"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

sábado, 15 de septiembre de 2012

Atletismo de diferentes velocidades.

Es difícil cumplir mis objetivos como entrenador. Quiero llegar a tener uno o varios grandes atletas a partir de un grupo formado en un simple club. Es difícil gestionar un grupo a varias velocidades, es problemático por las singularidades de los atletas que uno entrena. No todos son de la misma calidad, no todos tienen la misma oportunidad, ni todos piensan invertir su vida en lo mismo. De hecho, muy pocos me plantean, a pesar de entrenar muy duro, querer llegar a ser internacionales absolutos. Viven con los pies en el suelo, no tienen ambición o simplemente viven acomodados esperando que les caiga por arte de magia unos resultados que si no se buscan con ahínco no se encuentran. Creo más bien que creen que eso no va con ellos, lo ven lejos y no lo ambicionan. Es simplemente un sueño que seguramente creen que no llegará. El problema está cuando alguien SI me plantea querer llegar, SI me plantea ambicionar y querer sacrificarse. Ahí surge un atletismo de diferentes velocidades.

El problema surge, seguramente, porque sus compañeros ven a ese atleta igual a ellos, y no diferente. En resumen, ven que sus opciones de llegar a algo está muy lejos y no entienden el sacrificio que está dispuesto a hacer este atleta por su sueño.
Tampoco entienden el sacrificio que hago yo, con el objetivo de mi atleta y con mi compromiso a ayudarle a conseguir su sueño. He tenido problemas por entender algún atleta que no debía dar la dedicación pertinente a otro atleta a pesar de querer llegar muy alto.

Es difícil entender por parte de algunos atletas los deseos de sus compañeros, y mi implicación en ellos. Surge una vena egoísta que acaba degenerando en problemas, y más adelante en posibles abandonos con o sin reproches.

Yo siempre he sido muy claro al empezar a entrenar a un atleta. Mi compromiso será el mismo que el propio compromiso y objetivos que se marque el atleta para si mismo. Por tanto, si un atleta me pide y se marca como objetivo llegar muy alto, mi compromiso es proporcionarle el entrenamiento con el que pueda conseguir sus objetivos. Por consiguiente, solo empezar la temporada, cada atleta tiene sus objetivos, sabe el de sus compañeros y yo me empleo a fondo para que cada uno consiga el suyo. Ahí marcamos las diferentes velocidades. Porque, es acaso lo mismo intentar ser internacional absoluto, con intentar una mínima junior o un atletismo autonómico? No es lo mismo y no se entiende del todo. Requiere de una dedicación diferente por parte del atleta y de una atención diferente por parte del entrenador, al nivel del objetivo planteado.

El trabajo de un entrenador también esta en hacer comprender que este deporte es muy duro, y que la decisión de algún deportista de invertir su vida en él es digno de admirar. Siempre nos marcamos objetivos difíciles pero realizables, por tanto, muchas veces caemos y tenemos que volver a levantarnos. Ahí es donde algunos entendemos la lucha y sacrificio de ese atleta y donde otros ven solo incapacidad para esos objetivos y desvalorizan el objetivo de dicho atleta.

Si este o cualquier grupo quiere llegar a tener esa calidad a la que aspiro yo, deberá entender y apoyar al 100%, tal como hago yo, a aquellos atletas que deseen y sueñen con querer llegar muy lejos. No hay mejor manera que hacerlo que animando a aquellos que tengan la oportunidad de tener ese éxito porque lo persigan y entendiendo y apoyando sin fisuras que tener varias velocidades de atletismo en un grupo no ha de suponer conflicto alguno, sino más bien al contrario, y celebrar con orgullo y como si fueran propios todos aquellos éxitos que se consigan. 


No hay comentarios

BLOGS INTERESANTES

© Bislett
Maira Gall