Todo un recorrido en búsqueda de un segundo final!

Llegamos a mitad de curso. Campeonato de España absoluto de pista cubierta, una primera evaluación a la vista. Unos para saber que seguimos nuestro camino hacia el verano, otros a pasar un duro examen en el que no hay nada que perder y mucho que ganar. En el primer caso, seguimos acumulando y cogiendo esta competición con la alegría de ir de manera desinhibida, a correr alegre y ver si, con una buena carrera, podemos lograr un tiempo realmente importante! Del otro lado, las espadas están en lo alto. Todo el pescado está vendido, el final de esta programación indoor llega a su fin, es hora de demostrar que por una vez si queremos con motivación y alegría un premio mayor. La empresa es difícil, calculamos que necesitamos un poco más de 1 segundo por debajo de nuestra mejor marca personal para tener ese ansiado premio. La sensación es de poder, pero por diversas circunstancias no hemos podido explotar aun en la pista. La pregunta es: Tanto es ese segundo que nos falta? Tan difícil de conseguir y tan fácil de que llegue cuando menos te lo esperas!

Cuantos sacrificios hay que hacer para rebajar ese segundo? Cuantas sesiones? Cuantos kilómetros? Yo, como entrenador, tengo el convencimiento de haber programado para ello. Lo realizado sobre lo programado ahí está, no podemos cambiar nada ya, es pasado, es toda la preparación en sí de este camino que empezó a mitad de agosto y acaba este fin de semana próximo. Todo un recorrido en búsqueda de un segundo final.

Un segundo final buscado después de:

1904 kilómetros, 37 sesiones de velocidad, 37 sesiones de fuerza, 66 sesiones de trabajo fraccionado que han ido desde la potencia aeróbica hasta la potencia láctica, 132 sesiones de trabajo aeróbico y todo ello repartido en 197 sesiones realizadas en 27 semanas de entrenamiento. Suficiente? De sobras creo yo! A eso sumemos la experiencias tenidas este invierno, Casimiro y Ginés, Montegordo y Mallorca y las, inestimables e imposibles de valorar, ayudas de nuestro equipo de colaboradores: Eva, poniendo la cabeza en su sitio. Marta, ganándose a pulso y trabajo la descarga física a base de implicarse cada semana más. Rodri, que ha hecho posible que no nos falte absolutamente nada de material. Jesús, que hizo posible la financiación de los stages y otros gastos. Nuestro club, el de todos, con un grado de apoyo absoluto. Y también, quizás, el que por fin encontró luz al final del túnel, el doctor Nomdedeu!

Todo ese trabajo de tantos meses, toda esa gente implicada, todas esas experiencias invertidas, en búsqueda de un segundo y alguna décima, 10 metros apenas!

Finalmente, como todo en esta vida, todo ese trabajo no acabará por determinar el resultado final. Será el conjunto de actitudes desarrolladas durante todo ese tiempo de trabajo quien determinará lo que valemos, lo que nos merecemos, el verdadero juez que dirimirá el futuro más inmediato y la consecuencia de todos esos meses de duro trabajo físico.

En el fondo, si la respuesta la tiene el intelecto, hubiera sido más provechoso realizar 1904 hojas de apuntes, 37 clases de álgebra, 37 clases de derecho internacional, 66 tutorías de física cuántica, 132 idas a la UAB repartidos en 197 días de clase en 27 semanas de curso. O no?