Hace pocos días,
Vicente Úbeda nos twiteaba
un artículo de Carlos
Cordente muy interesante sobre la actual reconocida poca importancia que se le
da al VO2max como uno de los factores determinantes del rendimiento deportivo
en deportes de resistencia y adornaba sus argumentaciones con los vídeos de la conferencia de Bruno Gajer, y me
dije: es la mía! Ocasión para recuperar esos principios
coincidentes.
De Bruno, me gustan dos líneas, la puramente técnica
y cuya idea principal es que la preparación ha de ser específica
a la prueba desde el principio de la temporada, con los ritmos específicos de cada fase de los ochocientos
metros, y la otra es la intuitiva, la de aceptar de que no todo tiene una
explicación científica y que la aplicación de muchas partes del entrenamiento están basadas en la experiencia, en la
intuición y no en la teoría :"lo hago porque siempre me ha ido
bien y confío en ello, sin mas
base que lo refrende que la experiencia" vendría a ser una declaración
de principios válida.
Tengo que reconocer que, si bien me declaro seguidor de la iglesia
"ochocentista" pura y dura, "ochocientos
es.....ochocientos" diría
un entrenador futbolero, no he sido capaz de ser tan valiente como Grajer y me
cuesta sacar la preparación
de la prueba del convencional trabajo aeróbico en las fases básicas
del entrenamiento. Quizás
sea la única apuesta
arriesgada que no me he atrevido a poner en práctica. El miedo a lo desconocido a veces frena muchas de las ideas
y mi sentido de la responsabilidad se impone a la osadía. Como exponer a un atleta tuyo que te
gustaría arriesgar a un
cambio radical en una parte de la preparación. Como pedir un cheque en blanco para cambiar algo que funciona y
lo que es peor, algo contrastado con la experiencia de los años y la literatura científica, por una idea, que, aunque muy bien argumentada, se escapa de
las definiciones clásicas del trabajo
de una zona energética específica. Ahí
también
me siento identificado con Gajer, cuando comenta que los médicos lo tienen por loco por su postura o
criterio basado en sus experiencias de campo por delante de las teorías convencionales de trabajo.
Salvando las distancias en cuanto al tipo de preparación, filosofía de trabajo y distancias entrenadas, la primera persona que me
intentó persuadir
con éxito que la verdad
la iba a encontrar día
a día en la pista y no
en un despacho o un laboratorio, fue Mariano García Verdugo, nuestro ex-responsable nacional de mediofondo, con
quien intercambiaba horas de formación
técnica en las
concentraciones que organizaba la RFEA y a las que tenía el privilegio de acudir junto a mis
atletas convocados.
Lo "jodido" (perdón por la expresión)
es que pese a mis coincidencias técnicas
y mis ideas, esta temporada decidí hacer justo lo contrario. Era una temporada de cambios de estímulos por el agotamiento psíquico de mis atletas ante muchos de los
anteriores. Esa necesidad de buscar una nueva "base espiritual"
provocó que
buscase estímulos nuevos con
una característica concreta
prioritaria de "evasión psíquica". Por ello, muchas de las nuevas sesiones buscaron un
entorno natural y saqué de la pista muchas de las cosas que realizaba en ella, perdiendo
justamente mucho de la carga específica
de la prueba. Al mismo tiempo, tuve que corregir la intensidad de otras
sesiones para "compensar" esta pérdida de especificidad. Ahora, a las puertas de las primeras
competiciones importantes, la valoración de todos, atletas y entrenador, es que hemos acertado. Han
asimilado todos los cambios y están
a punto para afrontar los ritmos que nos va a imponer la prueba y nuestros
objetivo. Están tan o más rápidos que nunca, su potencia aeróbica impecable y superan los ritmos de entrenamientos específicos de la prueba respecto a otras
temporadas. Están bien, por abajo,
por en medio y por arriba!
Vista esta disyuntiva, esta ruptura por necesidad ante lo que
creo, esas dudas de ser osado o no en el futuro y la forma de actuar ante las
necesidades psíquicas de mis
atletas, llego a la conclusión
de que Gajer no es el único
loco. Todos tenemos uno en nuestro interior. Es cuestión de dejar que se muestre y dejarse
llevar por el conocimiento que pueda tener esa locura apasionada por nuestra
profesión.
1 comentario
"El deporte no se trata de estar en una nube de algodón. El deporte es una cuestión de adaptación a lo inesperado y ser capaz de modificar los planes en el último minuto. En el Deporte, al igual que en la vida se trata de tomar riesgos ". - Sir Roger Bannister"
Roger Bannister también tiene otra frase que se refiere a que el entrenamiento es básicamente empírico porque hay demasiadas cuestiones y piezas que encajar que influyen en un atleta. La experiencia hace que se tengan en cuenta detalles que pueden pasar desapercibidos a científicos y teorías sobre el entrenamiento.
Estas reflexiones de Bannister es un fiel reflejo de que pueden haber varios caminos para llegar a los objetivos y claro cada entrenador u atleta han tenido diversas experiencias, unas de fracaso y otras de triunfo, esto es lo que marca a la hora de desenvolverse en un programa de entrenamiento. Después también esta el tema de conocer y tener suerte (documentarse) de experiencias de otros entrenadores y atletas de reconocido prestigio.
En referencia a la programación de entrenos nadie esta en posesión de la verdad absoluta.
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