No soy tipo de ver esos
vídeos atléticos motivadores que ahora circulan por la red, con música con
ritmo ideal, imágenes de acciones deportivas sufridas y heroicas, paisajes
paradisíacos y frases motivadoras. Yo a mis atletas les envío simplemente
alguna canción que con oírla les entren ganas de salir a correr, o vídeos de
carreras históricas protagonizadas por los grandes ases de nuestro deporte .
Sin embargo, en mi caso, encuentro
la inspiración con un personaje que hace muchos años mi prima Paula me
descubrió. “Mirá, escuchá a este tipo” me dijo con el acento argentino característico
de nuestra familia. Eran años en que mi familia materna residía en Paris y
viajaba allí frecuentemente. Paris para mí es como Barcelona, la conozco
suficiente para recorrer todos aquellos
rincones no turísticos e increíbles que guarda con celo la capital francesa. De
hecho, la última vez que fui a una competición, hace años, del aeropuerto de Orly escogí
expresamente la línea de metro que desemboca en el Sena entre las paradas de
Bir-Hakeim y Passy para llegar a la ciudad. En ese punto el metro sale del
subsuelo un par de paradas antes y pasa por encima del río y no por debajo.
Situé a mi acompañante de manera estratégica y cuando empezamos a pasar por el
río le dije “gírate!”. Y allá estaba ella, majestuosa. Lo primera imagen que
vió mi acompañante cuando llegó a Paris fue la Tour Eiffel ,
esplendorosa en el borde del Sena! Mis años de visita a la familia eran los
años de mis rodajes por el Bois de Boulogne dando vueltas por el Lac inferieur,
de mis series en la pequeña pista de 6 calles del Stade Jean Bouin, donde José
Luis Gonzalez ganó a Seb Coe en el verano del 83 en el meeting de Paris. Eran
años del Cross du Figaró, el más importante que se celebraba en Francia, donde
disfrutaba viendo correr a los mejores crosistas franceses de la época, los
Jacky Boxberger, Thierry Watrice, Jean-Louis Prianon , Pierre Levisse o el
belga Vincent Rousseau entre otros (para quien no lo sepa, el creador del
famoso circuito del Pla de la
Calme , a más de 2000 metros de altura en Font Romeu, donde hoy
en día los grandes atletas europeos realizan sus rodajes cuando acuden de
concentración allí) . Eran los años donde me compraba siempre mis zapatillas de
clavos en la tienda Adidas de la rue Royale, entre la rue du Faubourg Saint
Honoré y la place de la
Madeleine.
Y ese tipo que un día me dió
a escuchar mi prima, era, es, Jean Jaques Goldman. Desde entonces lo tengo
entre mis principales preferencias a la hora de escuchar música. Goldman es un
ídolo de masas en el país vecino y muy, muy poco conocido al sur de los
Pirineos. Ha vendido más de 30 millones de discos y fue elegido recientemente
como el personaje preferido y con más influencia de toda Francia. Para poner
una similitud (aunque sea lejana) con un artista español contemporáneo suyo, podríamos decir que
Goldman es el Miguel Bosé francés, pero con ciertos matices. Menos glamouroso,
menos pop y mas cantautor y sobre todo, más comprometido en sus letras, pero
como Bosé, capaz de arrastrar a un concierto a abuela, madre e hija de una
misma familia. Jean Jaques Goldman tiene una singular manera de actuar en sus
directos, apenas se mueve en el escenario, no baila, camina por él e interactúa
sin parar con su publico, improvisa y cambia las letras de sus canciones y hace
participar a un público entregado de un espectáculo sobrio pero de mucha
calidad musical. Por desgracia, hace ya bastantes años que dejó de subir a un
escenario, y sus apariciones son escasísimas y generalmente colaborando para otros
artistas.
Para muestra de lo que
es, os enseño este video con el inicio de un concierto de la última gira que
realizó, hablamos del año 2002! A pesar de eso, sigue siendo un personaje muy
importante en el país vecino.
En mi caso particular,
siempre inicio mis sesiones de running o cuando me dispongo a trabajar y busco
inspiración, con la misma canción, “Ensemble” (“Juntos” en castellano), y
aunque la letra nada tenga que ver con el deporte, me gusta el mensaje central
del estribillo, que dice asi:
“Je ne me souviens que d’un
mur immense, mais nous ètions ensembles, ensembles nous l’avons franchi »
(« solo recuerdo a un muro inmenso, pero estábamos juntos y juntos lo
superamos”) Lo cual me inspira sobremanera sobre la idea de la dificultad de
superarnos y de conseguir nuestros objetivos y de la importancia de conseguirlo
en equipo, “juntos”!
Como veis, no se trata de música con un ritmo acelerado, no es rock duro, sino un rock/pop tranquilo y con un punto cantautor. Con esto en mis “cascos” no me lanzo a ritmos frenéticos, pero si en cambio me ayuda a correr relajado pensando en mis proyectos y en mis objetivos de manera motivante para mí.
Supongo que todos tenemos
nuestros pequeños “tesoros” que nos hacen funcionar y provocan que la
inspiración esté presente en todos nuestros objetivos y proyectos. El mío no es
importante, es discreto, pequeño y no hace ruido, pero al fin y al cabo, es el
que saca lo mejor de mí cuando necesito ese punto de imaginación e ilusión para
llevar a cabo todos los proyectos que nos ponemos como reto.
P.D: Para quien le haya gustado y tenga curiosidad por escucharlo aún más y disponga de tiempo, le dejo el enlace del concierto entero del cual han sido extraídos estos dos vídeos.
https://www.youtube.com/watch?v=ygLnfvFyY5s
P.D: Para quien le haya gustado y tenga curiosidad por escucharlo aún más y disponga de tiempo, le dejo el enlace del concierto entero del cual han sido extraídos estos dos vídeos.
https://www.youtube.com/watch?v=ygLnfvFyY5s
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