"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

lunes, 12 de noviembre de 2012

El "como" por delante del "que".

“He respetado escrupulosamente, siempre, todas las sesiones de mi programa. Las tenia presente todos los dias, todos los meses, todos los años. Es por eso que he llegado a ser un medallista de élite. No es suficiente con estar bien dotado para ganar, pero si estar bien decidido a llegar hasta el final.” Michel Jazy

Hoy empezamos con una cita que siempre me ha gustado. Es del mítico campeón francés Michel Jazy, que entre finales de los cincuenta y principio de los sesenta fue uno de los dominadores del mediofondo mundial. Hago referencia a ella porque esta semana hemos acabado, en mi grupo de entrenamiento, el primer mesociclo de carga de esta nueva temporada.

Una vez más, he podido comprobar que el control mental de las emociones y la aplicación de la inteligencia condicionan la realización de las cargas programadas. El rendimiento no viene dado en unas letras y números escritas de mil variadas formas, la hoja de entrenamiento. Es de ingenuos pensar que solo por hacer “esa hoja” sin más, tenemos asegurado el “marcón” a final de temporada. La hoja de ruta, no es el qué, sino el como! Y estas dos semanas de carga intensa, hemos tenido varios “comos”, y aunque estemos a principio de temporada, se puede observar que camino hay reservado para cada atleta que entreno en función de su propia gestión del entrenamiento y sus actitudes. Es evidente que debería estar también en función del sacrificio que pone cada uno en sus objetivos: el, “que estoy dispuesto a sacrificar para llegar donde quiero”. Es así en bastantes casos. Veo disciplina en gente que ha apostado demasiado en esto y se nota la responsabilidad y la madurez de la decisión adoptada en su día de intentar conseguir sus sueños haciendo un sacrificio económico muy importante. También veo madurez y seriedad en arreglar tics de conducta que llevaron a perder la competitividad y a estar en una situación que no es merecedora por las marcas y la calidad que atesoran ciertos atletas. Estamos poniendo el “como” para volver de donde no deberíamos haber salido nunca.

Michel Jazy lo reflejaba con claridad en la cita referenciada al principio. Cada día el “como” estaba por delante de la carga, del “que”. Cada día Jazy, así como la mayoría de atletas que consiguen llegar, sabía perfectamente que actitud había que aplicar a cada sesión para después recoger lo sembrado e intentar batir records del mundo.  Cada día tenía la claridad suficiente para entender quien era él, que quería para sí, y como tenía que trabajar para conseguirlo. Un campeón, un atleta con una oportunidad única, un atleta que quiere llegar a la élite, sabe que realizará cada día sesiones conjuntas e iguales a las de sus compañeros de entrenamientos, pero muy diferentes en planteamiento. Y ese es un problema. Tener la madurez necesaria para saber que tipo de planteamiento hay que aplicar en todas las sesiones es capital para llegar. Creo que no solo me pasa a mí, pero la mayoría de atletas, menos ese reducidísimo grupo que quiere llegar o está en la élite, se dispersan muchísimo y olvidan gestionar correctamente el mejor camino para ellos. Por consiguiente, su rendimiento no es el que podrían conseguir. Es menos grave en atletas que no tienen el talento suficiente para conseguir grandísimos resultados (para muchos no deja de ser una pasión algo masoquista, me incluyo entre ellos!), pero puede ser determinante en gente que pierde oportunidades. He visto atletas completamente dispersos por verse afectados por cualquier circunstancia exenta de gravedad excesiva, en lo deportivo (lesiones o enfermedades detectadas o no que condicionan el rendimiento, el excesivo respeto a sesiones de entreno, el miedo escénico de ciertas competiciones, etc..) y en lo personal (las riña entre compañeros, la marcha de compañeros conflictivos, la gestión de los celos entre atletas, etc..)

Los atletas han de entender imperiosamente que el “como” piensan trabajar día a día, y no el contenido de la sesión, es la que va a condicionar claramente su futuro rendimiento. Aprender a gestionar esa base de actitudes para trabajar diariamente con madurez e inteligencia en dos semanas tan duras como hemos tenido, es la llave para poder marcar el futuro a corto y medio plazo. A largo plazo siempre hay otras posibilidades, como un simple cambio de aires, aunque ese dominio de la gestión de las actitudes habrá de aparecer aquí, en Paris o en Pernambuco!

Y ahora, a por una tranquila semana de descarga!


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