Sí, definitivamente los atletas somos especialistas en entrenar. Y unos pocos, solo unos pocos, en competir! Hace unos años, tuve la suerte de poder asistir como responsable a una Copa de Europa de naciones, la superliga. Fue en Annecy. Un día veía a media selección alrededor de una persona que los arengaba, que los animaba a salir a competir. Explicaba sus historias y todos, como niños pequeños, embobados escuchándole. Era un gran campeón español. el mensaje era tan positivo para esos atletas, que era imposible no salir a la pista y no hacerlo bien. La mejor muestra de ello, fue en la anécdota que explicó horas antes de la más importante de sus finales. Se acercó a su entrenador, que estaba absolutamente nervioso por la importancia de la carrera de su pupilo, y tranquilamente le explicó. "Estate tranquilo, estás delante del futuro ganador de esa carrera". Y así fue!
Este post viene a cuento de que siento tener la inmensa suerte de haber encontrado grandes competidores entre los chicos que entreno. Sin ir más allá de este invierno, cada competición fue planteada de una manera valiente y en cada una de las pruebas dimos muestra de querer hacerlo lo mejor que podíamos. Y así se hizo!
Me quedé absolutamente sorprendido como entrenador, cuando me acercaba a mis pupilos para hablar de la estrategia de carrera y tenía delante de mí, gente segura, motivada y con ganas de correr, de querer tener un gran resultado. Hablaba con ellos y no veía miedo en sus ojos, al contrario.
De esa manera, por ejemplo, hemos podido tener muy buenos resultados este invierno sin preparar específicamente todo aquello que hemos competido. Ha sido de una satisfacción increíble para mí, oir de un atleta mío que iba a salir a tirar, que nada de carreras lentas, que había que correr, y que iba a pasar a esa final. Y así sucedía! Y al día siguiente tener clarísima la estrategia y ponerla en práctica en la final...y subir al podio!
Ha sido increíble ver como dos de mis atletas, cada uno con una estrategia diferente, e incompatibles para ambos, salían a por una final del campeonato de España absoluto y , orgulloso, oías en televisión la decisión y valentía de ambos, aunque la suerte sonriese solamente a uno.
Ha sido bonito ver a un junior saber leer la carrera y estar en la mejor de las posiciones y, cuando verse fuera de carrera, sacar toda la motivación para hacer una última vuelta sublime y ganar una medalla merecidísima.
Y me he sentido feliz este fin de semana cuando el mismo junior ha salido con absoluta decisión en su primer 10.000 a por una mínima de todo un Campeonato de Europa. Inteligente, tirando y dejando tirar y dando la cara cuando ya nadie podía o no quería darla. Vuelta a vuelta, como un reloj, seguro y motivado, cuando perdía un segundo en una vuelta lo volvía a recuperar en la siguiente. Hasta el final, un final con premio! Un final con mínima europea junior!
Satisface ver entrenar a tu gente, ver la predisposición y la valentía de saber que el entreno va a ser agónico y están dispuestos a ello y a mejorar. Pero lo que de verdad llena como entrenador, es ver esas caras de seguridad y motivación antes de una competición. Yo ante lo que he vivido este invierno, ya sé que podría volverme a casa después del calentamiento. No me hace falta ver la carrera, con semejante valentía se que va a salir bien!
Lástima que eso solo me pase con los chicos, ya que las chicas....Bueno, mejor dejamos las chicas para otra ocasión. Eso es otra historia de un futuro post.
2 comentarios
Buen post Andreu, pensaba al inicio que te ibas a centrar más que lo importante, más allá de los grandes entrenamientos es rendir en competición pero ya he visto que te has decantado por otro aspecto.
Comparto tu opinión, la seguridad en las propias posibilidades y la confianza en que estás preparado para ello tienen mucha culpa de los resultados positivos.
Todos tenemos derecho a tener un mal día de competición pero la actitud debe ser esa siempre matizando que los objetivos, dentro de ser ambiciosos, deben ser también realistas, aunque sobre esto último seguro que hay muchas opiniones.
Por mi parte creo que ha sido mi "pequeño secreto" en mi corta relación con la maratón. Tanto en los entrenamientos como el día D y la hora H estaba seguro de que iba a dar lo mejor que tenía porque confiaba en el trabajo, buen trabajo, que habíamos realizado en las semanas, meses, precedentes Antonio y yo.
Esa sensación que comentas es la que intento transmitirle, tanto en los entrenamientos como en las competiciones, a Antonio, un mirada de "No te preocupes, estoy seguro que lo voy a hacer lo mejor posible ;-)"
Un saludete ;-)
Pablo, es que no te puedes imaginar el subidón que te da cuando ves esa cara de seguridad en tus atletas, los ves convencidos de la estrategia, y dispuesto a salir a hacer aquello de lo que están seguros! Como entrenador es impagable esa sensación!
Creo que es algo entrenable. De hecho quienes tienen ese grado de seguridad y confianza lo demuestran día a día entrenando.
Una muestra: Hace una semana empezamos a realizar trabajos claramente anaeróbicos. Bien, en la primera sesión lo tenían tan claro, que salieron convencidos e hicieron marca personal en 500...en el mes de marzo!! (no quiero imaginar que pasará en junio - julio)
Sinceramente, yo volvía caminando haciendo la diagonal del cesped, ya que había cantado el paso del 300, y pensaba, con una sonrisa de oreja a oreja, lo brutos y lo buenos que eran.
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