Cultura y Atletismo

Hace demasiado tiempo que creo que nuestro deporte se está desnaturalizando. Cada día que pasa observo un “aburronamiento” (de burro) general de nuestros deportistas, rayando ya la denostada cultura futbolera. El atletismo ha tenido siempre una imagen culta y científica puesta hoy en duda. Antes, era un deporte eminentemente universitario entre sus practicantes, élite atlética o no. Ahora hay más atletas con una falta total de formación, y eso no beneficia en nada a nuestro deporte. Nuestros deportistas están menos preparados intelectualmente. Y no me refiero que el atletismo haya dejado de ser un deporte de élites económicas o culturales, ya que nunca lo ha sido, pero si que los atletas pasados tenían unas inquietudes que ahora más bien no se encuentran entre los atletas actuales. Quizás sea la corriente actual de hacia donde va la juventud, enfrascada semanalmente donde situar el botellón del fin de semana y a cual garito van , en vez de plantear si ven la última película de Woody Allen, de Amenábar, o si eligen mejor, un buen espectáculo deportivo o musical. Esa clase de actividades son ahora secundarias para nuestros jóvenes. Y eso acaba pasando factura también en los deportes. Si a ello unimos que la mayoría de las figuras tampoco fomentan un amor hacia su deporte sino más bien un amor hacia el enriquecimiento a través de su deporte, pues ya tenemos el resultado. Si hemos sido considerados el “deporte rey” por la cultura que desprendía el atletismo, cada vez más, vamos perdiendo esa consideración para ser simplemente un deporte donde la gente corre (con una situación cada dia peor para otras especialidades).
Y digo esto porque desde la perspectiva que tengo de entrenador, yo entiendo que el máximo rendimiento de mis deportistas está absolutamente ligado a su capacidad intelectual y a su capacidad de poder decidir en cada momento cual es el mejor paso para acercarse cada dia, semana, mes y año a la élite. Y me estoy encontrando que cuanto más pasan los años, nuestros deportistas , por falta de formación, van volviéndose menos autónomos y tenemos que decidir aún más cosas en un sentido deportivamente correcto, ante la incapacidad de poder hacerlo ellos.

También, las prisas por triunfar, confunden, más de una vez, el progreso de los deportistas, que con tal de destacar en cualquier campeonato menor, o poder cobrar 4 euros en la milla de turno, aceleran su preparación y queman etapas que impiden, con antelación, que puedan llegar a ser el atleta que prometían.

No hay peor enemigo, para la formación de una persona, que la ignorancia supina y el poco interés en formarse culturalmente. Siempre he procurado con mayor o menor éxito, formar a mis atletas despertando inquietudes, desde una motivante formación sobre historia atlética (siempre hablamos sobre viejas glorias que hicieron grande este deporte y buscamos y comentamos competiciones pasadas) hasta tertuliar sobe la última película de moda, algún libro de éxito o simplemente las últimas noticias que rodean a nuestras vidas. Cualquier acción en esta dirección la encuentro fundamental, porque antes que deportistas, somos personas, y cuanto más formadas, más tolerantes, con más opinión y mas seguridad en uno mismo, está claro….MEJOR ATLETA SOMOS!!!