"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

domingo, 9 de octubre de 2016

Un buen rendimiento está supeditado a la gestión pedagógica de las actitudes.

Los objetivos, los atletas los han de trabajar, no con grandes frases motivadoras, sino en la pista y día a día. Ya he dicho en varias ocasiones que las nuevas tecnologías nos estaban llenando últimamente de artículos técnicos y gurús con pretendidas verdades absolutas, pero que la verdadera gestión técnica de nuestro día a día no era discernir sobre teorías y nuevas verdades fisiológicas sino en como aplicar en pista una programación con sentido común y que los atletas de un grupo la llevasen a cabo. 

Siempre recuerdo que un buen colega, entrenador de una atleta olímpica me repite que él es “entrenador de a pie y pista”, que le parece muy bien todas las teorías y la influencia que pretenden ejercer ciertos profesionales, pero que él, lo que cree que debe hacer es gestionar el trabajo del día a día de las actitudes y las emociones de sus atletas. Resumiendo, el día a día es procurar que tus atletas hagan correctamente su entrenamiento. Creo de manera clara que el rendimiento o la falta de él, está justamente en esa cuestión. No en el “qué” sino en el “como”. Tengo atletas jóvenes de verdadero talento y mi día a día consiste en intentar que no se dispersen, que pongan los cinco sentidos en el trabajo que realizan. Eso, dependiendo del tipo de trabajo a realizar, se suele complicar. Un ejemplo claro este inicio de temporada es como gestionan el trabajo de resistencia aeróbica, muchas veces a un ritmo muy por debajo del óptimo, o, lo más común, con muchos minutos basura al inicio. Es desesperante a veces ver como ese entrenamiento residual llega hasta incluso la mitad de la sesión!

Mi trabajo es intentar explicar de manera pedagógica que es difícil llegar a rendir como podrían con ese tipo de actitud. Por tanto, volvemos a lo de siempre, la teoría está muy bien, llena de verdades fisiológicas, pero ay señor!, de lo que se trata de verdad es de saber aplicarla en pista y gestionando las actitudes individuales y de conjunto de un grupo!

Mi experiencia me indica que un buen rendimiento o no, no está supeditado tanto a la aplicación metódica de la teoría, sino a la gestión pedagógica de las actitudes de los atletas que entrenamos.
Y por mi experiencia, es tan determinante, que un simple inicio de temporada iniciado con una actitud más laxa, crea una dinámica individual difícil de recuperar en los siguientes meses.

Nuestras pistas están llenas de atletas talentosos/as, pero vacías de una conciencia metódica, a nivel general, en cuanto hablamos de los deportistas, y en una proporción más grande de la deseada a nivel técnico. Creo firmemente que si nos preocupásemos mucho más de la formación pedagógica de lo que significa entrenar y conseguimos atletas más concienciados en sus oportunidades, el nivel atlético general subiría de una manera espectacular. Nuestro objetivo como entrenadores de día a día en pista no debe ser intentar  llegar a aplicar la última “megasesión”  del atleta de élite “X” o la última tendencia del prestigioso entrenador renombrado “menganito”, sino simplemente educar y formar para que nuestros atletas simplemente amen entrenar y esforzarse, y se apliquen, y en consecuencia rindan según el talento que atesoren, ya que el trabajo estará, con esa educación, asegurado.


Una frase mía recurrente que siempre me acompaña, y escucha quien me quiere oír, es que no llegan nunca  los mejores atletas, sino los más inteligentes!  Y es que hasta donde podemos llegar aplicando esa inteligencia y el sentido común en cualquier actividad, no tiene fin, ni precio. 



No hay comentarios

BLOGS INTERESANTES

© Bislett
Maira Gall