"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

lunes, 5 de diciembre de 2016

El factor humano.

Hace días vi una buena película, “Sully”, que narra la experiencia vivida por el piloto Chesley “Sully” Sullenberger  en enero de 2009, cuando, después de un accidente con aves que anuló sus dos motores, aterrizó con su Airbus 320 en el río Hudson y salvó la vida de las 155 personas que iban a bordo del avión. La película narra los días posteriores al accidente y a la investigación a la que fue sometido cuando todas las simulaciones realizadas por la compañía y las aseguradores aseguraban que podría haber aterrizado sin problemas en el aeropuerto de La Guardia (NY). La película principalmente nos muestra el estado anímico y emocional del que era considerado un héroe ante la experiencia vivida y la evaluación pública de la que estaba siendo objeto. La película toma sentido hacia el final, cuando el protagonista muestra su disconformidad con la investigación abierta, exponiendo de que obvian en las simulaciones la principal y determinante variable: el Factor Humano!

Y aquí es donde enlazamos con nuestra actividad. La teoría del entrenamiento avanza, siembra nuevas ideas, nuevos métodos, teoriza y queda reflejada en artículos, en libros, conferencias y cursos. Sin embargo, siempre he pensado que la base de todos esos estudios estaban basados en seres perfectos e imperfectos a la vez. Muchas veces pienso que el deportista, como ser humano, difícilmente puede ser modelo fiable de un estudio. Cualquier condicionante diario determina un resultado diferente.  Siento que gran parte de toda aplicación de uno u otro método está completamente condicionado por el factor humano. La interpretación de la teoría aplicada por el entrenador y la elección de los contenidos,  la recepción de esa información y su aplicación por parte del atleta, la corrección técnica, la interrelación humana entrenador-atleta, las emociones y y la influencia exterior sobre ambas personas, son las variables condicionantes que dan UN resultado y no OTRO. En definitivas cientos de variables emocionales que confluyen en la misma respuesta dada por el piloto a su comisión de investigación: olvidamos el Factor Humano que condiciona absolutamente toda una preparación haciéndola única e individual para cada atleta,  para cada entrenador.

Los atletas europeos seguimos haciendo las mismas marcas de manera general que hace 30 y 40 años, donde ya se realizaban marcas en torno a 1’43’’, 3’32’’, 13’15’’, 27’30’’ etc.. O sea, si la teoría del entrenamiento ha avanzado evolucionando y seguimos haciendo las mismas marcas, podríamos llegar a la conclusión de que es el factor humano quien condiciona el rendimiento de los atletas (amén de todas las demás actividades de la sociedad). Los grandes campeones lo fueron, lo son, porque tenían el talento para serlo y querían serlo, y encauzaron todas sus decisiones emocionales a tal fin. Puede que sea una conclusión demasiado simple, que quizás el estado de bienestar y otras muchas causas hayan condicionado también esa circunstancia, pero estamos en realidad hablando de lo mismo, llegamos a la misma conclusión, es el hombre o la mujer quienes han condicionado el recorrido de sus acciones.

Llevo gestionando los pasos deportivos de muchos atletas en los últimos años. He tenido la suerte de convivir en concentraciones con los más grandes talentos jóvenes de nuestra Federación, he visto la carrera deportiva de muchos atletas desde jóvenes, he visto como trabajan muchos colegas, sus mensajes, sus creencias, sus métodos. He podido escuchar cientos de anécdotas de grandes campeones. Después de empaparme de tantas experiencias, creo firmemente que el Factor humano es quien ha determinado los resultados de cada individuo, a través de sus propias decisiones y las de su entorno técnico. Buenos atletas que no han podido conseguir los resultados que soñaban, talentos increíbles que han visto realizado sus sueños, “currantes” que han conseguido triunfar, pequeños entrenadores que han conseguido el teórico éxito reservado a centros de alto rendimiento. Todo un sinfín de combinaciones conseguidas a través de la interpretación y aplicación de toda una línea de trabajo, de la gestión de ella y de la confianza por parte de un equipo, atleta y entrenador,  y de una manera particular de convivencia entre ambos. 

Finalmente llego a la conclusión de lo que pienso con una famosa frase de Peter Coe: “Entrenar es un arte, basado científicamente, pero sigue siendo un arte”. El “arte” de saber interpretar en cada momento el factor humano que condiciona la vida de cada individuo, en este caso, atletas y entrenadores. 



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