No es la primera vez que hablo de la relación existente
entre correr y la música, muchas veces compañera incondicional de largas
sesiones de rodaje, calentamientos, competiciones o relajación, testigo de los
diversos estados anímicos en que nos vamos encontrando dependiendo de los
resultados que obtenemos tanto en el día a día como cuando nos disponemos a
competir.
Cada uno guarda su propia colección musical que ha llenado
todos sus momentos personales, generalmente influenciada por el tiempo que a
uno le ha tocado vivir, entrenando, compitiendo, disfrutando de un buen
resultado o sufriendo un mal entrenamiento o una decepción compitiendo. Cada
momento atlético representa una canción para cada uno de nosotros, está claro.
Me encantaría representar a partir de mis gustos musicales,
cada uno de esos momentos por los que solemos pasar, muchas veces acompañados
por un par de auriculares.
Camino al entrenamiento.
Acudir diariamente a entrenar necesita de crear un ambiente
predispuesto a dar lo mejor de cada uno. Suelo escuchar algo tranquilo de
camino al entrenamiento, temas que me gusten especialmente, para que la predisposición ante el trabajo sea
positiva, empezar la jornada con algo tuyo es importante. Hay que llegar al
entrenamiento con una sonrisa! “Whatever
You Need” de Tina Turner puede ser una
de mis preferidas, pero si un par de canciónes representan este momento previo
a mi jornada, estas son “In Demand” de Texas y “Every Breath You Take” de
Sting (he querido poner la versión del famoso concierto de la Toscana del 11 de septiembre de 2001, día del atentado de las Torres Gemelas).
Rodando con música.
La selección personal más importante, suele darse, sin lugar
a dudas, en nuestras sesiones de rodaje, por la duración continua de la sesión
y por el número de canciones elegidas. Música motivadora y que ayuda a crear un
ambiente propicio para conseguir un ritmo óptimo de entrenamiento aeróbico. Ya
os conté en una anterior ocasión que suelo empezar mis rodajes con una canción
de Jean Jaques Goldman llamada “Ensemble”, pero acto seguido a mí siempre me
pareció imprescindible escuchar algo que por si solo me provocase movimiento,
aunque de manera armónica y no de una manera muy dura. En ese grupo de
canciones no puede faltar Whitney Houston y su “Step By Step”, Alanis Morisette y su “Hands Clean”, o Pink y
su “Who Knew”, muy diferentes entre ellas, pero muy buenas para la ocasión.
Concentración, Activación! Vamos a competir!
Concentración, Activación! Vamos a competir!
Llegamos a la hora previa a la competición, al
calentamiento. Es un momento de muchas
emociones y motivaciones, se juntan sensaciones de tranquilidad y
visualización de tu estrategia con la excitación nerviosa necesaria para salir
activado con garantías de poder sacar lo máximo de cada uno. Se puede juntar “We
Weren’t Born To Follow” de Bon Jovi, “One” de U2 con Mary J. Blige con algo tan imprescindible para mí como Don’t
stop me now” de esos genios llamados Queen.
Después de la
tempestad llega la calma.
Es tiempo de sosiego
y reflexión, es tiempo de estar satisfecho del trabajo realizado, feliz por una
marca u objetivo conseguido, o reflexionar sobre un mal resultado compitiendo o
una sesión que no ha salido como deseábamos. Suelo pasar los pasajes tranquilos
al acabar la jornada con canciones en español. Los grupos o cantantes de la
movida madrileña son mis predilectos. Aunque sus letras sean tristes, me relajo
con ellas y me invitan a evaluar los resultados. Si pudiera elegir alguna, sin
duda me quedo con “Aunque tú no lo sepas” de Enrique Urquijo. Si esta canción
debe ser en inglés, Bryan Adams y su “Inside Out” está siempre presente. Y por supuesto, siempre escucho Jean Jacques Goldman, aquí en un "Juste Aprés" en directo y en homenaje a su colaboradora, desaparecida hacía algunas fechas, Carole Fredericks.
Reconozco que para la práctica deportiva, mis gustos son bastante comerciales, diferentes a mis gustos en otros ámbitos de mi vida, donde las canciones de autor están más presentes. A pesar de que pasen los años, seguimos identificando
ciertas canciones con pasajes deportivos de nuestra vida. No deja de ser una
realidad que nuestros pasos, nuestros kilómetros recorridos, no dejan de ser
también un conjunto de acordes que hemos compuesto y que han formado, a través
de esos años, nuestra propia sinfonía atlética.
1 comentario
Hola!
Yo no concibo salir a rodar sin música, de echo aunque vaya acompañada llevo un auricular puesto para escucharla de fondo.
Además el día que salgo son ella es como si no supiera llevar el ritmo, aunque no es cierto pero es la sensación.
Mis gustos para las sesiones de entrenamiento también son muy comerciales, necesito ritmo y las canciones actuales me lo dan.
Y aunque me cueste admitirlo canciones como "La Bicicleta" animan a subir una cuesta, menos mal que de habitual escucho otro tipo de música ;) .
Tomo nota de las canciones que has puesto para mi lista.
Saludos!
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