"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

lunes, 30 de diciembre de 2013

Deslocalización.

Hace años, cuando empecé a entrenar a atletas, empezaba con la mentalidad de que el atleta se hacía en la pista y todo eran mediciones continúas, datos, tiempos que nos indicaban cuando llegaban a la máxima forma. Era una mentalidad que partía de la influencia que había tenido de mi último entrenador, un animal de la pista. También mi especial pasión por los ochocientos metros y mi visión de entrenarlo por abajo, con un muy buen 400 como base, en detrimento de un buen milqui, ayudaban a esa mentalidad.

Con el paso de los años, todos esos datos recogidos me han dado la experiencia necesaria que no tenía al comienzo y eso ha provocado que una nueva variable entre de lleno en la evaluación de los resultados: el OFICIO o EXPERIENCIA acumulada durante tantas temporadas.

Esa experiencia ha provocado que poco a poco haya ido volviendo a mis orígenes, a lo que me inculcó mi primer entrenador, a las sensaciones y al sentido común, y también a saber entrenar fuera de la pista y eliminar en un grado bastante alto tanto la carga traumática de esta, así como el estrés emocional que supone correr día a día en esa alfombra de color rojo.

Eso no significa que no siga viendo las pruebas de mediofondo mucho más por “abajo” que por “arriba”, pero lo que es una evidencia es que en estas últimas temporadas, con el obligado cambio de estímulos que estaban agotados, la solución ha ido en muchísimos casos en una deslocalización del trabajo anteriormente realizado en el estadio. Y, evidentemente, la experiencia me ha dado el suficiente conocimiento para sacarlo de la pista y colocarlo exactamente donde y como quería poner ese nuevo estímulo. Sin embargo, regularmente vuelvo a testar para comprobar que cada cosa esté en su sitio. Por ejemplo, en el trabajo de la velocidad, sacado completamente de la pista para realizarla hasta el periodo específico en la playa, en las semanas de descarga un control de 2x3x60 en pista se impone para comprobar que la velocidad de cada uno de mis atletas sigue innata o mejora, pero que en ningún caso empeora.

Esta apuesta, ciertamente arriesgada para “vendersela” inicialmente a mis atletas, tan condicionados por los tiempos y el cronómetro, está saliendo a las mil maravillas. Hemos sacado de la pista en las últimas temporadas varias sesiones, con especial hincapié en esta última, con varios cambios de estímulos (explicado en la anterior “actu”) y en la que la “deslocalización” ha sido parte determinante para motivar a mis atletas. No se si ha sido un golpe de buena suerte o que ya domino mi oficio, pero todos los cambios han sido positivos y están saliendo sesiones de una muy alta calidad y variadas, lo que les está gustando especialmente a todos. Los tiempos salen, el terreno es variado y agradable y la mezcla de entrenamiento de “estadio” y naturaleza esta causando una buena armonía en la preparación.

Velocidad, resistencia anaeróbica, potencia aeróbica fraccionada, “Tempo runs” y “Long runs” han sido algunas de las sesiones que no han visto pisar el “mondo” de Mataró. Seguramente, hasta un nuevo cambio de estímulos, esta será la pauta que seguiremos, aunque como todos sabemos, el mundo está en permanente movimiento cíclico y todo aquello que un día sirvió, volverá, como ocurre ahora, como ocurrirá en el futuro.




3 comentarios

Anónimo dijo...

Bueno Andrés, no sé si te servirá, pero yo hice mi marca de 400 mientras cumplía el servicio militar. Allí no tenía pista de tartán para entrenar, pero si un magnífico suelo tapizado de hierba y un encinar extremeño precioso. ¿Cómo lo hice? Creo que la respuesta son unas largas rectas con una ligera pendiente en las que hacía las series en bajada y la técnica de carrera en subida. A mí me fue bien. Sólo me puse los clavos para ir a competir al campeonato militar. Fue una agradable sorpresa, porque después de dos años lesionado regresé con la única idea de divertirme y ¡sonó la flauta!

Un saludo Andrés. Lo de entrenar el 800 por arriba o por abajo, creo que depende del corredor, más que del sistema. Juantorena entrenaba el 800 desde abajo. En cambio Coe o Ovett lo entrenaban desde arriba. Depende del corredor. Ahí entra el olfato del entrenador.

Anónimo dijo...

Me ha encantado la entrada como siempre, Andreu te quería preguntar una duda, has hablado que el 800 se puede entrenar desde arriba o desde abajo y me gustaría saber tu opinión sobre el 1500, crees que tiene sentido entrenarlo desde arriba, doblando prueba con el 5000 o es una prueba tan especifica que no lo recomendarías

Andreu Novakosky dijo...

Hola a ambos!

Hablando sobre la cuestión de por arriba o por abajo, está claro que es dependiendo del tipo de atleta que tienes, tal como se ha dicho en el primer comentario. Sin embargo, la prueba de 800 ha evolucionado bastante a partir de los ochentas y cada vez hay atletas más específicos de esta prueba y menos de perfil "millero". Esto unido a mi particular visión de creer que no hay un buen ochocentista sin una muy buena marca en 400, provoca que vea por "deformación" profesional la preparación de la prueba por debajo.

En cuanto al milquinientos, está claro que con atletas con un gran VO2 max, un kilometraje importante y la intensidad adecuada, el éxito en la prueba superior también está garantizado. Sin embargo, como con el ochocientos, creo que hay más garantía de éxito con atletas con una alta tolerancia a soportar lactatemias altas y eso entra un poco en contradicción con el tipo de atletas que me acabo de referir. No se puede tener todo y yo, puesto a elegir perfiles, creo que son más garantes de buenos resultados los entrenados por abajo por cumplir ese perfil.

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