"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

lunes, 31 de octubre de 2011

Empieza el riesgo.

Cuatro zonas energéticas a trabajar, 8 medios de entrenamientos diferentes para combinarse y buscar los objetivos del período que empezamos esta semana. Comienza una preparación integrada, alternante y multilateral, muchos medios de entrenamiento a la vez bajo un sistema de periodización tradicional, dos semanas de carga y una de descarga. Es después de 8 semanas de entrenamiento que ya nos sumergimos en plena vorágine de entrenos. Vamos a cargar bastante y lo alternaremos con unas cuantas competiciones de Cros en los próximos meses. El riesgo va a estar a la orden del día y ahí radicará el arte de entrenar y de dirigir al grupo de entrenamiento por mi parte. Si a eso sumamos las varias individualidades que tengo que supervisar (creo que no más de 2 o tres atletas hacen exactamente el mismo programa de entrenamiento), esta fase que ahora empieza complica el trabajo y hay que empezar a aplicarse, atletas y entrenador! Como toda preparación al límite, hay que saber valorar en cada momento justo la utilidad de cada sesión de entrenamiento. Ese es mi principal atención sobre el quehacer diario. Es útil lo que vamos a hacer? Vale la pena hacerlo si no estamos en condiciones? Todo trabajo sea cual sea la condición en el que lo realizamos suma? Para mí la respuesta es NO. Y eso es lo que intento evitar a toda costa cada semana y en cada sesión. Pretendo siempre realizar trabajo que suponga sumar rendimiento futuro para mí atleta. De que me vale, por ejemplo, realizar una sesión de velocidad con una carga excesiva en las piernas si: a/ No van a poder desarrollar su máxima velocidad (condición innegociable para trabajarla) y b/ Puedo arriesgarme a tener que parar días posteriores por el incremento de la carga o que esta degenere en molestia o lesión. Por eso, a partir de ahora, soy como un compositor de música, un chef de cocina. Quiero aplicar todos esos ingredientes o quiero hacer una sinfonía con muchos instrumentos, pero cada ingrediente, cada instrumento, tiene que encajar a la perfección en el conjunto que van a completar entre todos. Ningún sabor puede pasarse, ningún instrumento puede chirriar.

Una manera de lograrlo es ir trabajando con pocos elementos en cada sesión. No más de un medio o dos por sesión. Una de mis máximas es siempre NO COMPLICARSE LA VIDA, hay que aplicar los medios teniendo un continúo feedback con el y el atleta, hay que saber en cada momento que respuesta tiene el cuerpo en cada ejercicio, hay que comprobar que se asimila ese trabajo. La POTENCIA AERÓBICA es eso, potencia aeróbica, igual que la resistencia láctica, o la fuerza o la velocidad. No pretendamos complicarnos la vida en aplicar sistemas complejos, mezclas de capacidades varias en una misma sesión, que si no nos salen como querríamos no sepamos donde está el error. Siempre recuerdo un entrenador que teorizaba y explicaba como de elaborado había que hacer el entrenamiento para poder afinar para tiempos ya importantes, de nivel olímpico. Un ejemplo eran sus sesiones de fuerza salpicadas cada dos ejercicios por una serie de potencia aeróbica. Meses más tarde, descubrimos todos, y estaréis de acuerdo conmigo, que se olvidó decirnos que dichos sistemas solo eran aplicables con trampas!

Por eso, para evitar errores, riesgos, para tener controlado en todo momento la ejecución del programa, no hay que complicarse la vida! Si nuestro atleta tiene capacidad de sacrificio, seriedad, voluntad de trabajar duramente y si encima tiene talento, irá asimilando las cargas sin problemas. Estos solo surgirán cuando hayamos quemado ya demasiadas naves, cuando su capacidad de trabajo entrenable útil haya llegado al límite, cuando ya no sepamos que cargas aplicar para lograr que no se pare la progresión de esa persona. Aquí radica otro de los problemas, las excesivas, a veces, cargas o volumen de trabajo. Es evidente que hay que buscar el MAXIMO rendimiento con el MINIMO entrenamiento/carga posible, así aseguramos la progresión de nuestro atleta y guardamos estímulos para futuras mejoras.

Por eso hablo del riesgo en el que entramos. Yo lo tengo claro, tengo que, y quiero, "cocinar" y "componer" con muchas variables a la vez. Muchos medios, varias zonas energéticas, una periodización tradicional, sin complicarme la vida, trabajando no más de dos capacidades en la misma sesión, haciendo siempre trabajo útil y deshechando el riesgo de lesiones, buscando un feedback permanente y realizando y midiendo el volumen justo para asegurar una progresión y una asimilación correcta de todas las cargas. Bufff, vaya puzzle! Lo peor (o mejor, según como se lea) es que no es filosofía pura, sino que sale en el papel, y lo aplicamos en toda su extensión a partir de este lunes 30 de Octubre!

 

No hay comentarios

BLOGS INTERESANTES

© Bislett
Maira Gall