Un día complicado.

Hay días en que trabajar al aire libre resulta complicado. Ayer fue uno de ellos, y lo saldamos increíblemente de forma positiva. Se acercaba lo que en la televisión han bautizado como "Medicane", un proyecto de viento huracanado en la costa mediterránea.. Horas antes del entreno había llovido sin parar, pero poquito antes, quizás por el fuerte viento que empujaba las nubes, dejo de hacerlo y pudimos empezar el entrenamiento "chispeando" pero con unas ráfagas difícil de aguantar. En esas condiciones se calentó, se hizo técnica de carrera y se hizo el entrenamiento de velocidad con cuestas de 60 metros. Acabado esto, una buena sesión de resistencia aeróbica. Total, un rato más que largo en que la lluvia dio tregua y en el que pudimos trabajar. Las condiciones fueron difíciles, pero los chicos le pusieron ganas y "coco" para sacar adelante su entrenamiento. Los tiempos de las subidas, con viento en contra, se fueron a la m..., pero el trabajo fue de velocidad, frecuencia alta, aplicación de la fuerza, etc... Así que mi valoración fue positiva. Después, en el trabajo de resistencia aeróbica, una lucha constante contra las ráfagas. Ninguno se durmió, ninguno pasó de todo, al menos eso me consta, aunque el ritmo no fuese el mejor, el trabajo psicológico fue más que importante.
Por si fuera poco, por la tarde, más trabajo para una de mis atletas, o sea doble sesión en un día complicado como el de ayer. Mismo panorama en distinto sitio, viento huracanado en un circuito medido y que consta de una leve subida y vuelta en leve bajada. a pesar del viento en contra en la subida, los parciales de vuelta fueron muy, muy correctos, así que la valoración final de la sesión fue elegir entre la creencia de saberse una superwoman, la tentación de ir a rezar a la virgen por el milagro realizado, o el cobrarse el esfuerzo del día con un antojo dulce de los que dejan más satisfacción que el propio entreno. Al final, evidentemente, la elección pasó por ir a por el antojo dulce y dejamos el creerse un portento de la naturaleza o la ofrenda a la virgen para futuras sesiones.

Estos días así, son de valoraciones con contrastes para mí. Por un lado me "revienta" no poder tener unas mínimas condiciones para realizar mi trabajo bien, ya que una parte importante de ese trabajo, es poner en crisis todos los sistemas energéticos que se van a trabajar, y es fácil, muy fácil, ceder por parte del atleta y trabajar por debajo del nivel requerido. Por otro lado es de satisfacción grande, porque el trabajo psicológico es tremendo y raya lo épico! El esfuerzo mental que hay que realizar es increíble y superar este tipo de días realizando el entreno sin problemas da un plus de satisfacción extra. Al acabar, siempre hay la misma reflexión: "el entreno ha valido por dos, por el que has realizado tú y por el que no han realizado tus rivales". Lo importante, también, es no alterar la agenda de trabajo de mis atletas, ya que alguna parece un encaje de bolillos y difícilmente podría sacar la semana al 100% si las inclemencias del tiempo no dejaran entrenarnos.
En estos días, ya lo dice el dicho, no hay otra manera de actuar, mono de trabajo, actitud y...... "AL MAL TIEMPO, BUENA CARA"!