Cuando pasa algo grande.

Lo genial que tiene el deporte es las veces que, a cualquier nivel, se viven situaciones grandiosas, excepcionales. Ganar un campeonato de España, lograr una marca excepcional, perseguida pero nunca acabada de llegar, romper una barrera psicológica, etc. Ser testigo, como espectador, de un logro así es grandioso. Recuerdo haber vivido la medalla de oro de Fermín, entre medio de la peña "Fermín Cacho" de Agreda, su pueblo. Si el estadio olímpico de Montjuich se caía, no os quiero contar que pasaba en ese sector de la grada, una experiencia inolvidable! El destino, a veces es tan caprichoso, que años más tarde, esa persona que tanto me había hecho vibrar, me invitaba a tomar algo, él como responsable de equipo y yo como responsable de mediofondo en la Superliga masculina, en el kiosko del estadio de Annecy, donde se celebraba dicha competición. Inolvidable, también, la oportunidad de ir con la selección absoluta y tener esa experiencia!
He podido vivir varias situaciones en el ámbito más competitivo de mis atletas en los últimos años a nivel estatal. Podría describir muchas, pero imaginaros la felicidad, por ejemplo, que tuve el año pasado cuando a los 5 minutos de que mi atleta junior quedara Campeona de España junior de 800 m, me llamasen desde Mallorca para decirme que mi atleta promesa masculino hacía lo mismo en la misma distancia! Aún no había llegado a la zona de meta para felicitarla, que ya me habían dicho que en Calviá tenía otro campeón de España!
O también, cuando estando en una jornada de competiciones en el Serrahima, que te llamen por teléfono para decirte que tu atleta femenina acaba de correr en Huelva en 2.04.29 los ochocientos metros! Lo recuerdo y aún me da escalofrios.
Quizás para muchos, no sean grandes logros, sino una tímida incursión en la élite de un grupo que pretende llegar lejos. Pero para llegar tenemos que pasar por estas experiencias, y estas experiencias llenan completamente y son las que nos permiten ilusionarnos e ir a por más, y seguir ambicionando a soñar con competiciones más grandes e importantes. Si el entreno es la base para llegar, estas experiencias son el sustento para seguir trabajando día a día duro, es la parte que acaba compensando la balanza a la hora de valorar todo ese esfuerzo.
Estamos sembrando estas semanas para conseguir este verano esas situaciones que dan sentido a todo un año de entrenos. Es quizás la parte más dura de la temporada, la más exigente, la que más cabeza hay que poner, ritmos mixtos, en que fisiológicamente hay que exprimirse bastante pero en los que aún no vemos del todo bien el ritmo de competición. Invertimos mucho esfuerzo, sabemos que son ritmos de correr rápido, pero no queda claro si es suficiente para la marca que deseamos para el verano. Como decía Harry Wilson y a veces he recordado, "el acero se está templando".

Hace casi un año, muy lejos, un atleta americano hacía vibrar al público y a los locutores del evento en estas dos inolvidables últimas vueltas. Cuando ví este video del Payton Invitational de la Universidad de Stanford con Chris Solinsky, ganando los 10.000 metros y bajando de los 27 minutos, me emocionó tanto, que quise para mi poder vivir una experiencia así. Y es que, cuando pasa algo grande, llena tanto, compensa tanto, que realmente solo es descriptible interiormente lo que se puede llegar a sentir.

 
http://www.flotrack.org/speaker/123-Chris-Solinsky/video/335255-Chris-Solinsky-10k-America-Record-2659-last-2-laps