"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

lunes, 23 de noviembre de 2015

Construir.

No hay nada que me motive más que construir un atleta. Empezar de cero, con el talento que atesore, sea poco o mucho y marcar unos objetivos en el tiempo y ver a través del trabajo planteado, el sacrificio de ese atleta y como va superándose semana a semana, realmente hace que este trabajo tenga pleno sentido y me llene.

Construir a atletas con un talento increíble, construir atletas que al empezar solo pueden poner de su parte toda la dedicación que haga falta porque no son talentosos, construir sobre las ruinas que dejaron otros haciendo un doble trabajo, en lo físico y en lo mental, solo son algunas de las maneras de construir que me he enfrentado estos últimos años.

Las situaciones que realmente más me llenan como entrenador son dos. Por un lado, me parece fascinante crear, formar, como atletas y personas, a niños y niñas surgidos de una escuela de atletismo. Ver crecer a esos peques, verlos madurar y ver como cada uno desarrolla su personalidad, con sus defectos y aciertos, y verlos crecer atléticamente es una experiencia altamente recomendable, a pesar de que muchas veces no todo sale como uno lo tenía planeado. Por desgracia, en la adolescencia, el índice de abandono de la práctica deportiva es realmente alto y perdemos muchísimos talentos naturales, lo cual es una verdadera pena. Mi trabajo es intentar evitarlo y que nuestro deporte llene su juventud con algo realmente motivante.

Por otro lado, me siento muy valorado cuando delante me encuentro a un atleta que siento que confía plenamente en mí y te das cuenta día a día que deposita todas sus esperanzas en mí como entrenador y como responsable absoluto de su sueño de correr cada vez más. Sentirme ser escuchado, ver ejecutar las sesiones de la manera que se ha planteado como equipo, ver la transformación del atleta y su mejora, y sentir el agradecimiento por el sacrificio realizado y el tiempo invertido, es un sentimiento de completo éxito y satisfacción personal. Tantas veces me he sentido realizado por atletas que han conseguido marcas modestas, pero que se han superado por lo anteriormente descrito…
Si junto el ejemplo anterior a alguien con verdadero talento, simplemente se llega al éxito. Es la única manera que entiendo para llegar y me llena tanto como con lo conseguido por atletas más modestos, con la única salvedad de las experiencias vividas. Ganar medallas, internacionalidades, viajar, etc…son experiencias que ayudan a luchar por un sueño con tus atletas y batallitas emocionantes para contar dentro de unos cuantos años.

Paralelamente a estas dos sensaciones, también algunas veces he recibido atletas que no habían estado bien preparados y sufrían una situación de desmotivación importante. Recuperar a este tipo de atletas, recuperar su confianza y autoestima, explicarles porqué estaban sumidos en esa situación es una tarea complicada pero supone un reto personal. Muchas veces este tipo de atletas se autoinculpan por creer que no tenían la calidad que se les suponía, sin darse cuenta de que realmente era muy difícil rendir tal como trabajaban. Explicarles la situación y pedirles un voto de confianza hacia ellos mismos para trabajar duramente una vez más, y que confíen en tu mensaje, es otra tarea que llena de satisfacción.

Evidentemente que también hay la otra cara de la moneda. No siempre te encuentras con una actitud positiva delante. Muchas veces trabajo con atletas que no ponen la predisposición necesaria para escuchar, para trabajar con sentido común. Entrenan por inercia y sus resultados van acorde a su organización. Le dan vueltas a su situación sin comprender que su actitud y su manera de actuar son el principal factor limitante de su rendimiento. Son los atletas “No se…” , nunca saben nada ni están dispuestos a reflexionar, únicamente trabajan por inercia creyendo que es la única condición existente para correr.
También, en la misma línea, me encuentro a atletas que en diferentes matices no me dejan ejercer al 100% mi función como entrenador. Dicen conocerse mejor que nadie y toman sus propias decisiones al margen de la opinión técnica. Como no estoy aquí para pelearme con nadie, sino para disfrutar de nuestro deporte y aprecio a todos los atletas que entreno y he entrenado, lo tolero explicándoles, eso sí, que no soy responsables de según que resultados. Generalmente están influenciadas por otras personas externas al equipo técnico, consultan otras personas sin avisarme antes y solo después, a veces, me lo comentan. Casi siempre sus casos están enredados por una mezcla de mis opiniones, sus propias decisiones y la opinión de gente externa. No puedo ejercer claramente mi responsabilidad como creo que debería hacerlo, siendo responsable del 100% de las decisiones técnicas, la única manera factible que veo para salir adelante. Estos son los casos más claros de todos: están abocados a no conseguir sus objetivos al 99,9% de los casos.

Cuando trabajas como entrenador de club intentando hacer un trabajo serio, sueles encontrarte con ejemplos como los descritos anteriormente a lo largo de los años. Hay otros, satisfactorios y también desagradables, pero el conjunto de vivencias que suponen todos estos ejemplos marcan un camino en el tiempo altamente recomendable. No dejamos de ser educadores con todo lo que ello conlleva. Educadores de la vida en una vertiente deportiva, ni más ni menos.




2 comentarios

Damián Sánchez dijo...

Una experiencia que me gustaría poder vivir algun dia...no pierdo la esperanza de un dia disponer del tiempo para hacerme entrenador de atletismo...veo cada día una de burradas a mi alrededor, que me encantaría poder disponer del titulo que me acredite para decir...pero que estas haciendo muchacho!
Mientras tanto, leer a buenos entrenadores me encanta, uno de ellos eres tu sin duda

Andreu Novakosky dijo...

¡Gracias Damián! Y sin dudarlo, te animo a que te inscribas en los cursos de entrenadores y te impliques con un grupo de chicos a quien formar. A mi, al menos, me llena muchísimo!

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