"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

viernes, 16 de marzo de 2012

Encantado, esto no puede ir mejor!

Hay veces que todo sale mejor de lo esperado, como está ocurriendo ahora. Has programado siempre en el límite de la fatiga y el agotamiento y esperas que se acabe desarrollando esa programación,  incluso en precario: el objetivo planteado es intentar acabar todas esas sesiones y acumular trabajo. Como acabo de decir, lo que pasa menos veces es que de repente veas una ola de dinámica positiva que no solo provoque que se realice el entrenamiento planteado, sino que se haga de forma magistral y con unos tiempos increíbles, día a día, a pesar del cansancio acumulado.

Esto puede pasar varias veces durante la temporada, pero la situación es especialmente satisfactoria cuando ocurre en el periodo en el que nos situamos. Ver día a día los ritmos de entrenamiento, tan específicos a la prueba, realizados una y otra vez con tiempos inmejorables provoca un subidón difícil de gestionar (no hay que echar las campanas al vuelo), pero muy satisfactorio a nivel personal. Los ritmos entran ya en la zona mixta y anaeróbica, eso significa que el ritmo es de competición o acercándose mucho a ella. Me gusta bastante la estadística que nos marcan los tiempos de entreno. Generalmente no se puede extrapolar los diferentes resultados de una temporada a otra, pero es una buena guía para saber mas o menos donde nos situamos. Otros años, íbamos en una línea ascendente pero no siempre se conseguía mejorar los tiempos de años anteriores. En general la valoración era siempre de una mejora grupal al reunir todos los componentes del entrenamiento para valorar el estado de forma.

Pero de repente, este año, cada sesión muestra una mejora de casi cualquiera de las anteriores, o sea, TODAS MEJOR! (lo dejamos en un 90%).
 Sabía que habíamos hecho un invierno impecable, a pesar de que algunas marcas no salieran o que tuviéramos gente sin salir a competir. Esperaba con ganas el momento de ponernos en la pista y empezar a correr con tiempos que veremos en la competición, pero no pensaba que la acumulación de todo ese trabajo invernal fuera a empezar a salir de esta manera. Sencillamente, lo bordamos! Incluso cuando nos pasamos de ritmo, a diferencia de otros años que debíamos dejar la sesión sin acabar por el bloqueo muscular que sufrían mis atletas, acabamos con buenos tiempos la sesión. Ahí también hay una gran diferencia de actitud y demostración de inteligencia sobre otras temporadas!
 
Y, a pesar de lo duro y agotador que son las sesiones que hacemos ahora, mis atletas son conscientes de que los tiempos que están realizando no los habían hecho de manera tan continua en el pasado. Como todo deportista que se deja la piel día a día, cuesta expresar de manera abierta lo bien que se encuentran, siempre hay ese punto de desconfianza por si todo se tuerce en apenas un instante. Una lesión, una anemia, la imposibilidad de encontrar una buena competición, etc... todo provoca un estado de atención y defensa sobre si verán continuidad a estos entrenos tan positivos. Acabas agotado el entreno sabiendo que esos números del cronómetro han sido tuyos y que antes no los hacías así. Quieres expresarlo con alegría, exteriorizarlo, pero algo, la conciencia o la prudencia quizás, o simplemente el agotamiento, te dice que mejor disfrutarlo interiormente.
 
Yo mientras, cronómetro en mano y pensando que podremos hacer este verano si encontramos una gran oportunidad de explotar, sigo encantado dirigiendo las sesiones día a día y opinando que esto no puede ir mejor.


1 comentario

Carlos dijo...

QUIEN SIEMBRA RECOGE....¡FELICIDADES!

BLOGS INTERESANTES

© Bislett
Maira Gall