"Esto es lo que te gusta hacer, esto es lo que sabes hacer bien, hazlo hasta el límite y estarás satisfecho". Harry Wilson

martes, 14 de febrero de 2012

De bajada.

Después de 4 meses y medio de trabajo general con una importancia marcada del volumen sobre la intensidad, iniciamos una bajada del puerto de montaña que hemos estado atravesando para presentarnos en el llano y empezar a hacer, dentro de 3 semanitas, trabajos de calidad. Es nuestro último mesociclo del periodo básico, que divido en dos partes de 9 semanas cada una. Con esta bajada en el volumen, pretendemos presentarnos mínimamente competitivos en el Campeonato de España de pista cubierta. Difícil misión, ya que muchísimos rivales preparan con esmero la temporada invernal y llegan a este campeonato pletóricos de forma. Sin embargo creemos que seremos competitivos, porque estamos capacitados para mejorar nuestras mejores marcas personales de invierno ya que nuestros entrenos así lo dicen. Aunque un factor con el que no contábamos se ha venido a sumar estas dos últimas semanas y ha sembrado un par de dudas, disipadas en cuanto hemos hecho un entrenamiento en mejores condiciones como el de ayer, lunes 13. El frío intenso que hemos soportado estos días nos ha trastocado un poco nuestros planes. No estamos acostumbrados a este frío. Generalmente, pocos días durante el invierno tenemos unos 4 grados en Mataró, y quizás solo uno o dos de frío excepcional. Si a eso le sumamos un inusual viento que ni sabemos de donde ha aparecido, tenemos muchos días de malas sensaciones en cuanto a las condiciones de trabajo. Llevamos un poco más de dos semanas entrenando cada día entre 0 y 3 grados. Ha sido difícil, en estas condiciones, aguantar los mismos ritmos que llevábamos encima. Mis atletas me comentan que no recuerdan haber entrenado con tantas capas de ropa como en los últimos entrenos.

En estas situaciones, el coco juega una labor importante. Saber aguantar las condiciones, saber valorar la pérdida de "feeling" y gestionar y entender bien esos segundos de más en las que hacemos los trabajos fraccionados marcan la diferencia de un atleta con la cabeza bien puesta de alguien un poco "perdido" y presto a desmotivarse por las condiciones "coyunturales" de entreno.

Por otra parte, la verdad es que llegamos muy enteros al final de este largo ciclo de entrenamientos. No noto síntomas de agotamiento mental en las ya rutinarias sesiones después de tantas semanas de un mismo ciclo. Quizás el hecho de ir variando el volumen semanalmente de todos los trabajos, haga que no sea del todo rutinario y vean con otros ojos las sesiones. Al único trabajo que llegamos "tocados" es al de potencia aeróbica cuando entrenamos sobre distancias de 2000 metros. Mis ochocentistas ya ven la distancia con algo más que recelo! ( hoy les contaba la leyenda que rodeaba al sueco Anders Garderud, recordman mundial de 3000 obst. en la segunda mitad de los 70's, que, incapaz mentalmente de trabajar distancias largas, basaba su preparación con fraccionados de 1000 metros como distancia mas larga entrenada, cosa muy poco usual para un fondista de élite.).

De todas formas, esta es la semana clave. Todos los trabajos van para abajo en cuanto a su porcentaje de volumen. Los chicos lo saben, se motivan y aprovechan para correr más rápido, no hay vuelta atrás y la mente se siente liberada. Los entrenos lo van a notar, sin duda, y espero como todos los años, la demostración de que el trabajo ha sido bien realizado con la confirmación de buenos "cronos" tanto en los últimos coletazos del ciclo, como en las escasas competiciones de invierno que quedan pendientes, un par o tres de campeonatos, el más importante entre ellos, y un meeting internacional este mismo sábado.


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