dé cuenta del atletismo irreal que vivimos en el pasado reciente. 

Quiero que pida perdón y que diga en voz alta quien fue tramposo.

Quiero apartados también a todos aquellos que hicieron posible esa gran trampa.

Quiero que los managers, aparte de números, sepan a quien realmente representan.

Quiero que los beneficios de las grandes marcas deportivas se inviertan en ayudas a los atletas. 

Quiero que eso ocurra con TODOS los beneficios.

Quiero una pista de atletismo en cada pueblo de este país. Quiero ver a muchos niños y niñas corriendo.

Quiero una pista también en todos los bosques, escondida entre los árboles.

Quiero que las avenidas y calles de todas las ciudades estén reservadas únicamente para correr o caminar.

Quiero atletismo en todas las escuelas, y por qué no, en todas las residencias de la 3ª edad.

Quiero correr con lluvia, frío, calor y en todas las condiciones y ser inmune. Quiero disfrutar siempre del paisaje y del camino y no pensar en que puedo enfermar por no estar bien abrigado.

Quiero ver erradicadas las lesiones, las enfermedades, las anemias y todo aquello que hace parar a gente sacrificada. Quiero que aunque sean cosas imposibles, ocurran.

Quiero entrenar lo mejor que sé y que mis atletas se dejen entrenar así, con esa oportunidad.

Quiero soñar, quiero trabajar, quiero conseguir, si, hablo de bajar de 2 minutos en 800…y de 1’45 también. Quiero poder otorgar sueños como ese a atletas ellos….y atletas ellas!

Quiero que haya llegado la hora de explotar y conseguir ese sueño llamado dos vueltas.

Quiero seguir enamorado por los años de los años de los ochocientos metros.

Quiero batir el record del mundo de mi distancia favorita cada día durante los próximos 10 años. No, mejor durante los próximos 15.

Quiero ver correr una carrera durante 1 minuto, 39 segundos y 99 centésimas. Ni una más ni una menos. Quiero poder contarlo y exagerar lo que he visto.

Quiero implantar en el mundo el día mundial de los ochocientos metros! Y también el del milquinientos! Quiero que esos dos días, la humanidad entera corra esas distancias.

Quiero ser diseñador de pistas y caminos. Quiero darles a todos los atletas la oportunidad de tener su propio paraíso.

Quiero agradecimiento, quiero solidaridad, quiero sacrificio, quiero gratitud, quiero limpieza. Quiero que se asocie esas palabras a la palabra “Atleta”

Quiero disfrutar del camino por encima de las marcas. Quiero erradicar el egoísmo, la rivalidad y el egocentrismo.

Quiero una verdadera medalla de oro a cada último clasificado de una carrera. Y un aplauso de todos sus rivales a su llegada a meta.

Quiero que todo el mundo felicite antes a quien no gana, a quien no se supere, a quien no le fueron bien las cosas, antes que al que tiene la gloria del triunfo.

Quiero jornadas laborales de 20 horas semanales para que todos los runners puedan preparar sus maratones preferidas.

Quiero que todos mis "ruteros" mejoren por lo menos en 15 minutos su marca personal en cada maratón que hagan. Y quiero que sus cuñados se mueran de envidia.

Quiero que al nacer, a todos nos regalen un chip amarillo.

Quiero que el himno de todos los países sea “Carros de fuego” de Vangelis.  O en su defecto, el himno Olímpico.

Quiero hacer un monumento a cada entrenador .  Quiero que se les pague como a un ejecutivo, como a un banquero,  con la diferencia de que ellos si son íntegros.

No quiero plantar un árbol, ni escribir un libro, quiero algo que llene mucho más. Quiero correr un maratón!

Quiero, quiero, quiero…quiero que estén todos ustedes….preparados! listos! Ya!



jueves, 10 de diciembre de 2015

La vida es un ciclo que se repite. Vuelta al principio de la historia.

