"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

sábado, 24 de noviembre de 2012

No tengo memoria suficiente.

No tengo memoria suficiente para recordar todas las acciones que como entrenador he dedicado a mis atletas. Cuantas miles de horas en tantos años dedicados a fondo perdido, al principio en unos niños que, generalmente, llegaron a ser adultos. Horas de ordenador, horas de entrenamientos, horas de viaje, cientos de gastos! Miles de anécdotas y recuerdos de unas mismas personas a lo largo de los años… Ser entrenador, principalmente es eso. Es casi vender tu propia vida, sacrificarla más de lo debido, aunque se quiera, para invertirla en unos locos bajitos o adultos, sin pedir nada a cambio, que muchas veces acaba de manera traumática y otras de manera feliz, pero que en cualquier caso te acaba compensando, a pesar de que algunas veces te cruces con personas que no valoran el trabajo de los técnicos, tu trabajo durante muchos años.

He aprendido hace tiempo, que no puedo pedir que valoren mi dedicación, porque no lo harán en un tanto por ciento alto ningún atleta. Tantos entrenamientos diarios durante tantos años, convierte lo excepcional en rutina y eso hace perder la perspectiva real del trabajo de uno…o más bien diría de las locuras que uno llega a hacer dedicadas todas a los atletas que uno entrena. Sin embargo, creo que a ningún entrenador le importa eso, ya que somos un colectivo muy enamorado de su trabajo. Siempre espero que si alguien no valora en su justa medida mi trabajo y dedicación, el siguiente atleta que tenga si lo hará.

Parte de la memoria usada por mí también está dedicada a aquellos entrenamientos que valoré positivamente de mis atletas. Sacrificios muy duros por parte de ellos, que yo, como entrenador, se lo que han costado. Intento ser positivo siempre, y solo se me tuerce el gesto cuando no se ha entrenado bien, y lo digo. Es curioso, olvido con facilidad cuando trabajamos mal, y me cuesta menos olvidar los buenos días e incluso los normales.

Para mí, las simples sesiones diarias, el simple gesto de ir a entrenar día a día, implica un respeto exquisito hacia el trabajo del entrenador. Cada sesión, metida de una cierta manera en un ciclo de entrenamientos, lleva detrás horas de buscarle sentido a un rendimiento futuro. Me cuesta concibir que, de manera insconciente o no, se acabe convirtiendo una unidad programada con un fin, en cualquier cosa por dejación en el trabajo. Hoy me paso de ritmo y no acabo un fraccionado,  hoy no hago sesión de fuerza porque me quedo dormido, hoy decido rodar por mi cuenta y el trabajo técnico no es importante, etc,etc….Es una simple falta de madurez y no se piensa en la valoración hacia el trabajo del técnico. Horas perdidas que nadie va a recuperar. Lo peor, es ver a los tres días el mismo atleta salirse de manera increíble en una sesión bordada, sin darse cuenta todo aquello que tiró anteriormente.

Estamos metidos en pleno período básico, y escribo estas rayas recordando el esfuerzo intenso de mis atletas en el trabajo fraccionado de hace dos días. Todos haciendo un duro sacrificio, todos acabando extenuados, todos con mi apoyo ante tal esfuerzo, pero unos cumpliendo escrupulosamente con sus objetivos y con un respeto absoluto hacia nuestro trabajo y otros sin darse cuenta de lo estéril de su esfuerzo por falta de …….

John Anderson, entrenador de David Moorcroft, incidía tanto o más que de su programa de entrenamiento, su ideario filosófico, del cual me identifico plenamente:
“El elemento psicológico determina la diferencia entre el mejor resultado y sencillamente un buen resultado.

La necesidad de desarrollar una fuerte base de actitudes y objetivos que sean compatibles con la percepción de la vida y su significado, provee una plataforma desde la cual se podrán obtener todos los éxitos.

El éxito no solo podrá ser identificado en términos de sesiones de carrera y progamas de entrenamiento, sino debe ser visto en el contexto total de la persona, las actitudes, creencias y filosofía de aquel individuo y de los que conviven con él.”


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