Nada está prohibido, y menos soñar! Como todo en la vida, el camino está en el trabajo y esfuerzo que se piense invertir. Eso si, dentro de un compromiso de limpieza absoluta en el deporte. Porque, la primera victoria que hay que perseguir es intentar conseguirlo y saber entender que tanto si se consigue como si no, hay que estar orgulloso de haberlo intentado cumpliendo al 100% con un deporte limpio y libre de dopaje. Sin ese compromiso, todo sueño pierde sentido, realidad y reconocimiento en el deportista.
Después, vendrán las alegrias y tristezas de grandes resultados y decepciones competitivas, pero antes habremos triunfado como personas. Más tarde, cuando todo haya acabado, el reconocimiento de los demás nos hará comprender que realmente valió la pena trabajar y nos dará una valoración real de la dimensión que se llegó a tener como deportista al participar en el más grande espectáculo que hay en el planeta Tierra: LOS JUEGOS OLÍMPICOS.
Y los entrenadores? Si, los entrenadores también. Hoy tengo el mismo sueño que viví hace años como aficionado. Y trabajaré con ahínco por ello. Y lo intentaré junto a mis deportistas. Y lo haremos con trabajo y limpiamente. Y si lo conseguimos?...... Si lo conseguimos, como gente del deporte que soy, lo recordaré toda la vida y podré contarle orgulloso y feliz, a quien quiera escucharme, que pude vivir el sueño de mi vida. Y seré muy feliz!

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