Una de mis inquietudes
históricas ha sido dotar a la preparación de mis atletas (antes lo hacía
conmigo mismo) del mejor entorno posible para prepararse. Y cuando hablo de
entorno, hablo del sitio físico donde desarrollo la sesión. No trabajo en la
mejor de las pistas que conozco, de hecho, la cambiaría sin dudarlo por otras
cercanas, pero esa es la de mi ciudad y es evidente que no puedo hacerlo! Eso
sí, creo que tenemos una pista con un buen viento (aunque alguno de mis atletas
lo dude!) y unas buenas vistas, pero no es suficiente para satisfacer las
necesidades que creo óptimas del entorno de trabajo.
Siempre he sido un
romántico de nuestro deporte, y dentro de ese romanticismo, una parte
importante la forma ese entorno del que hablo y más concretamente el
entrenamiento en la naturaleza. Hace dos temporadas cometí el error técnico de
situar trabajos de pista fuera de ella, así que aprendí del error y ahora
únicamente llevo a la naturaleza aquellas sesiones de las cuales puedo sacar
verdadero provecho. Principalmente, como es natural, todo lo relacionado con la
parte aeróbica, es decir, el desarrollo de la resistencia y potencia aeróbica.
No hay duda que llevar
estos trabajos al exterior provoca una pérdida del control de los ritmos y una
velocidad menor que el mismo trabajo realizado y controlado en pista, pero los
beneficios psicológicos compensan sobremanera esa pequeña pérdida de control y
prestaciones.
Una de las partes más
“friquis” de mi trabajo es estar en contínua búsqueda de esos espacios en los
alrededores de donde vivo y desarrollo mi trabajo. El perfil ideal de los que
busco es un entorno húmedo, boscoso, con buenos caminos y sin grandes
desniveles y si es cerrando una vuelta en vez de un “ida y vuelta” mejor que
mejor. Hace años, el boca a boca me llevaba a buscar y descubrir esos caminos,
pero desde la irrupción de herramientas como Google Earth y Street View, dedico
bastante tiempo antes de empezar la temporada, delante del ordenador, en buscar
sitios idóneos de entrenamiento. Una vez encontrado uno de esos sitios, una
visita física se impone para ver si lo reflejado en el mapa es lo buscado para
poder entrenar en condiciones, cosa que no siempre ocurre!
Mi “ideal” sitio húmedo y
boscoso viene dado por el romanticismo histórico que tenían los mejores atletas
de hace años. Encontrar nuestro “Volodalen” particular, el “eldorado” de los
corredores, el sitio donde se gestó el mediofondo y fondo europeo de los años
sesentas y setentas de la mano del “brujo” Gosta Olander, uno de los más grande
entrenadores de la historia de nuestro deporte, y convertirlo en nuestro “santuario”
particular, el lugar donde “templar el hierro” y conseguir la mejor de las
formas, es el objetivo. Yo hace años encontré el mío particular, aunque sigo
buscando siempre mejorarlo, en Canyamars, un pueblecito en las afueras de
Mataró, a 20’
en coche particular, donde tenemos un circuito que consta de una principal
vuelta de 2600 metros
donde podemos rodar sintiendo exclusivamente el ruido de pájaros y las hojas de
los árboles movidas por el viento. También, una de las novedades de esta
temporada, he conseguido sacar un circuito de 6 km en leve descenso donde
vamos a realizar este año las sesiones de ritmo controlado, nuestro Tempo Run!
Aparte del entrenamiento
específico que supone para los que preparan o compiten en cross durante el
invierno, el entorno es el ideal para correr. Rodeados de árboles frondosos en
caminos de tierra o asfalto casi sin tráfico, campos verdes labrados, etc,
correr en ese entorno supone una liberalización del cuerpo y mente que produce
un aumento en la producción de endorfinas y por consiguiente un plus de
voluntad, sacrificio, motivación y hasta diría sensación de bienestar, a pesar
de la fatiga, para realizar el entrenamiento, y donde la valoración final ( pérdida
de ritmo y control incluídos) , siempre es altamente positiva.
Siempre que voy
acompañado de algún atleta mío y paso por algunos de mis rincones “fetiches” les
comento la típica “batallita” que todo atleta de medio fondo y fondo guarda
para sí en su interior durante el resto de su vida: “Aquí se gestó mi marca en
800…” Quien no tiene uno de esos sitios?
No hay comentarios
Publicar un comentario