El problema surge, seguramente, porque sus compañeros ven a
ese atleta igual a ellos, y no diferente. En resumen, ven que sus opciones de
llegar a algo está muy lejos y no entienden el sacrificio que está dispuesto a
hacer este atleta por su sueño.
Tampoco entienden el sacrificio que hago yo, con el objetivo
de mi atleta y con mi compromiso a ayudarle a conseguir su sueño. He tenido
problemas por entender algún atleta que no debía dar la dedicación pertinente a
otro atleta a pesar de querer llegar muy alto.
Es difícil entender por parte de algunos atletas los deseos
de sus compañeros, y mi implicación en ellos. Surge una vena egoísta que acaba
degenerando en problemas, y más adelante en posibles abandonos con o sin
reproches.
Yo siempre he sido muy claro al empezar a entrenar a un
atleta. Mi compromiso será el mismo que el propio compromiso y objetivos que se
marque el atleta para si mismo. Por tanto, si un atleta me pide y se marca como
objetivo llegar muy alto, mi compromiso es proporcionarle el entrenamiento con
el que pueda conseguir sus objetivos. Por consiguiente, solo empezar la
temporada, cada atleta tiene sus objetivos, sabe el de sus compañeros y yo me
empleo a fondo para que cada uno consiga el suyo. Ahí marcamos las diferentes
velocidades. Porque, es acaso lo mismo intentar ser internacional absoluto, con
intentar una mínima junior o un atletismo autonómico? No es lo mismo y no se
entiende del todo. Requiere de una dedicación diferente por parte del atleta y
de una atención diferente por parte del entrenador, al nivel del objetivo
planteado.
El trabajo de un entrenador también esta en hacer comprender
que este deporte es muy duro, y que la decisión de algún deportista de invertir
su vida en él es digno de admirar. Siempre nos marcamos objetivos difíciles
pero realizables, por tanto, muchas veces caemos y tenemos que volver a
levantarnos. Ahí es donde algunos entendemos la lucha y sacrificio de ese
atleta y donde otros ven solo incapacidad para esos objetivos y desvalorizan el
objetivo de dicho atleta.
Si este o cualquier grupo quiere llegar a tener esa calidad
a la que aspiro yo, deberá entender y apoyar al 100%, tal como hago yo, a
aquellos atletas que deseen y sueñen con querer llegar muy lejos. No hay mejor
manera que hacerlo que animando a aquellos que tengan la oportunidad de tener
ese éxito porque lo persigan y entendiendo y apoyando sin fisuras que tener
varias velocidades de atletismo en un grupo no ha de suponer conflicto alguno,
sino más bien al contrario, y celebrar con orgullo y como si fueran propios
todos aquellos éxitos que se consigan.
No hay comentarios
Publicar un comentario