Ahí está su regalo.

Está claro que no pueden pasar estos días sin hacer referencia al acontecimiento deportivo más grande de este planeta. Esperaba una buena ocasión y un buen motivo para comentar, y ese ha llegado hoy, y no desde nuestro deporte.
 
Ha sido una gran entrenadora (como parecen que son estos juegos para nuestro país, femeninos) con muchos triunfos detrás, ANNA TARRÉS, la que ha deparado mi interés. Sus declaraciones con motivo de la medalla de plata del dúo Fuentes-Carbonell no han hecho más que mostrar la clave del porqué unos pueden tener el privilegio de participar en unos JJOO y otros no.

Decía la Tarrés, entre otras cosas interesantes, lo siguiente: "Ya lo he dicho muchas veces es un dúo con una gran ambición, con unas ganas enormes de mejorar, de progresar y esto para un entrenador es el mejor regalo que te pueden dar unos deportistas, que sean totalmente fieles y sigan todo el plan y toda la hoja de ruta que nos hemos dado sin preguntar sin rechistar, al final cuando se entrega esto se nota y se palpa. Ahí está su regalo".

Deportistas, oídlo bien, entendedlo, pues no hay otro camino: AMBICION, GANAS, MEJORAR, PROGRESAR, ENTRENADOR, DEPORTISTAS, FIELES, PLAN, HOJA DE RUTA, SIN PREGUNTAR, SIN RECHISTAR, ENTREGA, REGALO

La consecución de los logros de un deportista va a ir en consonancia siempre con la parte de la preparación más alejada de la física. Muchas horas, muchos kilómetros, muchas series, muchos kilos, etc. Mucho de mucho lo hacen muchos atletas diariamente. Pero pocos, bastante menos de los que creemos, estadísticamente hablando, hace realmente lo que ha pregonado Anna Tarrés. La confianza al 100% a un método, a una actitud, a una mentalidad, a un camino. El decir, deposito toda mi ambición, toda mi confianza, toda mi capacidad y sacrificio, todos mis sueños, creo en lo que haces y como lo quieres hacer, es fundamental y obligatorio para poder llegar al éxito deportivo.

Mirad cuantos deportistas hay detrás de cada uno de los campeones que admiramos, y no me refiero en los JJOO, sino en el número inmenso de practicantes que quedan reducidos a un puñado de privilegiados que puede experimentar la experiencia de competir en unos Juegos. Un puñado de privilegiados, que, tenedlo claro, ha pagado con muchas ganas y gratitud el peaje señalado por la Tarrés. Estoy seguro que en el camino se han quedado muchos deportistas que tenían el talento suficiente para estar en unos JJOO, pero que su falta de actitud, o no llegar a esas condiciones de actitud necesarias, le han dejado, en esta u otras ocasiones, sin poder tener una experiencia como esta.

Esta actitud podemos extrapolarla a todos los ámbitos deportivos y de la vida. Un deportista necesita quemar etapas. Pasar antes de una gran experiencia por pequeñas estaciones, como si de un viaje en tren se tratara, hasta llegar al final del trayecto. Estas experiencias previas, estas estaciones, está claro que son el camino, esa hoja de ruta por la que hay que transitar para llegar al objetivo deseado. Yo, y es mi opinión, creo que no se puede realizar este trayecto si no es con una madurez importante por parte del deportista. Y en esto choca la juventud actual. Tirar por el camino más fácil, tener actitudes viciadas tan de moda últimamente. El botellón es el más claro ejemplo de esto. Acaso no podemos ahora salir sin “tajarnos” ni “colocarnos”? (y no confundir con la experiencia y el derecho a ser joven!, aunque cada uno ha de elegir bien que camino quiere recorrer). No tener inquietudes culturales, ni políticas, ni sociales. No entender bien el significado de las palabras “principios” y “valores”, tan necesarias en nuestro deporte para evaluar tantas cosas: desde la dedicación completamente altruista del 99% de los entrenadores, hasta una posición clara hacia todo aquél que de manera poco ética se sabe que por indicios (SI, por indicios!) o de manera clara a través de un control positivo ha hecho trampas ensuciando nuestro propio trabajo y la condición de nuestro deporte. El otro día me preocupaba la postura tan poco madura de un atleta que entreno que aún mantenía, con los indicios tan claros que ha habido, que una famosa atleta tenía toda la credibilidad porque ella jamás había dado positivo y que era injusto el trato de la prensa con ella. También tengo algún atleta que ante mi exigencia de hacer bien las cosas ha cogido su bolsa y se ha marchado de la sesión. Que se puede esperar de un deportista que tiene esa reacción? Que se puede esperar de tanta inmadurez? Ambos modelos se equivocan de planteamiento. No llegaran muy lejos, al menos no en un grupo como el mío, con un planteamiento claro en esa hoja de ruta. Su sitio, está en otro lado.

Resumiendo y volviendo al inicio. La Tarrés nos indica el camino, el mismo que comprendemos un tanto por ciento muy alto de los entrenadores y un tanto por ciento muy bajo de los atletas. Juntemos ambos tantos por ciento y tendremos lo que somos. Solo los privilegiados lo son por tener esa visión tan clara de cual es la oportunidad que tienen y como hay que aprovecharla.