En este deporte, como en la vida, mejoramos y nos formamos a
base de fracasos, a base de caerse y volverse a levantar corrigiendo aquello
que nos hemos dado cuenta que no hicimos bien. No se los demás, pero yo no
tengo ninguna varita mágica y la base de mis conocimientos y mi manera de
entrenar está, con los años, más en el ensayo/error que en la aplicación de
teorías de personas de renombre. Siento que me he formado y tengo aún inquietud
para ir reciclándome. Busco la mejora constante de las partes que menos me
convencen de lo que aplico (siempre se puede mejorar aquello que hacemos), y
busco métodos de aplicación de las cargas que me convenzan más de los que
desarrollo. Sin embargo, nada me ha hecho aprender más que ir cayendo tras un
error de programación, un mal planteamiento, o cualquier circunstancia de la
que haya sido responsable. Y cada vez me he vuelto a levantar!
Este año es especial en ese sentido. Tengo muchos atletas
que de una forma u otra han caído y mi trabajo de esta temporada consiste en
levantarlos y tirar hacia adelante. Cualquiera ha sido la circunstancia de esta
caída. Un mal año atlético, una lesión crónica, dos años inactivos por una
operación, una gestión negativa de la actitud a nivel de entrenamientos y de
competición, un problema psicológico, una mala experiencia como la de NY, etc...
Los cuadros son variados pero todos tienen un punto en común, quieren
levantarse y salir adelante en lo que más les gusta. Unos cuantos han venido de
fuera a confiar en mí, pero otros, y ello les honra, han querido seguir
confiando en su entrenador, entendiendo que la parte técnica y el apoyo que les
dí, no era responsable de su caída y que lo programado tenía sentido y se hacía
un buen trabajo.
Y en ello estamos. Mis nuevos atletas se han adaptado bien
al sistema y parecen contentos con lo que les he ofrecido, creo que estamos
haciendo aquello que les conté que haríamos, por tanto, no se sienten engañados
y están muy motivados y expectantes ante cual va a ser su rendimiento futuro.
Mis atletas que volvieron a confiar en mí, han empezado a corregir errores, y
estamos cumpliendo con los deberes que nos hemos puesto para superarlos.
Aquellos problemas a los que no llegamos por falta de conocimientos, hemos
puesto remedio externo para rematarlos también. Y aquellos atletas, que, tras
una lesión, han vuelto a apostar por su deporte, están sacando todo lo que
llevan dentro sin apenas problemas.
Siguiendo en la misma línea de anteriores actualizaciones, esto
demuestra sin más que, por encima de todo, la resolución de problemas sale de
la decisión de unos mismo de encararlos y buscar la solución. Nos caemos y nos
volvemos a levantar creyendo tener la lección aprendida. A veces, volvemos a
caer, e increíblemente nos volvemos a levantar insistiendo una y otra vez!
Estoy seguro que es la base donde asentar un salto importante en el
rendimiento. Está claro que es una cuestión de dinámica, de actitud y de modelo
de conducta. Es lo que necesito para formar personas que sean atletas y les
transmito que la resolución de esas caídas son la entrada a lo que sueñan.
Ellos confían en mí, yo confío en ellos! Sin esta reciprocidad no tiene sentido
todo este escrito.
No hay comentarios
Publicar un comentario