La vida es un ciclo que se repite cada cuanto, siempre volvemos hacia nuestros pasos de manera renovada, eso sí, pero todo siempre vuelve a empezar. El atletismo que practico junto a mi grupo de entreno no se salva de esta permanente rueda y veo con inusitada ilusión como de repente he vuelto al principio de toda esta historia ante la aparición de un pequeño grupo de increíbles y jóvenes atletas de muchísima calidad que, día tras día, en entrenamientos y competiciones sorprenden con sus prestaciones.

Como mi lugar de trabajo natural se sitúa en un club de ciudad, trabajo con atletas a partir de edad cadete y algún infantil que ya se empieza a decantar por las pruebas de resistencia. Por tanto el grupo, aunque es homogéneo en las pruebas que entreno, es bastante heterogéneo en las edades de todos sus integrantes. El grupo lo componen niños y niñas entre los 13-14 años hasta los veintilargos y algún treintañero y somos 28 atletas en total. Las distancias de entrenamiento van desde el 600 hasta la maratón, por tanto cada día, cada uno trabaja su sesión dependiendo de la distancia que entrena y su edad. Eso hace que las sesiones estén bastante individualizadas y sea común estar controlando 5, 6 o 7 tipos de entrenamientos, cada uno con sus matices e individualidades, a la vez.
El salto de calidad de este grupo de entrenamiento apareció hace ya unos 10 años con la irrupción de un pequeño grupos de chicas en edad cadete y ya una experiencia acumulada con varios años como entrenador,  que nos llevó a conseguir medallas a nivel estatal e internacionalidades en categoría junior, promesa e incluso absoluta. Esta dinámica supuso una apuesta en mí y en mi dedicación a nuestro deporte y generó toda una serie de vivencias que nunca imaginé poder vivir. Sin embargo, sin haber acabado aquel proyecto, ya que pretendemos llegar a lo más alto que se puede llegar, los grandes campeonatos, este pequeño grupito de 6 atletas en categoría femenina ha surgido desde abajo, desde nuestra escuela de atletismo con una fuerza que ilusiona una vez más por las posibilidades que se presentan en el futuro.

Ya no es por la calidad demostrada en cada entrenamiento, ni tampoco por las prestaciones en competición, sino por algo que no pasó en su día con ese anterior grupito, y es la dinámica que estamos aplicando en cada sesión de entreno. Las chicas están subiendo aplicadas y maduras. Aplican con  una responsabilidad fuera de lo normal para su edad las instrucciones que reciben de mi parte hasta en los pequeños detalles, como simplemente la vuelta a la calma ordenada al final de las sesiones. Desde el inicio de temporada, puedo aplicar de manera organizada todo lo que me había propuesto. Hasta las sesiones más duras parecen realizadas por atletas veteranas y no por novatas que ven una estructura de entrenamiento especifica a unas pruebas por primera vez.

Lo que explico no quita que trabaje con adolescentes de 14 añitos, con todas sus inquietudes propias de su edad, pero donde esperaba “guerra” en todos los sentidos, me estoy encontrando con verdadera responsabilidad, una grandísima y muy buena sorpresa que no esperaba al empezar la temporada, no así la calidad del grupo que ya sabía que era alta. La consecuencia de todo esto es la calidad de los entrenos que realizamos. Podría asegurar que he conseguido hacer el 95% de las sesiones previstas sacando alguna corrección que he debido hacer por las competiciones del calendario, pero es que incluso no he debido suspender sesión alguna por enfermedad, rarísimo de ver en estas edades donde cuidarse es algo que no forma parte en ningún momento de sus vidas desorganizadas.

Donde llegaremos es una incógnita aún, pero lo que si vemos a día a día es superación de aquello que teníamos registrado hasta el día de hoy, que ya era importante. No deja de ser ilusionante ver y comprobar que aquello que parecía irrepetible, vuelva a mostrarse incluso mejorado. Ahora es el turno de trabajar, sumar, corregir errores con la experiencia previa de haber pasado por aquí y disfrutar de todo aquello que tenga que venir, éxitos y fracasos incluidos. 


jueves, 3 de diciembre de 2015

Especialista en los atletas que entrenamos.

