"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

lunes, 12 de octubre de 2009

Entrenamiento natural.

Aprovechando la fiesta del 12 y el volumen de resistencia aeróbica que entrenamos ahora, hemos realizado 2 sesiones seguidas de rodaje por la montaña, uno en cada uno de los dos santuarios que tenemos. Si ya habíamos estado en Canyamars un par de veces, con esta tres; este finde largo hemos aprovechado para volver a Cabrils, la otra ubicación donde solemos ir a rodar rodeados de vegetación. Es un camino duro, con continuos cambios de ritmo pero con unas vistas privilegiadas al mar de un lado y al Vallés por el otro, un bonito contraste! Nunca se podrá expresar bien, los beneficios de correr en un entorno natural para un atleta de mediofondo y fondo, por más de pista que sea, incluso! El pulso cardíaco a diferentes ritmos, dependiendo de la orografía del terreno, la calidad del aire al respirar, la adaptación muscular al esfuerzo por las continuas subidas y bajadas, el aumento y descenso de la velocidad del rodaje, en fin, toda una serie de variables hacen de un rodaje en la naturaleza un trabajo aeróbico intensivo de una calidad contrastada. Lástima que dentro de poco el cambio horario nos haga perder posibles sesiones como estas, ya que son las mejores, psicológicamente hablando, para cargar pilas y entrenar con una motivación constante. Uno siempre tiene la referencia de los sitios donde cree que está la base del secreto de sus marcas y generalmente, los atletas de mediofondo, solemos otorgar esa “responsabilidad” a nuestros circuitos naturales. Así, en Madrid tienen un sitio en el cielo para la Casa de Campo (que gran sitio, que envidia!!) En Paris para el Bois de Boulogne y el de Vincennes, en Sevilla el Parque del Alamillo y el de Maria Luisa, en Barcelona la Carretera de les aigües, En Valladolid, el pinar de Antequera, en Nueva York, el Central Parc, en definitiva, un sinfín de sitios parecidos en cada rincón del planeta running. Total, quizás sea la influencia inglesa de toda la vida y la educación o religión que impusieron del cros hace muchísimos años para un atleta que corre. Pero lo que es evidente es que no existe atleta de resistencia que se pueda autodenominar así, que no tenga su circuito de referencia y no se escape en cuanto pueda a sentirse libre, corriendo entre árboles, subiendo, bajando, oyendo los pájaros y acabando jadeando y completamente realizado después de una sesión de resistencia aeróbica por la naturaleza.


1 comentario

Vicente dijo...

Hola Andrés, de ese circuito de Cabrils tengo muy buenos recuerdos.
Recuerdos y presentes pues no hace una semana que he andado corriendo por ahí... por lo demás un secretillo, antes de las carreras en el día de rodaje suave solía aparcar el coche un poco más abajo del lugar habitual (cerca de la Mutua) de esta forma los últimos trescientos o cuatro cientos metros eran una ligera bajada que hacía que acabase el entreno "con subidón" y la moral fuerte de cara a la competición.

Un saludo, bueno a ver si un día preparamos un Volodalen aquí en Llinars.

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