Ya van muchos “12 meses” iguales, muchísimos! Y lo que
podría parecer una rutina monótona, se convierte siempre en un mes motivante
para buscar nuevos caminos de mejora. Como explicaba en mi anterior
actualización, el grupo que tendré en mis manos a partir de este septiembre
próximo está perfilado en un 90%. Solamente queda resolver unos pocos temas
concretos y sabré exactamente con quien trabajaré dentro de nada, a la espera
de alguna sorpresa de última hora que casi siempre suele aparecer.
Parece que mi grupo de entreno será algo menor que en los
últimos años, unos 12-14 atletas en principio, sin contar aún con los niños que
puedan subir de la escuela de atletismo.Y como cada temporada, hay gente que, por una circunstancia u otra, coge otro camino. Personas que vienen, personas que se quedan, personas que se van, y así durante todos estos años con un elemento central inamovible, el eje por donde gira este grupo y otro cualquiera, la imagen del entrenador, o sea yo, con el papel que me toca jugar en este juego que no es otro que este apasionado deporte nuestro.
Quizás nadie caiga en ello, pero año tras año, esto sigue
funcionando porque mucha gente enamorada de lo que hace, adopta este tipo de
papeles, donde se vertebra toda una actividad. No se cuantas personas habré
entrenado y conocido durante todos estos años, no los he contado, pero sé que
han sido muchísimas. Muchas alegrías, la mayoría, y pocas, muy pocas
decepciones en esa larguísima lista, como es normal. Y sin embargo,
indefectiblemente, cada agosto, por norma, miro adelante hacia la siguiente
temporada de algo que me apasiona. No miro atrás para valorar si ha valido la
pena, no pienso cuantos años dura ya esto, no pongo en duda absolutamente nada
que pueda afectar mis ganas hacia lo que me gusta hacer: ENTRENAR!
Tampoco me obsesionan los resultados u objetivos conseguidos
o no conseguidos. He tenido la suerte, con los años, de ir mejorando
técnicamente y de que pasen por mis manos atletas con mucho talento, con los
cuales hemos ido consiguiendo hacer un atletismo motivador con objetivos cada
vez más importantes. A pesar de eso, nunca he valorado una temporada o la
programación de la siguiente en función de eso. A veces la hemos realizado de
manera impecable, y a veces no tanto, e incluso a veces no han sido ni bien ni
mal, sino diferentes. En resumen, que mis ganas y motivación no pasan por los
éxitos o fracasos que pueda tener, sino por la necesidad de tener esta
actividad como “necesidad vital”, como medio de escape de muchas de mis
emociones y como eje central de mi modo de ver y entender la vida.
En fin, que como muchas veces, sabréis perdonarme toda esta
“filosofía barata”. Creo que voy a seguir con mis “frikadas” atléticas de cada
agosto, mis programaciones, mi búsqueda de nuevos sitios para desarrollar
sesiones que tengo en mente y como no, con las postales de una temporada, que,
como todas, hay que recordar.
1 comentario
Suerte para nueva temporada... Soy Manel compañero y tambien socio de Natalia Amiel, solo darte las gracias por tus palabras y dedicatoria, hacia su persona, en los mundiales de atletismo. Muchas gracias
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