Al ver el documental de Diciembre, he podido entender una
vez más, que el camino a los sueños, pasa únicamente por la decisión personal
de invertir tu vida en convertir tu sueño en realidad. Todas chicas con
talento, todas con un denominador común: un esfuerzo personal sin fisuras, y
muchas veces sin medios, para conseguir desde la más absoluta normalidad llegar
a ser medallista olímpica.
Cuando acabé de ver el informe, lo primero que me salió de
dentro fue decir: Pero si son chicas normales! Y si, salvo en algún caso
concreto de estar delante de una estrella mundial del deporte, lo que veía era
gente corriente explicando su lucha diaria para llegar a conseguir su sueño. Yo
conozco a muchas chicas y chicos con las mismas posibilidades, muchos de los
que convivimos en este mundillo vivimos rodeados de atletas así! Por que ellas
si y otros no? En casi todos los casos ocurre lo mismo. Esa respuesta la
encuentran los propios deportistas al final del camino. Como se explica en cada
historia, como no iban a triunfar después de darse cuenta del esfuerzo
realizado? Cada una de esas deportistas explicaban el como habían podido llegar
ahí, dándose cuenta de que ese “como”,
ese trabajo en la sombra, esas horas y horas de trabajo diario, mensual,
etc..era la causa de conseguir esos resultados. En deporte, los “hipertalentos”
son habas contadas, el grueso de los campeones son gente tan anónima como la
que sale en IR, gente como la que estamos acostumbrados a ver trabajar
diariamente, gente como hay aquí, en Francia, Italia, etc…gente corriente con
un sueño concreto y una determinación a conseguirlo a prueba de cualquier
situación, de cualquier circunstancia, de cualquier fracaso, etc….Gente normal
dispuesta a levantarse cuantas veces haga falta después de caerse y a volver a
intentarlo mejor si cabe que la anterior vez.
Sumado a este capítulo, hoy leo el artículo de El País donde
Carlos Arribas, habla de los cambios en la vida de Arturo Casado. Más de lo
mismo, normalidad absoluta, rodearse de cosas sencillas y un planteamiento
serio en el esfuerzo diario, son la mejor y casi única receta para lograr
resultados, al menos la que más me convence. Mientras, en cada grupo de
entrenamiento, dentro de esa normalidad corriente donde se mueven todos los
deportistas, nosotros, los entrenadores, tenemos que convencer diariamente que
si se puede, que no envidiamos nada de los demás, que no somos peores. Que
simplemente, la diferencia es esa determinación y la inteligencia para querer lograr
ese sueño. Eso sí, sin cámaras ni periódicos delante. En silencio y en el duro
trabajo del día a día, como debe ser!
Con esta “actu” despido el año. Un buen año, una buena
temporada, pero no la mejor. Esa está por llegar! Atentos a los próximos meses!
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