"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

miércoles, 27 de abril de 2011

Descerebrados.

Las redes sociales son un descubrimiento. Me declaro adicto, tengo facebook, twitter y este blog, y reconozco estar enganchado a ellos. También reconozco que son una fuente de información brutal, es la revolución del siglo 21. Online y al momento puedo informarme, informar, intercambiar archivos, enlaces o lo que sea en cuestión de segundos, en definitiva, nada que no sepáis, ya.

Como todo, bien utilizados son una buena herramienta, y mal utilizado pues es la perdición de bastante gente, al menos para mí, que descubro facetas de gente conocida que no sabía de ellas, incluidos mis propios atletas. Más de una vez he tenido que llamar la atención o preguntar la razón de varias conductas vía "redes sociales" y aconsejar la mejor de las actitudes viendo algunas "rarezas" escritas, dejando claro que yo puedo ser el primero en cometer errores de este tipo con mis "conexiones" sociales.

En la parte atlética, las redes sociales nos muestran muchas veces, el criterio que tienen para entrenar muchos atletas. No deja de ser curioso, que cuanto más de élite es el atleta, veo escrito cosas más sencillas de realizar, volúmenes normales de entrenamiento, sesiones sin complejidades...

En cambio, también, las redes sociales son el escaparate de todos aquellos que están bajo las manos de "descerebrados", por llamarlos de alguna manera, o de atletas, que crecidos y sin mucha idea técnica juegan a ser entrenadores, sin nada de criterio y no viendo más allá de los siguientes 3 o 4 días del día que publicó su estado.

Soy verdaderamente crítico con algunos colegas que creen estar entrenando atletas olímpicos de solo 16, 17 o 18 años. Volúmenes exagerados (es normal que atletas juveniles o juniors estén haciendo 10 sesiones semanales solo por el hecho de estar en Semana Santa?), cargas fuera de lugar, sin sentido común de a quien se le está aplicando, etc..

Siempre he mantenido y dicho a mis atletas que el objetivo es entrenar y sacar el máximo rendimiento con el mínimo trabajo posible. Es la manera de asegurarme el futuro de mis atletas. Me guardo "cartas", estímulos, que sé que en un futuro representarán la "agresión" a la que el cuerpo deberá adaptarse y, por consiguiente, habrá un aumento del rendimiento. Esto es ABC de la fisiología deportiva, pero parece que queramos mejorar rápidamente el rendimiento de nuestros atletas sin preocuparnos mucho de su futuro. Con que objetivo? Ego personal? Miedo a perderlos? Hay que justificar una marca, una medalla, ante el atleta? Ante sus padres?

Los atletas talentosos, son eso, talentosos. Correrán siempre, El verdadero éxito de estos atletas vendrá de una programación con sentido común y acorde a su edad, prueba y progresión de las cargas a lo largo de los años. Los atletas con menos talentos, solo tendrán su futuro garantizado, si, escrupulosamente, vamos imponiendo las cargas correctas para que las vayan asimilando y sabiendo explicar que el camino hacia su objetivo final es largo, y que su falta de talento ha de ser sustituida por voluntad y paciencia, nunca por "machaque" fuera de lugar. Si fuera este el caso, el fracaso estará garantizado!

A menudo me preguntan otros técnicos o responsables, que tal veo a algunos atletas con proyección. La verdad, muchas veces miento y no digo lo que realmente creo. Hay gente buenísima por ahí, pero que tenemos información que sus marcas actuales están realizadas bajo un entrenamiento exagerado y fuera de lugar. A estos atletas y sus compañeros de entreno, les diría que se sublevasen y obligasen a sus descerebrados técnicos realizar la "gilipollez" que les mandan hacer. Y por supuesto, mañanas y tardes, faltaría más!

 

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