Muchas veces, la relación entre atletas de un mismo grupo no
es fácil. Demasiadas horas sufriendo por los intereses individuales de cada
uno, a veces crea en uno una perspectiva errónea del entorno que lo rodea.
Celos, rivalidades, desconfianzas son comunes entre deportistas de deportes
individuales. En realidad, pocos se dan cuenta de que los rivales no están en su
mismo grupo de entrenamiento, sino fuera de él, y exclusivamente rivales
deportivos! Soy muy poco amante de los “piques” extradeportivos y cuando surge
uno, mi política aplicada en el grupo es de completa ignorancia hacia cualquier
tipo de problema de esa índole si viene del exterior. Ante este tipo de actitudes, la formación
cultural y la inteligencia es la más poderosa de las armas para solucionar o
ignorar según el caso que se trate.
Todo este rollo viene a cuento de que con la temporada
comenzada y en su tercera semana, y al igual que el año anterior, hemos
organizado una salida de convivencia (no pudieron asistir todos los miebros del grupo, lastimosamente) para incidir en la formación de un buen
lazo afectivo entre todos y crear un ambiente cohesionado a prueba de bombas y
actitudes dispares. Y lo hemos logrado!
Hace escasos días, organizamos una salida por el pirineo
francés, con la excusa de visitar el CNEA de Font Romeu, y la posibilidad de
organizar un stage de entrenamiento para semana santa. Realizamos un rodaje a 1900 metros de altura
en el “sentier sportif Paula Radcliffe de Font Romeu”, un circuito de 1700
metros de recorrido en un entorno paradisíaco, para después hacer una mini excursión a pie (que
debía ser en bicicleta, pero al llegar, las “bicis” clamaban por su ausencia!)
por los bosques del “Lac de Matemale” a 1500 metros de altitud y en un extenso
valle con kilómetros y kilómetros de rutas para rodar completamente planos
entre pinos y una vegetación típicamente pirenaica.
Si uno era el objetivo de la salida, este se cumplió con
rotundo éxito. Risas, complicidad y muy buen rollo fue el denominador común de
todas las horas de convivencia. La opinión fue unánime: un largo viaje de 200
km ida y otros tantos de vuelta en un día que valieron mucho la pena.
Pasada esta experiencia, y viendo el transcurrir de los
días, puedo marcar en mi agenda, que el primer de los objetivos de la temporada
creo haberlo conseguido: Una cohesión (que palabra!) en el grupo sincera,
sentida y auténtica! Ahora queda lo fácil con los mimbres que tengo entre
manos, CORRER! CORRER MUCHO! CORRER COMO NUNCA LO HEMOS HECHO! Os invito a
seguirnos durante esta nueva temporada 2013-2014.
2 comentarios
Así las cosas tienen que salir sí o sí. Espero que este año tú y tus chicos tengáis una gran temporada. Un abrazo y espero verte pronto en alguna competición.
Gracias Vicen! Estoy seguro que esta temporada nos sale a todos, incluida "el terremoto de Casar" ;-)
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