Escuché el otro día en la radio, este verso del Poema 18, “Aquí
te amo” de “20 poemas de amor y una canción desesperada” de Pablo Neruda. La
verdad es que se aplicaba el verso a algo tan poco romántico como la sesión de
investidura del presidente del gobierno. Sin embargo, la sentí plenamente
adecuada a esa relación de amor e incluso, algunas veces, odio que sentimos con
nuestro deporte.
Acabamos de iniciar una nueva temporada, llevamos apenas 3
días de entrenamiento, y tenemos delante nuestro el vivir nuevamente ese
sentimiento tan cercano hacia nuestro deporte. Una nueva temporada de alegrías
y decepciones, de vivencias intensas y momentos grises, de grandes entrenamientos
y periodos de lesiones, en definitiva, con cada día con su particularidad, “andan
días iguales, persiguiéndose”!
Días iguales llenos de ambición, de motivación, de lucha y
de sacrificio. Días iguales de alegrías y tristezas, días iguales llenos de kilómetros,
iguales pero con sol, viento o lluvia, con frío o con calor. Iguales entrenando
o compitiendo, iguales con victorias y derrotas.
“Andan días iguales persiguiéndose” con los atletas de toda
una vida, algunos nos han dejado, y con los nuevos, siempre bienvenidos! Con
relaciones y amistades que siempre esperas sanas y solidarias. Días iguales de
formar talentos o gente trabajadora y animosa que quieren mejorar y superarse. Días
iguales de pulir pacientemente sabiendo que lo mejor está por llegar dentro de
varios meses. Días para soñar con objetivos difíciles pero no imposibles, de
entender que cuanto siembre, recogeré. “Andan días iguales persiguiéndose” de
actitudes positivas…..y negativas! Ay esas actitudes! Días iguales no solo en
el plano de la conducta, días iguales llenos de entrenamientos! Días de
exigencias de ritmos, de exigencia de volumen e intensidad, de gimnasio y
cargar kilos en la espalda, días de subidas, arrastres y velocidad. Días persiguiéndose
marcando tiempos de record o de entrenamientos inacabados.
“Andan días persiguiéndose” llenos de viajes entusiastas, idas
ilusionantes y vueltas felices o con decepciones. Días llenos de competiciones,
con determinación o con dudas y miedos, con medallas y pódiums o con la
satisfacción del haberse superado o no, pero siempre compitiendo de manera honesta .
“Andan días persiguiéndose” es el inicio de una temporada,
igual pero diferente a las anteriores, ellas también se persiguen. Es también
un reencuentro con mi blog, tantos meses en silencio, pero renovado estéticamente
y con ganas de seguir aportando ideas, vivencias, pero también opinión técnica,
siempre con mi sello, siempre responsable de mis ideas.
El poema 18 se inicia con el título “Aquí te amo” y acaba con
el siguiente verso: “Y como yo te amo, con los pinos en el viento, quieren
cantar tu nombre con sus hojas de alambre”. A mí, solo me queda añadir ese
nombre: Atletismo!
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