"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

viernes, 5 de diciembre de 2014

NUESTRA forma de vivir.

El atletismo es una forma de vivir. Es sentirse realizado después de haber hecho un gran esfuerzo, independientemente de si has tenido premio o no. Llegar hasta nuestros límites físicos da sentido a todo aquello que hacemos, y nuestra vida gira en torno a esa prueba de superación de nuestra capacidad a que la sometemos casi cada día de nuestra vida deportiva. Después, encima, la sometemos a examen, la ponemos a prueba con luz y taquígrafos, el crono, los jueces, para oficializar de que, o nos hemos superado o que lo hemos intentado y volveremos a hacerlo. Y así……..durante un largo período de muchos años, período que marcará nuestro carácter en el futuro y que siempre tendrá presente de donde procedemos, de que estilo de vida quisimos llevar, de que principios y valores adoptamos, y de que deporte hicimos nuestra religión, nuestro deporte!

De manera continua, el día a día de los entrenamientos nos enseña a superar problemas, nos forja el carácter para superar todo tipo de situaciones de dificultad física que después aplicamos a nuestra vida fuera de los estadios, en las relaciones, en el trabajo o en los estudios. Estamos hechos de tartán, de césped, tierra y barro o de asfalto y sea cuál sea nuestra procedencia atlética nos creemos diferentes al resto de personas, y es que ….lo somos! Tengamos o no buenas bases y criterio técnico, tengamos talento o no, nuestra mentalidad sabe y entiende de que lo damos todo entrenando, nos agotamos, y sea cual sea nuestra situación en la vida diaria, tengamos el problema que tengamos, con dificultades horarias en el trabajo o con poco tiempo para estudiar, volvemos día a día a practicar una religión, que aunque técnicamente sea más razonable muchos días bajar la intensidad de nuestro entrenamiento por falta de recuperación, nos negamos a llevarlo a cabo por ponernos aún más a prueba de cuales pueden llegar a ser nuestros límites.

Sin embargo, a veces, el problema es de difícil superación. Una lesión, un problema importante externo al deporte, o pasar un mal momento personal dejando al descubierto una crisis de identidad en el significado de todo lo que hacíamos, puede hacer tambalear esa forma de vivir. Hoy sí, mañana no, hoy entiendo que significa “entrenar”, mañana no tengo ganas, hoy tengo claros los principios y valores del deporte, mañana lo único que me importa soy yo, etc. Las actitudes cambian cuando las circunstancias se convierten en difíciles de superar…………o no!

Si algo he aprendido de tantos años en nuestro deporte, primero como un sacrificado y disciplinado atleta y luego como un comprometido entrenador, es que el compromiso con esta forma de vivir me aporta todas las soluciones a los problemas de la vida. Puede ser una postura muy banal o superficial delante de algunos problemas serios, una fantasía dentro de la realidad que nos rodea, pero esa no es solo una sensación que sienta yo, sino que comparto con un gran porcentaje de la comunidad atlética. Refugiarse y protegerse por los valores y principios genuinos que aporta el atletismo es una gran autopista hacia la superación de todos los problemas. Valorar el esfuerzo del equipo que te rodea y valorar tu propio esfuerzo y compromiso con uno mismo como atleta, darle sentido a cada uno de los kilómetros realizados a cualquier intensidad y entender el sentido del porqué tu entrenador lo ha dispuesto así y tu lo has realizado convencido de tu superación, da una fuerza interior que puede suponer un arma de lucha contra todas las dificultades que nos encontramos y que ningún problema externo puede contrarrestar.  Estamos en crisis, económica y de valores, la gente deja su vida y se ve obligada a emigrar al extranjero, estamos rodeados de problemas sociales y personales, etc, pero nada encarna mejor las ganas de superar todo aquello que nos intenta engullir, como la superación diaria a través del ejercicio físico, a través del atletismo, y de correr en nuestro caso. Cada día, cuando nos calzamos nuestro par de zapatillas, somos capaces de dejar atrás mil y un asuntos, nos transformamos y disfrutamos, reímos y compartimos, nos esforzamos y machacamos y en definitiva, nos superamos, que de eso se trata para dar sentido a lo que hemos elegido para nosotros. Es una forma de vivir, como otras, pero es NUESTRA forma de vivir.



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