En otro orden de cosas, nuestra lesionada lleva ya 3 sesiones de trabajo intenso, pero en elíptica, controlada con pulsómetro y esperando a que nos den luz vede para regresar a la rutina normal la semana que viene. Estoy un poco “mosca” de haber perdido, un tanto, el control de la situación en detrimento de médicos y fisios. Soy de los que piensa que la figura del entrenador ha de ser el eje de coordinación de este tipo de decisiones. No es fácil hacer realizar una marca importante a un atleta, y a veces, alguno, atleta, médico, fisios, creen que tenemos una varita mágica por la cual, sin trabajo, hacemos correr a nuestros atletas. Que lo prueben ellos!!! El deporte de élite conlleva el entrenamiento en precario y con riesgo muchas veces, hay gente que no lo acaba de entender. Es fácil recuperar al personal. A veces, con parar y hacer descanso total, tarde o temprano esta persona sanará, pero muchas veces poniendo en entredicho los objetivos de toda una temporada. Si querer ser participe de la élite conlleva riesgo y una apuesta personal, todo aquello que lo rodea ha de ir en consonancia con la apuesta planteada, incluidos los diagnósticos médicos y, por supuesto, los tratamientos de recuperación. Lo peor que llevo de este tipo de situaciones es que el entrenador se convierte en el malo de la película. Es el que insiste más en volver cuanto antes a la situación normal, eso provoca muchas veces un enfrentamiento con el atleta de turno, porque un fisio precavido que no distingue los niveles y singularidades del deporte que practicamos y que apenas conoce a nuestros deportistas llega a tener mas poder de influencia que nosotros. Después la corrección de objetivos por el trabajo perdido no es del agrado de nuestro atleta, los tiempos de entreno, cuando volvemos a la normalidad se han deteriorado y ya no son los mismos, el atleta no está contento, se desanima. También, la vuelta a la actividad hace confundir al atleta que cree que está entrenando con normalidad, cuando no es así, por ejemplo un periodo como el que pasamos. Entrenar en elíptica sin poder realizar una serie de trabajos no es entrenar, es simplemente mantener una cierta actividad. En fin, que en momentos de dificultades ya sabemos quien lleva el papel de enemigo de todo. Vaya papelón para nuestro colectivo!

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