Siento que la  “futbolización” está llegando al atletismo, o al running, como prefieran..….y pretendo escapar de ella! Las redes sociales han sido implacables y hoy día, aparecen especialista por todos lados. Estamos “on fire”, el running es tendencia y se nos bombardea constantemente con cientos de mensajes relacionados con la preparación de un corredor. Digo la futbolización porque parece que ahora  cualquiera es capaz de entrenar a un corredor, cualquiera es capaz de entrenar a un deportista dispuesto a correr cualquier tipo de distancia. Los planes de entrenamientos han conquistado la red y las publicaciones afines a nuestro deporte. Incluso, más que nunca, aparecen colegas de profesión que a través de las redes sociales nos inundan de artículos divulgativos, técnicos o sentando teoría propia, proclamando verdades absolutas que muchas veces, demasiadas, no lo son tanto. He visto más de una vez enzarzarse en una discusión sin sentido a alguno creyendo ser poseedor del santo grial de la teoría del entrenamiento y experto en fisiología del ejercicio. ¿De verdad que hay la necesidad de querer adoctrinar para promocionarse?

Yo, modestamente con mis conocimientos, prefiero seguir con una formación íntima sin tener que decirle a nadie de la perfección de lo que hago o de mis ideas, asumiendo totalmente mi imperfección en la materia. Harry Wilson, al que tanto recurro muchas veces (no en el plano técnico, pero si en sus mensajes), decía con mucha razón que solamente eramos expertos de los atletas que entrenabámos,  y es una gran verdad, ya que cada individuo es absolutamente diferente a otro, y no refiriéndome fisiológicamente,  sino emocionalmente y en la realidad del día a día en su proceso de entrenamiento.

Yo me siento, como siempre me comenta un colega catalán al que le están yendo muy bien las cosas, un entrenador de a pie de pista. No me siento con la inquietud de teorizar ni de adoctrinar deportivamente a nadie, solo a mis atletas, que, evidentemente, reciben de mi los mensajes de cómo yo veo y siento este deporte. Un entrenador a pies de pista que cada día se encuentra con el verdadero atletismo que se realiza en cualquier rincón del país, un atletismo que no trata de aplicar, por encima de todo, la última tendencia en entrenamiento de resistencia (en mi caso), sino un atletismo que intenta gestionar las emociones de cada uno de mis atletas en su proceso de entrenamiento diario. Por que lo que día a día debo gestionar, no es el sistema que aplico, no es la última moda de trabajo de potencia aeróbica impuesta por algún gurú y publicitada a través de las redes sociales o en gimnasios por quien sea, sino los factores externos e internos que afectan a cada atleta que entreno para que pueda desarrollar su sesión. Yo día a día tengo que luchar para que mis atletas HAGAN una buena sesión de entrenamiento, estén satisfechos con ella, y estén motivados con su estado de forma. Debo gestionar las emociones de aquellos que están lesionados, debo motivar a aquellos que se sienten inseguros, debo comprender a aquellos que se caen y ayudarles a levantarse, y debo apoyar a aquellos que con problemas personales se les hace una montaña superar el entrenamiento, pero que con una voluntad envidiable siguen día a día entrando a las pistas donde entrenamos cada tarde.  
No sé si en otras partes del país mis colegas de profesión entrenan máquinas, pero lo que yo me encuentro cada tarde son personas que se escapan de la aplicación fría de la teoría del entrenamiento y la verdadera tarea es otra muy diferente, gestionar emociones, “coachear” a mis atletas, con mis conocimientos técnicos aplicados a su realidad diaria.

Quizás nunca tenga algo realmente interesante que decir a nivel técnico en público, pero no es ese mi objetivo. Mi idea de entrenador es radicalmente opuesta, es estar a pie de pista, donde realmente no solo se pueden aplicar las ideas que uno lleva dentro, sino que, plagado de cientos de factores diferentes cada día, uno aprende a ejecutarlas para conseguir lo mejor que lleva dentro  cada uno de los atletas que dirije.  




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