La prueba reina.

Lo reconozco, tengo mentalidad de ochocentista puro cuando trabajo con mediofondistas. Siempre he trabajado el mediofondo desde abajo, mucho trabajo láctico, recuperaciones completas, y competir bastante en la vuelta a la pista. Sin embargo, no deja de ser una prueba de resistencia, donde la aportación aeróbica, sobre todo en los entrenamientos y el VO2 max, siguen siendo determinantes para el resultado final. Hay dos cuestiones fundamentales para seguir teniendo una asignatura pendiente, una asignatura de las importantes, el milquinientos, la prueba reina!

La primera cuestión es mi empecinado enamoramiento con los ochocientos metros lisos. como he dicho en anteriores ocasiones, me apasiona como prueba, como trabajo físico y mental, como espectáculo, etc...
La segunda cuestión es el respeto al que le tengo al milquinientos. Es una prueba de tanta demanda de la zona mixta y anaeróbica extensiva que se hace difícil encontrar verdaderos atletas que tengan talento para preparar realmente bien la prueba. El perfil es el de un fondista con un VO2max elevado por encima de 75 ml/kg y que tenga una buena tolerancia al ácido láctico, resumiendo, un fondista que se desenvuelva como un ochocentista, otra clase de supermán! El atletismo está lleno de ellos, cada uno con un perfil concreto indicado para su prueba!

La razón es esa. Aún no ha caído en mis manos un atleta con esas características. Bueno si, me ha llegado un verdadero "millero" esta temporada, pero una plantilla mal elaborada le ha reventado su temporada y arrastra desde principio de temporada una lesión/molestia, que está siendo imposible tratar. Solo llegar hasta mi, en la primera reunión lo tuvimos claro, objetivo concreto: romper la barrera de los 3'50'' como mínimo! Pero el infortunio no nos ha dejado ni tan siquiera empezar a trabajar para eso.

Sin embargo, al llegar al final de todo el período invernal, después de haber desarrollado al máximo todo el trabajo aeróbico y al empezar con mis ochocentistas a trabajar en la zona mixta y en la resistencia lactácida, nos ha picado el gusanillo. y hemos decidido encarar una prueba de milquinientos! La verdad es que entrenando los diferentes ritmos, calculamos y creemos que sin problemas podríamos mantener un ritmo alto de carrera. No vemos dificultoso, con los tiempos de entreno en la mano, encarar un paso por el mil de 2.35 o 2.55 dependiendo del sexo. No estaría del todo mal para atletas no especialistas.
El intento sería en la última competición de pista cubierta que queda en el calendario, el Campeonato de Catalunya Absoluto y si en hombres está decidido que uno de mis chicos se atreva con la distancia, en mujeres, aún el sábado por la noche hay dudas, ya que motiva de manera importante intentar seguir siendo la referencia catalana sobre los 800 metros.

En todo caso, haya o no incursión, lo que tengo claro es que debemos seguir con la preparación de nuestra distancia desde abajo. No hay duda, para correr rápido un ochocientos hay que correr rápido por abajo, y ese es uno de los retos de la temporada.
Este verano nos esperan los records del club de 400 y 800 metros en ambos sexos. Vaya reto! Casi nada! (pero está hecho, palabra de entrenador!)

Para acabar, la prueba reina! Genera debate apasionados, tanto que incluso se discute si no ha sido Herb Elliott, por ejemplo, el mejor millero de la historia, un atleta que corrió en los años 50! O el gran dilema Coe - Ovett, (para mí desbancarían a Elliott), o el atleta que más rápido haya corrido jamás la prueba, Hicham el Guerrouj.

A pesar de todo, a pesar de esa historia, en este grupo, estamos sumidos aún en la magia del 800. El milqui, la prueba reina, aún puede esperar!