"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

sábado, 30 de marzo de 2013

Cuando es inevitable comparar.


Las temporadas se suceden y pasan por mis manos muchísimos atletas, de diferentes pruebas y de diferentes niveles. Con el tiempo, se va formando una base de datos de tiempos y referencias  que es difícil obviar, ya que la experiencia es un grado y aunque cada atleta es un mundo, acabamos sabiendo por donde se mueven nuestros atletas y su proyección en cuanto a marcas.

Esta situación se acrecienta cuando empezamos a trabajar en períodos más específicos, como el actual. Estamos, como diría Harry Wilson, “templando el acero” y empezamos a marcar unos cronos que me llenan de brillo la mirada. Últimamente he tomado algunas decisiones, corrigiendo el entrenamiento de algunos de los atletas del grupo, que creo acertadas viendo como estamos sembrando y lo que intuyo se puede recoger, cuando, de manera inevitable, me pongo a comparar sesiones de temporadas anteriores.

Esto marcha tanto, que hace escasos días, como quien no quiere la cosa, un atleta mío ha mejorado de una manera impresionante un tiempo de una sesión concreta y en una distancia concreta, de la misma forma que con una facilidad pasmosa corría 4 segundos más rápido del ritmo ideal pactado una serie de quinientos metros la semana anterior.
En definitiva, estoy viendo sesiones que no había visto nunca antes, y estoy viendo semanas increíbles y regulares en muchos de mis atletas, aunque a veces ellos mismos se confundan y valoren como “malas sensaciones” un entrenamiento realizado a un ritmo más rápido y compacto de lo que cabía esperar, y dentro del sistema energético trabajado!.

Cuando se trabaja con un criterio, las piezas acaban encajando, y eso es lo que está ocurriendo. Empieza a dibujarse la forma de cada uno de mis atletas, y sus tiempos de referencia para sus objetivos empiezan a salir día si y día también. Atrás han quedado los duros días de los períodos básicos, donde el volumen mandaba sobre la intensidad y donde había que tener la paciencia que se supone a atletas inteligentes para saber comprender que lo que estaban invirtiendo era para aplicarlo ahora y así poder poner la base específica que nos permitirá en verano obtener la forma esperada.

El cambio de temperatura sin duda ha ayudado, y el inminente cambio horario será una de las puntillas que ayudará a que el músculo, por otra parte, empiece a tener el “calor” que buscábamos sin suerte hasta hace pocos días. Durante toda la temporada me han impresionado varias veces los tiempos empleados en entrenamientos por algunos de mis atletas. Ahora, esa impresión se acrecienta porque los ritmos trabajados empiezan a acercarse a los ritmos de competición, y el tema no está tanto en los números del cronómetro, que son muy buenos, sino a la forma en que lo consiguen, con un correr fácil y económico que da muy buenas vibraciones, o haciendo gala en la serie final de un pundonor y sacrificio importante para conseguir un tiempo realmente no esperado por este entrenador o ese atleta.

Ahora solo queda, como muy bien se refería en su blog mi buen amigo y mejor entrenador Vicente Úbeda, (os dejo enlace: http://www.vicenteubeda.com/el-exito-llama-al-exito/  ) el mejor de los estados emocionales posibles. Aunque ponemos una buena actitud en el día a día, a veces es la asignatura pendiente. Conseguir un diez en ese apartado, sería la guinda del pastel (aunque porcentualmente está claro que ocupa mucho más espacio que esa pequeña guinda en la consecución de resultados) para lograr ese éxito que tanto deseamos y que tanto luchamos en la parte física diariamente. 



No hay comentarios

BLOGS INTERESANTES

© Bislett
Maira Gall